Libreria Argentina Libreria Argentina Libreria Argentina

 

La Revolución Totalitaria Etnosocialista

 

Carlos Raigada

La Revolución Totalitaria Etnosocialista -Carlos Raigada

196 páginas.
Tamaño: 13,5 x 20,5 cm.
Ediciones Camzo
España, 2010
Colección: Helénica Nº
1
Encuadernación rústica cosida.
 Precio para Argentina: 96 pesos
 Precio internacional: 16 euros

Enmarcado en la lógica del enfrentamiento, el libro de Raigada constituye no sólo un instrumento de resistencia sino algo que no es demasiado habitual: un instrumento de ataque. Y como toda arma que quiera ser eficaz, el libro se fija en un determinado «punto débil», en verdad en un ámbito de actuación, en el que el sistema ha hecho mucho daño, girando alrededor de algo absolutamente necesario, a saber, el aggiornamento de la idea-mito de sangre y suelo. Idea fértil fecundada por un mito movilizador. Una idea-mito que aparece una y otra vez allí donde estirpes indoeuropeas se han establecido y han creado un orden superior. Desde la Prehistoria hasta el siglo XX. Y quizás no sería excesivo afirmar que uno de los ejes que han dado sentido a la historia del Occidente de los últimos siglos es la progresiva desvinculación de las sociedades europeas de la comunión de lo viviente, del lazo entre la sangre y el suelo, un proceso que por lo demás, y en última instancia, también fue consecuencia directa de una «guerra». En este sentido, nos atreveríamos a decir que La revolución totalitaria etnosocialista es un libro arqueofuturista. Una parte sustancial de la obra consiste en un reflexionar, un replantear, un refundir, principios e ideas que han acompañado al hombre europeo desde hace milenios desde la óptica de la realidad socioeconómica actual. Proyectar y proponer una «nueva y a la vez arcaica» relación del hombre con la tierra y la producción como base para la re-construcción de un orden férreamente anclado en las leyes de la vida. Un arma eficaz que debiera encontrar manos que la empuñen.

 

ÍNDICE

PRÓLOGO por Olegario de las Eras         11
Capítulo Primero:    19
CLARÍN DEL DESPERTAR
Capítulo Segundo:   27
LA NECESIDAD DE ÓPTIMOS DIRIGENTES
Capítulo Tercero:    35
LOS MILAGROS ESTÁN ASEGURADOS
Capítulo Cuarto:      39
LA MADRE TIERRA
Capítulo Quinto:      43
OTROS INTERESES DEL SISTEMA
Capítulo Sexto:       47
EL TRABAJO DE HACE LIBRE
Capítulo Séptimo:    51
ESPECULANDO CON LO NUESTRO NATURAL
Capítulo Octavo:     55
COSAS DE DINEROS
Capítulo Noveno:    69
ASPECTOS DE NUESTRA LUCHA
Capítulo Décimo:    73
EL TIEMPO APREMIA
Capítulo Undécimo: 81
JAMÁS SIGAS DEJÁNDOTE ENGAÑAR
Capítulo Duodécimo:          85
PUEBLOS DESPERTAD
Capítulo Decimotercero:     91
INSISTIENDO EN UN PUNTO CLAVE
Capítulo Decimocuarto:       95
OTROS FRENTES DE COMBATE
Capítulo Decimoquinto:       101
EL ODIADO CAMPESINADO EN LA CIUDAD
Capítulo Decimosexto:        105
¿PUEDE EL LIBRE SER ESCLAVO?
Capítulo Decimoséptimo:    113
COMO EMPOBRECER A LAS NACIONES
Capítulo Decimoctavo:        119
COMO "GENOCIDAR" A LOS PUEBLOS
Capítulo Decimonoveno:     123
DE NUEVO SU NOCIVO PENSAR ECONÓMICO
Capítulo Vigésimo:  127
SEMBRANDO DEGRADACIÓN MORAL
Capítulo Vigésimo Primero: 129
INCOMPATIBLES CONCEPTOS DE GOBIERNO
Capítulo Vigésimo Segundo:           137
CHANTAJES, AMENAZAS Y MANIOBRAS
Capítulo Vigésimo Tercero: 143
EL CONOCER LA VERDAD NOS DA EL PODER
Capítulo Vigésimo Cuarto:  147
NUESTRA VERDADERA RIQUEZA
Capítulo Vigésimo Quinto:   151
NUESTRO PRIMER OBJETIVO PRÁCTICO
Capítulo Vigésimo Sexto:    161
ENFOQUE SOCIO-NATURAL ETNOSOCIALISTA
Capítulo Vigésimo Séptimo:            167
INICIO DEL COMBATE LIBERADOR
Capítulo Vigésimo Octavo:  173
JUSTICIA FRENTE A EGOÍSMO
Capítulo Vigésimo Noveno: 183
COLOFÓN

PRÓLOGO

 

