Libreria Argentina Libreria Argentina Libreria Argentina

 

El drama wagneriano

 

Houston Stewart Chamberlain

La noche de los cuchillos largos - Agustín Vargas

200 páginas
medidas: 14,5 x 21 cm.
Ediciones Sieghels
2014
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 240 pesos
 Precio internacional: 15 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esperamos convencer al lector de que cada una de las obras examinadas es un poema dramático y al propio tiempo haberle hecho entender claramente que no se pueden apreciar y comprender sino considerándolas desde este punto de vista. Para conseguirlo, es necesario, ante todo y sobre todo, llegar al conocimiento profundo del significado de la música en el drama; pues desde el momento que el concurso de la música constituye el elemento más poderoso de la expresión dramática, el sentido que atribulamos a la palabra acción tiene que experimentar profundas modificaciones.
Al contrario de las obras en que la música queda reducida a una diversión arbitraria sin relación con el conjunto, en el drama wagneriano la música revela la vida interna, invisible, y es una necesidad dramática; sólo interviene en la exposición del drama en la medida exacta que la acción lo exige.
El segundo rasgo característico del nuevo drama es el de dirigirse a todas las facultades humanas, y gracias a ello interesa y cautiva al ser entero.
Porque en lo sucesivo, una salida de sol, un claro de luna, una fiesta popular o cualquier otro cuadro, no serán ya, como en la ópera, un simple pretexto para recrear nuestros ojos mientras se nos hace oír un trozo de música cualquiera; sino que, al contrario, su significación dramática, esto es, la influencia que ejercen en el alma de los personajes, nos es revelada precisamente por la sinfonía que envuelve el conjunto y crea la unidad sensible; y como consecuencia, tales escenas pueden así alcanzar a menudo una gran importancia en el curso de la acción. El medio ambiente se funde con el alma invisible. Lo propio ocurre con el gesto, y en general con todas las actitudes y movimientos de los personajes.
Hemos procurado descubrir cuál era el punto vital de la nueva concepción del drama que debemos a Wagner; y para que este estudio no resultase puramente teórico y estéril, hemos intentado vivificarle con todo lo que podía servir para ilustrarlo, extrayéndolo de la vida de Wagner, de sus escritos y de sus obras. Así hemos visto nacer y desarrollarse esta nueva forma de drama.
No he querido hacer una exposición de doctrina, no he querido dar un sistema dogmático; al contrario, he tratado sencillamente de liberar el espíritu de prejuicios y de fórmulas, he tratado de enseñarle a juzgar con libertad las obras dramáticas de uno de los más grandes poetas de la humanidad.

Yo me atrevería a definir esta obra como el trabajo definitivo sobre este tema, no superado en los miles de estudios que se han hecho sobre el wagnerismo en cuanto a Weltanschauung.
Javier Nicolás Cintas

“…quizás el mejor libro sobre Wagner escrito nunca”
(The Manchester Guardian, 1923).

 

ÍNDICE

 

Prólogo a la edición catalana 7
Pequeña reseña biográfica 9
I.- Antecedentes históricos 11
Primeros ensayos. 11
Director de orquesta y autor de óperas. 14
La lucha entre el poeta y el músico 14
El problema capital. Su solución. Los dos periodos de Wagner 19
Obras teóricas. 23
II.- Teoría del drama wagneriano 27
III.- Los dramas anteriores a 1848 47
Las hadas y la prohibición de amar 48
Rienzi y El holandés errante 52
Tannhäuser y Lohengrin 60
Otros dramas 69
IV.- Los dramas posteriores a 1848 75
V.- Tristán e Isolda. 79
Observaciones preliminares 79
La acción dramática 81
Relaciones entre la palabra y la música 93
VI.- Los maestros cantores. 109
La acción dramática 109
Lo convencional y el elemento cómico 115
La música 120
Resumen sumario 123
VII.- El anillo del Nibelungo. 125
Las dos versiones. 125
La acción dramática 128
Los teatros y la crítica 143
Relaciones entre la palabra y la música 149
VIII.- Parsifal. 165
Orígenes del poema 165
La acción dramática 170
Misticismo, simbolismo, alegoría y religión 177
IX.- Arte y filosofía 187
X.- Resumen y conclusión 193

