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Guerra para la supervivencia judía

 

Arnold Leese

Guerra para la supervivencia judía - Arnold Leese

168 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2019
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 320 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Arnold Leese, quien fuera consejal en Stamford, Lincolnshire, en 1924, sostiene lo que muchos patriotas ingleses no pueden sino constatar: que la guerra fue, desde el punto de vista nacional, un desastre, algo erróneo e innecesario. Por pugnar por el fin de la guerra y la negociación de la paz, se llevó a cabo contra él una persecución que lo llevó directamente a prisión, sin cargos ni juicio, mediante la infame regulación de Defensa 18B, que tiró por tierra el concepto de democracia que Inglaterra había sostenido hasta ese momento. Muchas otras personalidades de renombre manifestaban el deseo de llegar a la paz, pero estos no fueron perseguidos por ello. Claro, Leese acusaba a los judíos de ser los verdaderos instigadores de la guerra, dado que el bien de Inglaterra fue dejado de lado en pos de intereses que le eran extraños. Es esta la más clara muestra de que quienes tenían el poder en Inglaterra eran judíos, dado que sólo a ellos no se puede criticar, hasta el punto de ser encarcelado sin cargos ni juicio. Ver de quién no se puede hablar mal denota quien manda.
Pero Leese ya había sido encarcelado antes y lo sería también después, eso no le impide llevar a cabo sus investigaciones sobre la verdadera causa de la guerra y darlas a la luz en este libro.
Lo que el autor sostiene es que la guerra fue judía y nunca ha tenido otra finalidad que la salvación de los judíos. Los primeros nueve capítulos refutan las “causas” dadas por los políticos, y otros, en relación a la participación en una guerra que incluso los más ignorantes habían percibido como “falsa”. Una a una, con citas y datos, se refutan las afirmaciones de los belicistas escondidos en el trajo de demócratas y pacifistas: Luchamos en defensa de la libertad” (Lord Halifax); “Estamos enfrentando un desafío a nuestra propia seguridad” (Lord Halifax); “Defendemos los derechos de todas las naciones a vivir sus propias vidas” y “Luchamos contra la sustitución de la fuerza bruta en lugar de la Ley como árbitro entre las naciones” (Lord Halifax); “Estamos luchando contra la violación de la santidad de los tratados y el Desprecio a la Palabra Empeñada” (Lord Halifax); “Hoy estamos luchando por la preservación de los principios cristianos” (London Times, 17 de febrero de 1940); “Estamos luchando como lo hicieron nuestros padres por mantener la doctrina de que todos los hombres son iguales a los ojos de Dios” (Franklin D. Roosevelt); “Luchamos por la democracia” (frase común). De las páginas de este libro se desprende claramente que todo ello no es más que pura hipocresía.
En cambio, Leese muestra como las altas finanzas causaron la guerra; que el objetivo era destruir el fascismo y el hitlerismo; que se lanzaron a la guerra sin preparación y con los ojos vendados; que Hitler siempre conoció a su verdadero enemigo y a quienes planeaban la guerra; que Hitler quería la paz con Gran Bretaña y que esta hubiera sido la mejor opción para el país; que Gran Bretaña fue inducida a hacer la Guerra por intereses foráneos; que los judíos reconocían su poder y amenazaban a las demás naciones abiertamente, citando las declaraciones de muchos representantes de peso; que fueron los judíos los que primero que todos declararon la guerra a viva voz y sin reparos. Y lo peor de todo, que con la paz Gran Bretaña ha sido la gran derrotada, sin importar quién sea el vencedor.

 

