Libreria Argentina Libreria Argentina Libreria Argentina

 

La conjuración anticristiana

El templo masónico levantado sobre las ruinas de la Iglesia Católica

Tomo I

Henri Delassus

La conjuración anticristiana - El templo masónico levantado sobre las ruinas de la Iglesia Católica - Henri Delassus

252 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2017
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 250 pesos
 Precio internacional: 17 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

El Doctor en teología Henri Delassus fue famosos por haber tratado lúcidamenete en sus obras el problema del Americanismo, el de la Revolución y el de la civilización moderna que se remonta al Renacimiento. Con "La conjuración anticristiana" ahora concibe el problema en una amplitud aún mayor: el de la resistencia que el naturalismo opone al estado sobrenatural de Dios. Así considerado, el problema abarca desde el principio de los tiempos hasta la actualidad.
El mismo se enmarca en la existencia de una lucha entre la civilización cristiana que está en posesión del Estado y la civilización moderna que quiere suplantarla. En esta toman parte:
El judío y el francmasón, que son, a los ojos de todos, los sitiadores de la ciudadela católica. La Democracia que es, en el decir de los propios sitiadores, la sugestión madre de que se sirven para atacar la civilización cristiana en la opinión pública y en seguida en las instituciones.
La Renovación religiosa, social y familiar, exigida por las ruinas ya amontonadas y aquellas que el anticristianismo todavía realizará.
Esas tres cuestiones fueron íntimamente unidas en el libro intitulado El Problema de la Hora Presente. El autor creyó que era bueno separarlas a fin de poder tratar cada una de ellas más a fondo.
La cuestión de la democracia fue retomada en la obra que acaba de aparecer bajo el título: VERDADES SOCIALES Y ERRORES DEMOCRÁTICOS.
La cuestión de la conjuración anticristiana, de la cual la secta judío-masónica es el alma y el brazo, es el objeto del presente libro.
El autor no se detuvo en buscar los orígenes de la secta; no se preocupó en estudiarla de puntos de vista diversos, en los cuales otros publicistas se colocaron. Lo que él quiso traer a luz fue la parte de acción que la secta judío-masónica tiene en guerra declarada a la institución católica y a la idea cristiana, y el objetivo de esa guerra. Ese objetivo es arrancar a la humanidad del orden sobrenatural fundado por la Redención del divino Salvador y de fijarla definitivamente en el naturalismo.
Dada la importancia que este trabajo tuvo para la cristiandad, el Santo Padre Pío X le dió a la obra de Delassus acá presentada su bendición apostólica.

 

ÍNDICE

Prólogo9
Primera parte: Estado de la cuestión
I.- Las dos civilizaciones14
II.- Las dos concepciones de la vida21
III.- El renacimiento, punto de inicio de la civilización moderna29
IV.- La Reforma, hija del renacimiento41
V.- La revolución instaura el naturalismo48
VI.- La revolución, una de las épocas del mundo56
VII.- Qué hace y qué dice de nuestros días la revolución63
VIII.- Para donde se encamina la civilización moderna70
IX.- La francmasonería es la que conduce la guerra contra la civilización cristiana83
Segunda parte: El agente de la civilización moderna
Antecedentes. Primer período. Los inicios de la revolución
X.- Los inicios de la francmasonería92
XI.- La francmasonería en el siglo XVIII. I. – Los enciclopedistas105
XII.- La francmasonería en el siglo XVIII. II. – Los anarquistas117
XIII.- La francmasonería en el siglo XVIII. III. – Los iluministas131
XIV.- La francmasonería en el siglo XVIII. IV. – Los jacobinos143
Segundo periodo: La revolución en los días actuales
XV.- LA Francmasonería bajo el primer Imperio167
XVI.- Bajo la restauración180
XVII.- Bajo la monarquía de Julio193
XVIII.- Bajo la Segunda República200
XIX.- Bajo el Segundo Imperio206
XX.- Bajo la asamblea nacional217
XXI.- Bajo la Tercera República230
XXII.- La separación entre la Iglesia y el Estado241

Prólogo

 

Esta obra no ha sido escrita con el fin de embellecer ni de disculpar nada; cosa que ya bastantes se han encargado de realizar. Se trata más bien de recuerdos y confidencias de una mujer que, sin ser escritora, por su matrimonio con Hermann Göring, ha vivido muy de cerca los tiempos problemáticos y contradictorios del Nacionalsocialismo.
Me siento en el deber de manifestar respecto de mi marido, objeto de numerosos ataques después del derrumbamiento del Régimen, lo que considero indispensable para rectificar errores e inexactitudes según me lo permite mi profundo conocimiento del carácter y de la íntima condición del desaparecido.
Emmy Göring
Munich, Otoño de 1967.