Prólogo a la edición catalana

Me encontraba por vez primera en Bayreuth, sin conocer a nadie. Lleno de emoción, acababa de dar una vuelta por el Festpilehaus y de contemplar a lo lejos la casa Wahnfried, en la que vivía - ¡porque aún vivía!- el maestro inmortal. Temeroso, me senté en una mesa; un vecino burlón y carente de entusiasmo me habría sido insoportable, un vecino del estilo de ciertos alemanes apocalípticos que no paran de masticar frases, me habría quitado el hambre y la alegría. Por suerte, Dios lo había dispuesto de otro manera. Tenía delante mío a Joaquín Marsllach con algunos de sus amigos y por vecino a Roger de Egusquiza, acompañado también de varios compatriotas. Resumiendo, me encontraba, entre la avalancha internacional, en una isla española, y me encontraba a gusto. El entusiasmo de estos hombres -algunos de ellos convertidos, a causa de este encuentro, en amigos míos- tenía el calor vibrante del medio día, pero su masculina independencia seguía intacta y altiva.
Había en ellos una armonía entre la admiración intelectual y la admiración emocional que he encontrado muy pocas veces; y gracias a una tal armonía, su entusiasmo por la obra de Wagner era magnífico, sin que por ello perdieran nunca el equilibrio. Tal actitud me fue -y aun me lo es- profundamente simpática, y desde entonces he buscado siempre en Bayreuth la compañía de los españoles y he sostenido con ellos constante correspondencia sobre cuestiones de arte y de estética.
Habiendo aprendido mucho hasta ahora de mis amigos wagnerianos españoles, me satisface tener la ocasión que se me presenta de pagar una parte de mi deuda, comunicando a los hijos de las nuevas generaciones algunos pensamientos madurados por una larga experiencia de Bayreuth y numerosos trabajos literarios sobre la obra y la persona de Richard Wagner. Constituye para mí un honor, que aprecio como debo, el hecho de que la “Asociación Wagneriana de Barcelona” haya querido publicar la traducción de este libro. Espero que los españoles lo acogerán con tanta indulgencia y simpatía como ya lo han hecho franceses y alemanes. No he querido hacer una exposición de doctrina, no he querido dar un sistema dogmático; al contrario, he tratado sencillamente de liberar el espíritu de prejuicios y de fórmulas, he tratado de enseñarle a juzgar con libertad las obras dramáticas de uno de los más grandes poetas de la humanidad.
Viena, 7 de marzo de 1902
Houston Stewart Chamberlain.

PEQUEÑA RESEÑA BIOGRÁFICA

Houston Stewart Chamberlain nació en Southsea (Porsmouth) el 9 de septiembre de 1855, en el seno de una vieja familia de la nobleza inglesa. Habiendo muerto prematuramente su madre, fue enviado a Francia (Versailles) para su educación, y a los quince años a Alemania, realizando desde entonces frecuentes viajes por Europa y estableciéndose desde 1879 en Suiza desde su primer matrimonio.
Activo colaborador de Dujardin en los preparativos de su “Revue Wagnérienne”, empieza desde 1833 sus actividades literarias. En 1888, conoce a Cósima Wagner en Dresde, con la que mantendrá una extensa correspondencia, luego publicada.
Pero es en 1892 cuando escribe su primera obra importante: “Das Drama Richard Wagners” (Traducida aquí como “El Drama Wagneriano”), así como un ensayo sobre la vida y la obra de Wagner. Con relación al primero, que conocería un formidable éxito de ventas, confesaría: “No he intentado en esta obra hacer obra de crítica. Todo mi esfuerzo se ha dirigido a asimilar lo mejor posible el pensamiento de Wagner. Sin renunciar a mi propia personalidad, la he apartado rigurosamente para intentar considerar hombres y cosas sólo a través de los ojos del gran artista del que quería hablar”.
Activo colaborador de las “Bayreuther Blätter”, autor de multitud de libros sobre filosofía, arte, política, etnología, etc, poderosamente influido, además de por Wagner, por Kant, Goethe y Schopenhauer, su obra principal se publicará en 1899 bajo el título “Die Grundiagen des Neunzehnten Jahrhunderts” (Los Fundamentos del Siglo XIX), traduciéndose a numerosas lenguas y conociendo un éxito formidable de público y una gran polémica.
En 1908, Chamberlain se casaba con Eva Wagner, hija del compositor, y se instalaba definitivamente en Bayreuth, en la casa vecina a Wahnfried, donde moriría el 9 de enero de 1927.