El Ente y los Trascendentales
Alberto Buela |
69 páginas
Editorial Cruz y Fierro
1972
Encuadernación rústica
Precio para Argentina: 20 pesos
Precio internacional: 6 euros
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Más que ninguna otra la pregunta por el ser, se presenta al hombre como la de mayor hondura; siendo la pregunta por el ente la de mayor diafanidad.
La pregunta por el ser es la última, la pregunta por el ente la primera. Es la última, porque más allá de ella se acaba el preguntar, pues al ser sólo la nada se enfrenta, y sobre ésta no puede versar ninguna pregunta, ya que en la nada, ninguna respuesta florece.
Por el contrario, la pregunta por el ente se presenta como la primera, pues el ente es lo que primero concibe el intelecto, es decir, sabemos antes que nada que somos.
Esta distinción entre ser y ente, el ser como fundante y el ente como fundado, el ente como objetivable y el ser como lo inobjetivable, nos lleva en forma directa al meollo de este trabajo, que es la "Exposición de los Trascendentales del ente". |
ÍNDICE
a modo de presentación 7
PRÓLOGO 9
introducción 11
Los Trascendentales del Ente 13
La Cosa 16
Lo Algo 17
Lo Uno 19
Lo Verdadero 21
Lo Bueno 23
Lo Bello 25
— II —
La Deducción de los Trascendentales 27
Conversión con el ente 31
Explicitación de lo implícito 33
Relación jerárquica de los mismos 37
conclusión 41
apéndice
Traducción del Texto De Vertíate Q. I. art. I 47
Vocabulario 55
Aclaraciones y notas al texto 57
Obras citadas y consultadas 67
índice 69 |
PRÓLOGO
Más que ninguna otra la pregunta por el ser, se presenta al hombre como la de mayor hondura; siendo la pregunta por el ente la de mayor diafanidad.
La pregunta por el ser es la última, la pregunta por el ente la primera. Es la última, porque más allá de ella se acaba el preguntar, pues al ser sólo la nada se enfrenta, y sobre ésta no puede versar ninguna pregunta, ya que en la nada, ninguna respuesta florece.
Por el contrario, la pregunta por el ente se presenta como la primera, pues el ente es lo que primero concibe el intelecto, es decir, sabemos antes que nada que somos.
Esta distinción entre ser y ente, el ser como fundante y el ente como fundado, el ente como objetivable y el ser como lo inobjetivable, nos lleva en forma directa al meollo de este trabajo, que es la "Exposición de los Trascendentales del ente".
Es dable aclarar que el estudio de los trascendentales, se desenvuelve dentro del ámbito de la ontología, disciplina filosófica que se ocupa del ente en tanto ente. Que en una presentación de conjunto se despliega sobre tres regiones. El estudio del ente en sí mismo (acto, potencia, esencia, existencia, etc.), de las propiedades trascendentales del ente (lo algo, lo bueno, etc., y de los principios primeros como ser, el de no contradicción, identidad, etc.), y c) de las categorías o predicamentos (sustancia, cantidad, relación, etc.).
Los trascendentales suponen pues, el estudio previo del ente en sí mismo. En la Introducción y en las primeras páginas de este trabajo, para facilitar un mayor ahondamiento del mismo, vamos a dar los lincamientos generales que dicha consideración involucra, tal como nosotros la entendemos.
Siguen las aclaraciones. En este trabajo nos apoyamos sobre los textos del Angélico, especialmente sobre el De Veritate, cuestión primera, artículo primero. Lugar donde trata expresamente de la deducción de los trascendentales. Asimismo adjuntamos a éste, la versión castellana de dicho texto de la cual somos responsables.
Debemos decir también, que no está en nuestra intención hacer hablar a Tomás de Aquino por nuestra boca, sino que haciendo uso de una sana libertad filosófica, por lo demás siempre indispensable, nos reservamos el derecho de tomar y quitar, de afirmar o negar, de disputar o coincidir, aún con el mismo Aquinate en lo que estimemos de necesario en favor de una mayor comprensión del tema que nos ocupa. Lo cual nos llevará, en el mejor de los casos al desarrollo de una hermenéutica personal.
Por último quisiéramos señalar que entendemos, que el vocabulario filosófico, debe caracterizarse por su precisión conceptual, y que si a ésta se le agrega una concisión expresiva, versando además sobre un tema que se ocupa de verdades últimas como el que nos hemos propuesto, y sabiendo, que estas últimas verdades conforman un número muy reducido, sólo nos resta decir, que cada una de las palabras empleadas cuenta. |
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