Es posible que la única certeza que poseamos aquellos que nos sentimos herederos de los derrotados, de los herejes, de los malditos... es que estamos en guerra. «Padre de todo», la «guerra» es, por así decir, el orden natural, el escenario necesario del devenir de este universo, desde las galaxias a los microorganismos. Y una guerra es lo que, velada bajo todo tipo de máscaras, se desarrolla durante toda la vida en el interior del hombre. Pero si la tensión (una especie de guerra de «perfil bajo») entre los diferentes cuerpos sociales es el instrumento necesario para la cohesión de toda sociedad humana, la guerra es el estado natural entre las diferentes comunidades humanas que, articuladas en cualquier tipo de estructura, actúen como «sujetos de lo político». Olvidar esto es, sencillamente, iniciar el camino de una derrota inevitable. Y ésta es la trágica situación de Europa.
Carlos Raigada posee también esta certeza. Este libro, en realidad todas las obras que ha escrito, es prueba inequívoca de ello. Y, aunque probablemente no renegase de la calificación de «heredero de derrotados, herejes y malditos», convendría con el redactor de estas páginas que se tata de herejías y malditismos un poco extraños. En efecto, no es posible evitar una leve sonrisa al seguir el hilo de sus reflexiones y constatar una vez más que los «herejes» se limitaron, y se limitan, a mirar la realidad con una mirada clara, a entender las cosas tal y como son y a emitir juicios certeros y tajantes sobre este miserable mundo nacido de la derrota. Y la primera cosa que se observa cuando se mira directamente, sin los espejos deformantes que el sistema nos proporciona continuamente, es, precisamente, que estamos en guerra. Y que la estamos perdiendo...
Enmarcado en la lógica del enfrentamiento, el libro de Raigada constituye no sólo un instrumento de resistencia sino algo que no es demasiado habitual: un instrumento de ataque. Y como toda arma que quiera ser eficaz, el libro se fija en un determinado «punto débil», en verdad en un ámbito de actuación, en el que el sistema ha hecho mucho daño, girando alrededor de algo absolutamente necesario, a saber, el aggiornamento de la idea-mito de sangre y suelo. Idea fértil fecundada por un mito movilizador. Una idea-mito que aparece una y otra vez allí donde estirpes indoeuropeas se han establecido y han creado un orden superior. Desde la Prehistoria hasta el siglo XX. Y quizás no sería excesivo afirmar que uno de los ejes que han dado sentido a la historia del Occidente de los últimos siglos es la progresiva desvinculación de las sociedades europeas de la comunión de lo viviente, del lazo entre la sangre y el suelo, un proceso que por lo demás, y en última instancia, también fue consecuencia directa de una «guerra». En este sentido, nos atreveríamos a decir que La revolución totalitaria etnosocialista es un libro arqueofuturista. Una parte sustancial de la obra consiste en un reflexionar, un replantear, un refundir, principios e ideas que han acompañado al hombre europeo desde hace milenios desde la óptica de la realidad socioeconómica actual.
Proyectar y proponer una «nueva y a la vez arcaica» relación del hombre con la tierra y la producción como base para la re-construcción de un orden férreamente anclado en las leyes de la vida. Un arma eficaz que debiera encontrar manos que la empuñen (y mentes que la desarrollen como el propio Autor demanda). Así, la propuesta de Raigada relativa a la reformulación de las relaciones jurídico-productivas del hombre con la tierra sigue la estela, o mejor, está enraizada en la tradición ideológica y jurídica indoeuropea, una tradición que ha plasmado unos mismos principios en imágenes político-jurídicas diversas pero análogas, baste recordar el régimen lacedemonio de la politikecwra «la tierra pública», y su distribución en kleroi, o la explotación comunal de bosques, pastos según los usos jurídicos germánicos (Allmende), cuyos últimos vestigios han llegado hasta el siglo XX en aldeas leonesas y castellanas. Pero una transformación del propio concepto de propiedad implica necesariamente una transformación previa (o al menos coetánea) de los valores sobre los que se asienta el orden político y ético de la sociedad en cuestión, y de una interiorización y encarnación en el hombre de dicha transformación espiritual, algo sobre lo que Raigada incide con acierto: «Pero tomar, por la fuerza, la falsa riqueza virtual del Sistema, sería inoperante mientras no trastocase todo el orden de "valores" establecidos por el Sistema (...) La miseria, la degradación, la insalubridad y la ignorancia tienen como principal origen nuestra imbecilidad y apatía; de no trabajar sobre nosotros mismos, de poco o nada vale —salvo para provocar su despreciativa risa— atacar al Sistema...».
