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Nuestro Socialismo

 

Jordi Mota

Nuestro Socialismo - Jordi Mota

192 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2019
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 350 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La idea de socialismo, luego de tanto insistir con todos los medios de propaganda, se nos aparece hoy como ligada a la izquierda, presentando a sus adversarios como de derecha. El socialismo, sin embargo, sólo ha sido aplicado exitosamente por lo que llaman extrema derecha.
El nacionalsocialismo posee la gran ventaja -de la que carece el capitalismo y el comunismo- de que la “práctica”, resultó mucho mejor que la teoría. Su fuerza reside más en “lo que hizo” y no en las promesas de “lo que hará”. Justamente por ello ha sido necesario desvirtuar la historia para que se lo asocie con imágenes de maldad que puedan esconder su éxito: la manifestación de la mayor revolución socialista de la historia, la constitución de una auténtica “comunidad popular”. La esencia de su revolución es en primer lugar positiva, no se basa en la lucha negativa contra elementos discordantes, como se quiere hacer creer, sino en la realización y elevación espiritual de la comunidad, lograr que la gente viva dignamente, tanto en lo material como en arte, cultura, ética, naturaleza y forma de usar el descanso. Para él, la idea socialista es “algo orgánico”, con el deseo de restaurar el orden, la paz y la fortaleza en la comunidad. El marxismo, a quien se pretende asociar el socialismo, en realidad, con sus ideas de lucha de clases, lograba justamente lo contrario.
El nacionalsocialismo veía en la idea socialista, ante todo, un principio espiritual; “Frente al socialismo económico de viejo cuño, acuciado sólo de la apetencia de bienes, podemos afirmar que el nacionalsocialismo sólo busca honor y grandeza”, decía uno de sus dirigentes.
Para poder exponer su esencia y sus manifestaciones, probablemente no haya nadie mejor que Jordi Mota, un hombre que con su vida dio testimonio de sus ideas. Es muy fácil escribir sobre socialismo o sobre comunidad, lo difícil es vivir esas ideas, vivirlas intensamente, radicalmente, y hacer que tu ejemplo sea la ‘Idea’, no solo las palabras o textos. Mota fue en toda su vida un ejemplo de sus ideas, de ese socialismo popular comunitario, que se vive en el trabajo y en la familia, en la lucha por un mundo mejor pero también en el día a día, ayudando a los demás, visitando enfermos o ancianos que están solos, limpiando lo que otros ensucian, amando a los animales, elevándose con el arte, dando pues ejemplo vivo de lo que luego vas a propugnar en los textos y las organizaciones de lucha.
Con su reciente fallecimiento, nada mejor para homenajearlo que la publicación de su principal texto sobre socialismo, enriquecido por algunos de sus artículos más recordados. Para quien fuera fundador de CEDADE, ese socialismo fue ante todo vivencial. Esta es la gran revolución que se necesita. Y si fue posible en la vida de Jordi Mota, puede serlo en la vida popular que deseamos.

 

ÍNDICE

El Socialismo Comunitario de Jordi Mota, por R. Bau.7
Nuestro Socialismo11
Advertencia preliminar11
Origen del socialismo12
El socialismo no es una teoría23
Naturaleza del socialismo25
Espíritu socialista31
Individualismo35
La propiedad38
Desigualdad46
Capital48
El trabajo52
Relaciones laborales62
Empresa70
Huelga74
Los impuestos77
Seguros sociales81
La libertad84
Conclusión86
ANEXOS
La mujer en la ideología nacionalsocialista91
Nacionalsocialismo movimiento popular.92
Feminismo y femineidad92
La maternidad 95
La familia96
Servicio social como consecuencia de la comunidad popular99
Polaridad hombre/mujer103
El trabajo107
La educación109
Idealismo y materialismo109
Fe110
Religión112
El trabajo116
La comunidad popular123
El romanticismo128
Epílogo129
Relativo a la forma133
Los mitos caducos: SS, raza y judaísmo141
La SS141
La raza143
El tema judío146
La banca, enemiga del trabajo. 149
Amar la naturaleza153
Apiádate de los animales, (Oración de F. G. Aymara)175
La moral absurda que reina en la política177
Despedida y cierre181

El Socialismo Comunitario de Jordi Mota

Conocí por primera vez a Jordi Mota en mayo del 1966, yo tenía pues 17 años. Sin duda tras su fallecimiento en diciembre de 2016 lo primero que sentí fue el dolor y la sensación de vacío que dejaba en mi vida, pues Jordi Mota y su esposa Maria Infiesta han sido siempre un ejemplo para mí, una guía no solo política sino vivencial.
Es muy fácil escribir sobre socialismo o sobre comunidad, lo difícil es vivir esas ideas, vivirlas intensamente, radicalmente, y hacer que tu ejemplo sea la ‘Idea’, no solo las palabras o textos.
Mota fue en toda su vida un ejemplo de nuestras ideas, de ese socialismo popular comunitario, que se vive en el trabajo y en la familia, en la lucha por un mundo mejor pero también en el día a día, ayudando a los demás, visitando enfermos o ancianos que están solos, limpiando lo que otros ensucian, amando a los animales, elevándose con el arte, dando pues ejemplo vivo de lo que luego vas a propugnar en los textos y las organizaciones de lucha.
Fundador de CEDADE, no he conocido a nadie que como él haya hecho suya esa vida socialista de verdad, que no es sólo la de un socialismo económico sino vivencial, pues nuestro socialismo más bien debería llamarse hoy en día ‘comunidad’ para evitar reducirlo a ese socialismo de lo económico que el marxismo ha impuesto infectamente como el sentido único de esa palabra.
La economía socialista es solo la parte ‘externa’ de un sentimiento de vivir en comunidad, de sentir que cada uno es solo parte de un conjunto, de un pueblo, y no un individualismo personal aunque vaya acompañado de una actitud correcta en lo económico (que ya es mucho y no muy común).
Por ello conocer esa esencial comunitaria del socialismo de Jordi Mota es hoy más necesario que nunca, y lo será en el futuro aún más, dado que la decadencia general y la actitud miserable tanto de los políticos, como de la gente y de muchos de los mismo ‘camaradas’ en su vida privada hacen que a menudo ‘nuestro socialismo’ sea hoy algo que nada tiene que ver con esa cosmovisión vivencial que Mota dejó tan claramente expresada y vivida, pues no solo la escribió sino que vivió siempre acorde a ella. Fue un obrero, un administrativo que trabajó toda su vida, que se formó culturalmente porque ser obrero no debe implicar desatender la cultura elevada, enamorado del arte popular, trabajando siempre por los demás, con una vida austera, casi espartana, dedicando todo lo que pudo ganar o heredar para la lucha comunitaria y para ayudar a los necesitados que se cruzaban en su vida, sin importar sus ideologías, pues la comunidad no es de ‘ideas’ sino de vida popular común.
Si no ayudas al vecino que lo necesita, mal podrás luego hablar de socialismo en general.