ÍNDICE

Prefacio7
Presentación9
I.- “Luchamos en defensa de la libertad” - Lord Halifax11
II.- “Estamos enfrentando un desafío a nuestra propia seguridad” – Lord Halifax.21
III.- “Defendemos los derechos de todas las naciones a vivir sus propias vidas” y “Luchamos contra la sustitución de la fuerza bruta en lugar de la Ley como árbitro entre las naciones” - Lord Halifax25
IV.- “Estamos luchando contra la violación de la santidad de los tratados y el Desprecio a la Palabra Empeñada” - Lord Halifax.33
V.- “Hoy estamos luchando por la preservación de los principios cristianos” - Artículo principal, London Times, 17 de febrero de 1940.37
VI.- “Estamos luchando como lo hicieron nuestros padres por mantener la doctrina de que todos los hombres son iguales a los ojos de Dios” - Franklin D. Roosevelt, 6 de enero de 194245
VII.- “Luchamos por la democracia”: una frase común51
VIII.- La teoría de que las altas finanzas causaron la guerra.59
IX.- El objetivo es destruir el fascismo y el hitlerismo.61
X.- Sin preparación y con los ojos vendados67
XI.- Hitler siempre conoció a su verdadero enemigo.73
XII.- Hitler quería la paz con Gran Bretaña.77
XIII.- Cómo Gran Bretaña fue inducida a hacer la Guerra.81
XIV.- Los judíos reconocen su poder y amenazan89
XV.- Los judíos declaran la guerra.95
XVI.- La guerra judía105
XVII.- La paz: Gran Bretaña derrotada sin importar quién gane.121
XVIII.- Conclusión127
Apéndice I.- La guerra de exterminio130
Apéndice II.- Lo que el mundo rechazó: la oferta de paz de Hitler del 1 de abril de 1936.133
Apéndice III.- Juicios de Nuremberg135
Apéndice IV.- Citas137
Anexo: ¡Dejad hablar a los judíos! Dos articulos, del judío Marcus Eli Ravage141
Una verdadera causa contra los judíos. Uno de ellos señala la verdadera dimensión de su culpa143
Un mensajero para los no-judios. El primero que reconoce las posibilidades de hacer la guerra mediante la propaganda.153


PRÓLOGO

Me puse de pie mientras el Sr. Richard Stokes, diputado, se ponía también de pie por una paz negociada, mas seguramente por motivos muy distintos. El Sr. Stokes no sería perseguido porque no enfrentaría la amenaza judía. Desde el comienzo de la guerra, hice lo poco que pude en favor de una paz negociada, sin importar quien estuviera en ese momento en el poder. Creo que la guerra fue, desde el punto de vista nacional, un desastre, algo erróneo e innecesario. Por sostener puntos de vista similares sobre otras guerras contemporáneas, a hombres tan conocidos como Pitt, Fox, Bright, Lloyd George, Ramsay MacDonald e incluso el actual Ministro del Interior Herbert Morrison, no se los persiguió tampoco. Por supuesto, mi caso es diferente: yo ataco a los judíos y aquellos no; y el judío es quien tiene el poder supremo.
Ya he atacado a los judíos con anterioridad y obtuve una victoria moral sobre ellos. Los judíos me hicieron encarcelar durante seis meses en 1936 por lo que se dijo era una “delito de orden público” dado que mencioné en mi artículo “El fascista” el tema del asesinato ritual judío. Evidentemente, juzgándome según sus propios estándares, pensaron en asustarme para que guardara silencio. Cuando salí de prisión, publiqué un libro sobre el tema y me honraron al mantener un silencio tan intenso que casi se podía oír. Tenían miedo de publicitarlo con otra demanda en mi contra. Los desafié con éxito y el libro se ha distribuido por todo el mundo. Espero con esta publicación, por lo tanto, volver a hacerlo con éxito.
Esta guerra fue judía y nunca ha tenido otra finalidad que la salvación de los judíos de Hitler. Los primeros nueve capítulos de este libro refutan las “causas” dadas por los políticos, y otros, en relación a nuestra entrada en una guerra que incluso la multitud ignorante había percibido y etiquetado como “falsa”. El Décimo Capítulo trata de una verdad a medias que prevalece aún entre los “más informados”. El resto del libro completa mi argumento de que la guerra era judía y de que Gran Bretaña se vio obligada a entrar en ella por fines judíos. El mundo sólo ha visto un único engaño más monstruoso que esta guerra, el cual es también judío. 
ARNOLD LEESE 
5 de mayo de 1945, Guildford, Surrey. 

 

Dedicado a los cientos de británicos patriotas que, junto con el autor, fueron encarcelados sin cargos ni juicio durante la Segunda Guerra Mundial.

PRESENTACIÓN

Este libro ha implicado muchos cientos de horas de trabajo. Trabajando completamente a mano, con la ayuda de algunos amigos, tuvieron que ser superadas innumerables dificultades. Debido al número limitado de copias de la primera edición producidas, les pedí a mis amigos que dieran a conocer los hechos aquí contenidos. 
Los terribles acontecimientos que han tenido lugar en Europa desde la primavera de 1945 son una justificación suficiente de todo lo que he escrito. Ya en 1924 afirmé que hay dos cosas peores, incluso, que la guerra. Una es la INJUSTICIA. ¡La otra es una paz bolchevique!

ARNOLD LEESE