Bendición Papal

 

SECRETERIA DI STATO DI SUA SANTITA
Dal Vaticano, 23 octobre 1910

Mi señor,
El Santo Padre Pío X recibió con un interés paternal el trabajo titulado: “La Conjuración Anticristiana”, que me pidió le diera en su nombre. Su Santidad lo felicita afectuosamente por haber finalizado la composición de esta obra tan importante y sugerente, a la postre de una larga serie de estudios que dan crédito de su celo y su ardiente deseo de servir a la causa de Dios y la Santa Iglesia
Las ideas principales de este gran trabajo son las que inspiraron a los grandes historiadores católicos: la acción de Dios en los acontecimientos de este mundo, el hecho de la Revelación, el establecimiento del orden sobrenatural y el que la resistencia del espíritu del mal se opone al trabajo de Redención. Usted muestra el abismo que separa antagónicamente a la civilización cristiana de la pretendida civilización que se retrotrae al paganismo. ¡Cuán correcto es establecer que la renovación social solo se puede hacer proclamando los derechos de Dios y de la Iglesia! Al expresar su agradecimiento, el Santo Padre hace votos para que, asistiéndole una fuerte salud, pueda realizar plenamente el plan integral que ha dibujado, y, como muestra de su especial benevolencia, Él le envía la bendición apostólica.
Con mi agradecimiento personal y mis felicitaciones, acepte, Monseñor, la seguridad de mis muy devotos sentimientos en Nuestro Señor.
Cardenal MERRY DEL VAL

Prólogo

 

Las dos ediciones francesas de la obra EL PROBLEMA DE LA HORA PRESENTE están agotadas. Quedan algunos ejemplares de la versión italiana. Los libreros piden que esa obra sea reimpresa, para que puedan atender a los pedidos de sus clientes.
El autor entendió no deber ocuparse con la reimpresión.
El problema que el Americanismo había presentado inicialmente a sus meditaciones lo hizo luego en su espíritu el de la Revolución, después o de la civilización moderna que se remonta del Renacimiento.
Hoy, él lo concibe en una amplitud aún mayor: es el problema de la resistencia que el naturalismo opone al estado sobrenatural que Dios se dignó ofrecer a sus criaturas inteligentes. Así considerado, el problema abarca todos los tiempos. Este se presentó en la creación de los ángeles, en el paraíso terrenal, en el desierto donde Cristo quiso someterse a la tentación; y continuará colocado, para la cristiandad y para cada uno de nosotros, hasta el fin del mundo.
Rehacer la obra agotada ofrecía, bajo ese punto de vista, dos ventajas. Después de madura reflexión, el autor prefirió seccionar su obra.
El problema estaba puesto de la siguiente manera: existe una lucha entre la civilización cristiana que está en posesión del estado y la civilización moderna que quiere suplantarla; ¿Cuál será la salida para ese antagonismo?
De ahí tres cuestiones:
La del judío y del francmasón que son precisamente hoy, a los ojos de todos, los sitiadores de la ciudadela católica.
La de la Democracia que es, en el decir de los propios sitiadores, la sugestión madre de que se sirven para atacar la civilización cristiana en la opinión pública y en seguida en las instituciones.
La de la Renovación religiosa, social y familiar, exigida por las ruinas ya amontonadas y aquellas que el anticristianismo todavía realizará.
Esas tres cuestiones fueron íntimamente unidas en el libro intitulado El Problema de la Hora Presente. El autor creyó que era bueno separarlas a fin de poder tratar cada una de ellas más a fondo.
La cuestión de la democracia fue retomada en la obra que acaba de aparecer bajo el título: VERDADES SOCIALES Y ERRORES DEMOCRÁTICOS.
La cuestión de la conjuración anticristiana, de la cual la secta judío-masónica es el alma y el brazo, es el objeto del presente libro.
El autor no se detuvo en buscar los orígenes de la secta; no se preocupó en estudiarla de puntos de vista diversos, en los cuales otros publicistas se colocaron. Lo que él quiso traer a luz fue la parte de acción que la secta judío-masónica tiene en guerra declarada a la institución católica y a la idea cristiana, y el objetivo de esa guerra. Ese objetivo es arrancar a la humanidad del orden sobrenatural fundado por la Redención del divino Salvador y de fijarla definitivamente en el naturalismo.
Faltará hablar de la Renovación. Ella no puede ser fruto sino de la restauración de la Autoridad:
La autoridad de Dios sobre su obra, particularmente sobre las criaturas inteligentes;
La autoridad de Nuestro Señor Jesucristo, el nuevo Adán, sobre la humanidad que Él rescató con su Sangre y de la cual Él es el Señor por su personalidad divina.
La autoridad de la Iglesia sobre los pueblos que ella dotó de civilización cristiana y que se precipitan en sus brazos bajo la presión del abandono en que los va lanzando el progreso de la civilización moderna;
La autoridad de las familias principescas sobre las naciones que ellas construyeron;
La autoridad del padre en su familia y la de los ancestrales sobre las generaciones de que fueron principio.
En fin, el derecho de propiedad sobre los bienes de que la familia o el individuo se volvieron autores por su trabajo y sus virtudes, y no sobre las riquezas adquiridas por la usura y la injusticia.
La Renovación exige esa séxtuple restauración. Si ella no comienza a producirse en un futuro próximo, la sociedad familiar, civil, religiosa se precipitará al abismo en dirección al cual ella corre con una velocidad que se acelera cada día.
Hecho ese tercer trabajo, faltaría reconstruir la síntesis de la cual brotaría la solución del enigma que inquieta a las generaciones contemporáneas y que proyectaría su luz sobre el futuro de la humanidad.
Septuagenario hace cinco años, el autor no puede esperar cumplir tal encargo. Quiera Dios, si esto entra en sus designios, confiarlo a quien pudiere llevarlo a buen término.