Auspiciado por la Academia de Estudios Hispánicos «Rafael Gambra», el profesor Andrégnètte nos entrega el primer fascículo de esta colección, destinado a resaltar la figura de don Hernando Arias de Saavedra, primer caudillo nacido en América y hacedor destacadísimo del proyecto imperial en estas tierras, propiciando una auténtica revisión de nuestro pasado rioplatense, a través de sus figuras arquetípicas. Muy ilustrado.

La Academia Rafael Gambra, nacida en Buenos Aires al tiempo que su patrono volvía a la casa del Padre, tiene como consigna la de "hacer Hispanidad". Y por ello quiere ir abriendo caminos anchos o estrechos, senderos o avenidas. Tiene como aspiración constituirse en un centro que reciba, a la vez que emita, todas aquellas ondas que permitan acrecentar el caudal hispáni­co. Y obrar en consecuencia logrando posibilitar el paso de la existencia a la consciencia de ese hecho universal, quizás, paradójicamente el más universal, al que sin embargo desconocen muchos de los hombres que son parte de su grey. De algún modo para "hacer Hispanidad" es preciso "saber" que se es hispánico. Buscado y encontrado ese ser hispánco que se es, -hoy ocultado, y lo que es peor, bastar­deado- lo demás se nos dará por añadidura.
Es en sintonía con este espíritu que el profesor oriental Luis Alfredo Andrégnétte Capurro -hijo del Real de San Felipe y Santiago de Montevideo-, nos introduce en uno de los campos más definitorios de la estirpe. Porque hablar de caudillos es como mencionar la forma más entrañablemente hundida en la consciencia común de los hombres de las Españas con referencia a ese arte sutil y delicado -que a la vez exige fuerza y voluntad inquebrantables- que es la conducción política. Nada más lejos del "jefe de banda" -que el romanticismo interesado del siglo XIX difundió- que nuestros "jefes de hombres", cabezas de un pueblo en marcha que desde los riscos cántabro-pirenaicos hasta el último confín indiano conformó ese haz de tierras y gentes que hoy queremos ayudar a rescatar.