Dos hombres, dos caudillos
Hitler y Mussolini
Carmen Velacoracho |
208 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2017, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
Precio para Argentina: 220 pesos
Precio internacional: 16 euros
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Carmen Velacoracho (1880-1960) de Lara fue una escritora, periodista, editora, feminista, activista por los derechos de las mujeres y monarquista hispano-cubana. Su vida estuvo signada por una intensa actividad político-cultura, entre la que puede destacarse la fundación del Partido Feminista en 1918 y la dirección de varias publicaciones femeninas.
Tras la subida de los fascismos se pone decididamente de su lado, escribiendo repetidos artículos en apoyo de los mismos. Particularmente en "Dos hombres" (1943), dedicado a Mussolini y Hitler, que hemos unido con las partes agregadas en "Un caudillo", dedicado solo a Hitler con prácticamente el mismo contenido, se dedica a trazar la trayectoria de estos dos hombres, con particular atención a sus primeros años y a su actitud hacia las madres y mujeres. La obra sirve como muestra del tenor de lo que se llegaba a decir de estos hombres alrededor del mundo durante la época de sus gobiernos.
Para la periodista española:
"En la humanidad surgen de tarde en tarde, muy de tarde en tarde, por desgracia, seres verdaderamente excepcionales. Hoy son dos los que dirigen los destinos de Europa. Mussolini... Hitler... Esos dos hombres, que por sí mismos se han "hecho'’, que salidos de la nada, de lo más fuerte, de lo más hondo de la humanidad, han sabido elevarse, no por intrigas, no “a fuerza de arrastrarse", sino paso a paso, haciendo los surcos y regándolos con sangre, con renovaciones, con ideas, con respetos, con hombrías, con amor a sus patrias. Hombres que, consecuentes con la modestia de la cuna donde nacieron, no se envanecen con honores; vístense con sencillos uniformes, y sus hogares, aquellos en que vieron la luz primera, continúan modestos, continúan pobres; pero reciben visitas de reyes, próceros, sabios y pueblo. Estas peregrinaciones que se realizan a esos hogares, dicen mucho más de lo que se puede escribir en millones de cuartillas.
Quiero, para mis lectores, y sobre todo para mis lectoras, dar algunas ideas de los hechos de estos dos hombres maravillosos, creadores, sí, creadores de un Mundo Nuevo. Mundo que, según las doctrinas de Cristo, debería ser —y ellos creen debe y puede ser— de paz, amor y trabajo". |
ÍNDICE
Prólogo7
Mussolini - Hitler9
Mussolini, orador25
Mussolini, albañil29
Ni un pedazo de pan30
Como define Mussolini la democracia37
Es expulsado del partido socialista41
El Duce, “bersaglieri”42
El rey-soldado45
Llega Mussolini al año de 191846
D’Annunzio51
Como define Mussolini la revolución53
Lo que es fascismo55
Disciplina unitaria57
Como quería Mussolini a Roma60
El fascio y la monarquía italiana61
El fascio, con el ejército61
Mussolini, con el rey62
Albania69
El periodismo no es un oficio, es una profesión69
El rey hace justicia71
La conciliación75
Encuentro de los dos hombres79
Nuevo encuentro de dos hombres85
Obra social86
Siempre arriba89
Lealtad a la monarquía y a su rey95
Y ahora...97
Testamento político de Hitler97
Envío a la esposa de Mussolini102
Adolf Hitler105
El pedestal107
Datos olvidados112
Niñez de Hitler123
Los que no son de ninguna parte124
Muere el padre de Hitler126
La primera decepción del muchacho126
Adolescencia127
Los judíos en Cuba136
Palabras de Hitler143
Adolf Hitler143
Hitler, herido147
Hitler ciego153
El Partido Obrero Nacionalsocialista159
Nada mas que siete160
El 1923163
Amnistia171
¡Tercer Reich!185
Hitler, amado del pueblo191
Llamamiento203
El reino del Führer205
El Führer asume toda la responsabilidad205
1936207
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Prólogo
En la humanidad surgen de tarde en tarde, muy de tarde en tarde, por desgracia, seres verdaderamente excepcionales. Hoy son dos los que dirigen los destinos de Europa.
Mussolini... Hitler... Esos dos hombres, que por sí mismos se han “hecho’’, que salidos de la nada, de lo más fuerte, de lo más hondo de la humanidad, han sabido elevarse, no por intrigas, no “a fuerza de arrastrarse”, sino paso a paso, haciendo los surcos y regándolos con sangre, con renovaciones, con ideas, con respetos, con hombrías, con amor a sus patrias.
Hombres que, consecuentes con la modestia de la cuna donde nacieron, no se envanecen con honores; vístense con sencillos uniformes, y sus hogares, aquellos en que vieron la luz primera, continúan modestos, continúan pobres; pero reciben visitas de reyes, próceres, sabios y pueblo. Estas peregrinaciones que se realizan a esos hogares, dicen mucho más de lo que se puede escribir en millones de cuartillas.
Vamos a empezar la reseña, muy a la ligera, porque sería imposible decir en un libro todo lo que desearíamos dar a conocer de cualquiera de estos dos hombres. Y aunque no sea yo la llamada precisamente a ello, quiero, para mis lectores, y sobre todo para mis lectoras, dar algunas ¡ideas de los hechos de estos dos hombres maravillosos, creadores, sí, creadores de un Mundo Nuevo. Mundo que, según las doctrinas de Cristo, debería ser —y ellos creen debe y puede ser— de paz, amor y trabajo.
Y escribo este libro, porque muchas de mis lectoras me preguntan acerca de “los primeros pasos” de estos dos hombres, pues se escribe de ellos constantemente, pero sin guardar ilación para comprenderlos bien. Voy, pues, a dar principio a esta tarea, no ardua, no enojosa, sino gratísima y dulce, porque, en mí, reconocer el mérito de los demás es verdadero placer.
Recíbase este a modo de prólogo para la obra que emprendo, y que dedico a los hombres jóvenes, para que les sirvan de ejemplo y sobre todo a las madres, porque esos dos HOMBRES, para serlo por completo, rinden ferviente culto a la MATERNIDAD.
CARMEN VELACORACHO |
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