Escribía Mota:

“El gran error que han cometido los grupos o partidos afines, es haberse dejado arrebatar la idea socialista que han monopolizado los partidos de izquierda, presentándose a todos sus adversarios como de derechas, y entre ellos, como “extrema derecha” se incluye a los ‘fascistas’, perdiendo de vista una realidad evidente: el Fascismo Italiano, pero sobre todo el Nacionalsocialismo alemán, eran movimientos profundamente obreros.

(...)

Nadie piensa que el nacionalsocialismo sea un movimiento obrero. Y eso es esencial repetirlo una y otra vez, ser conscientes de ello y dar prioridad en todo momento a la propaganda socialista. Se ha de conseguir que los enemigos de Hitler sepan, admitan y reconozcan que Hitler realizó la mayor revolución socialista de la historia al constituir una auténtica “comunidad popular”. Ello no significa que tengan que dejar de ser enemigos de Hitler. Pueden pensar muchas cosas malas de Hitler, pero han de saber que era el jefe de un movimiento obrero que logró levantar el nivel cultural de la clase trabajadora, incluso en medio de enormes crisis económicas. Hay que lograr que en el subconsciente de la gente se halle bien impresa la imagen de que el nacionalsocialismo fue y ¡ES! ante todo, un movimiento obrero.

No es la parte ‘nacional’ la que nos debe acaparar la atención, pues ni el chauvinismo, ni las xenofobias, ni el debate de fronteras son nuestra base sino a veces nuestros errores.
La esencia de nuestra revolución es la comunidad socialista, lograr que la gente viva dignamente, tanto en lo material como en arte, cultura, ética, naturaleza y forma de usar el descanso.
Esta es la gran revolución que se necesita. Y si fue posible en la vida de Jordi Mota, puede serlo en la vida popular que deseamos.

R Bau

Nuestro Socialismo

Advertencla preliminar
- Las frases más o menos “revolucionarias”, dependen de las circunstancias del momento. Corresponde a la “propaganda” el utilizar una u otra manera de decir las cosas, o a los oradores en su caso. En la presente obra he tratado de utilizar expresiones claras renunciando a otras como “cochino burgués”, “infame capitalista” etc. que más desacreditan que honran al que las pronuncia. Hay una tendencia a utilizar un lenguaje “revolucionario”, pero a mantener una actitud conservadora. Entiendo que es preferible lo contrario.
Dice Gracián que hay que desconfiar de los que hablan mucho de armas pues son, con frecuencia, los más cobardes. Lo mismo quiero advertir en el tema del socialismo. Basta con ser “revolucionario”. No hace falta propagarlo a los Cuatro vientos pues al final se puede llegar a dudar.
Tratamos de estudiar “Nuestro Socialismo” y ello exige seria reflexión. Cada cual podrá utilizar después expresiones más “combativas” en la acción callejera, pero deberá demostrar ante los camaradas, que su conocimiento del tema no se limita a expresiones en boga.
- En un principio quise tratar el tema desde el punto de vista exclusivo de CEDADE o, más exactamente, de lo que yo creo, como fundador de CEDADE, que debe ser nuestro socialismo. Para ello quería evitar las menciones históricas referentes al llI Reich, sin embargo ello me ha sido imposible y me he volcado virtualmente a un constante paralelismo con el III Reich. Ello lo he hecho por dos motivos. Primero porque la opinión de Hitler o de Rosenberg había de resultar, indudablemente, más autorizada que la mía y, segundo porque tenemos la gran ventaja -de la que carece el capitalismo y el comunismo- de que la “práctica”, resultó mucho mejor que la teoría. Nuestra fuerza reside más en que “lo hicimos” que no en que “lo haremos”. Sin embargo entiendo que los ocasionales lectores de este trabajo, encuentren chocante la constante referencia a autores alemanes.
- Tres enormes temas, estrechamente vinculados al socialismo, los he tenido que dejar para otra ocasión. Agricultura, finanza y economía, deben tratarse por separado. No extrañe pues, si hago pocas referencias a esos temas.
- Agradezco especialmente a Alfredo de Mjolnir el haberme permitido utilizar su obra inédita, “El Racismo como Socialismo” de la que he extraído numerosas citas. Igual quiero agradecer a todos los que, en los últimos años, han traducido al español obras tan fundamentales como “El Mito del Siglo XX”, “La Teoría del Racismo”, “Imperium”, “El Programa del NSDAP” etc.
- Las citas no contienen en ningún caso aclaración adicional. Son de simple interés bibliográfico, motivo por el cual se consignan juntas al final.