Abordando otra de las perspectivas de la obra cabe recordar algo que en biología es sobradamente conocido, a saber, que la acción del parásito condiciona la vida del huésped, buscando siempre su propio beneficio. Siguiendo las huellas de Oswald Spengler y aplicando esta lógica biológica Francis Parker Yockey escribió páginas luminosas sobre la acción parasitaria en la Cultura Europea. Así, Europa se había embarcado en un proceso de enajenamiento de sí misma y de la realidad provocado por la acción parasitaria. Hoy el parásito ha hecho enfermar gravemente al huésped. Y en este contexto, resulta significativo, o quizás más bien sintomático por necesario, que a inicios del siglo XXI, cuando en toda Europa se evidencia la contradicción entre la realidad social y biológica (sus necesidades, sus ritmos y los peligros a los que está sometida) y el discurso de valores dominante y la acción del sistema, discurso y acción dirigidos hacia un constante empeoramiento de las condiciones biológicas de las poblaciones europeas (demográficas, psicológico-educativas, económicas e incluso sanitarias), la reflexión teórica de las «áreas de resistencia europeas», deje de focalizarse en lo contingente, en lo inesencial, y vuelva a centrarse, desafiando prohibiciones y represiones, en la problemática esencial del ethnos(1). En este contexto, Carlos Raigada escribe con justicia que: «Revolucionariamente un esfuerzo en procreación y crianza es mil veces más valioso que cualquier otro tipo de lucha etnosocialista». Actualmente la percepción por parte de las poblaciones europeas de la dimensión biológica, étnica, de los problemas que atañen a las sociedades europeas está en relación inversa a su visibilidad en el discurso oficial y legal de dichas sociedades. Cosas de parásitos.
Con frecuencia un prólogo acaba siendo más una recensión que un ensayo de introducción, de ubicación temática o formal del texto prologado. Y a pesar de ser consciente de ello, no quisiera dejar de llamar la atención a la exposición que hace el Autor del instrumento esencial del parásito cultural: la finanza. Aunando sencillez y claridad, describe en pocas páginas unos mecanismos de una simpleza y eficacia satánicas destinados a estrangular la economía, en realidad la vida, de los europeos. Es un tema crucial, el verdadero nudo gordiano que sostiene el tinglado del sistema. Y si no deja de tener carácter instrumental, (se trata de un «arma», y poderosa, en una guerra, no lo olvidemos) no por ello su eficacia resulta para nosotros devastadora(2). Para vencer al enemigo es necesario acabar con sus armas, para lo que es necesario, como subraya el propio Autor, conocerlas. Nunca se escribirá lo suficiente sobre la práctica financiera, la invención de dinero, sobre los ciclos artificiales de expansión y reducción del «crédito», sobre esa especie de síntesis entre ganadería y vampirismo que constituye el sistema financiero moderno. Cuando se disipa la densa bruma de palabrería y extorsión sólo aparecen tristes y crueles estafadores vendedores de nada.
Pero Raigada, a pesar de centrarse en determinados aspectos del problema, de la guerra, no pierde jamás la perspectiva correcta, la perspectiva real, la perspectiva total: «Por ello la revolución necesaria, no es solo totalitaria por requerir de y afectar al total de nosotros, sino también por ser necesario aplicarla prácticamente, a la totalidad —y en su totalidad— de aspectos imaginables». Los ladrillos son imprescindibles para construir la casa, pero no nunca debemos olvidar que el fin es culminar la edificación. Hoy más que nunca Política y Vida son conceptos intercambiables para los humanos. Las teorizaciones políticas, filosóficas, históricas, sociológicas o económicas no son nada, el humo de la «hoguera de las vanidades», si no son útiles para construir la realidad, si no se convierten el ladrillos con los que edificar los muros de nuestro futuro. Y en esta labor sólo contamos con un «arma», que, no podía ser de otra manera, es sistemáticamente laminada por nuestros sistemas educativos. Se trata de la voluntad, porque sólo «donde hay voluntad hay un camino», y que esperar salvadores o milagros es algo propio de otro tipo humano que nos es profundamente ajeno, como el Autor propio nos recuerda: «Los "milagros" que se necesitan no bajarán del Cielo... Surgirán de nuestra base genética, voz ancestral y eónica, que es siempre el más definitivo  milagro».  Son  ya  demasiados  siglos  de adocenamiento, de amansamiento, de una inversión de valores que sólo conduce al aniquilamiento, demasiados siglos de «milagros», de reivindicación de los «humillados», de un asfixiante alienamiento procedente del desierto. Es posible que si me viese en la tesitura de tener que describir la obra de Carlos Raigada en una única oración, nada mejor podría decir que este libro es, en última instancia, un cumplir con firmeza el precepto lacónico que nos legó la última sacerdotisa de la religión de la sangre a guisa de conjuro frente al Sermón de la Montaña: «nunca olvidar, nunca perdonar». Porque, jamás lo olvidemos, estamos en guerra. Y la estamos perdiendo...

Olegario de las Eras

 

NOTAS

1 Valga como ejemplo la mención a las reformulaciones del etno-nacionalismo völkisch elaboradas por la Assoziacione Culturale Identitá i Tradizione de Génova. Véase el muy interesante Filosofia, Dottrina e Mística dell'Etnonazionalismo Völkisch, Conributi alla riflessione e all'analisi, de Federico Prati y Silvano Lorenzoni, Genova 2008.
2 Un ejemplo simple, el alza del costo de las hipotecas está en relación directa con la decisión de muchas parejas de no engendrar hijos. El efecto de enriquecimiento ilícito del financiero pasa a segundo plano ante el efecto de provocar unas tasas de natalidad suicidas.