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51 Documentos

Colaboración de los dirigentes sionistas con los nazis

Lenni Brenner
(Editor)

51 Documentos - Colaboración de los dirigentes sionistas con los nazis - Lenni Brenner (editor)

452 páginas
Editorial Canaán
Argentina, 2011

13 x 20,5 cm
Encuadernación rustica.
 Precio para Argentina: 210 pesos
 Precio internacional: 42 euros

 

Lineamientos fundamentales de la propuesta de la Organización Militar Nacional (Irgun Zvai Leumi) concerniente a la solución de la cuestión judía en Europa y la participación de la NMO en la guerra del lado de Alemania.

Esta propuesta a Hitler fue escrita a fines de 1940, cuando Abraham Stern (Yair),(1907-1942), todavía denominaba a su movimiento el Irgun "verdadero", al haberse apartado del Irgun histórico a inicios de ese año. Luego tomaron el nombre de Lohamei Herut Yisrael (Lehi en forma abreviada), Combatientes por la libertad de Israel. Sin embargo, eran universalmente conocidos por el nombre que les dieron los británicos de Palestina: la Banda Stern.
El documento fue presentado a dos diplomáticos alema­nes en 1941, en el Líbano, que entonces estaba gobernado por la Francia de Vichy, aliada a los alemanes. Estos deposi­taron la propuesta en la embajada alemana en Turquía, donde fue encontrada luego de la guerra. –
LB.

1- Pueden existir intereses comunes entre el establecimien­to de un Nuevo Orden en Europa, en conformidad con el concepto alemán, y las verdaderas aspiraciones naciona­les del pueblo judío, tal como son asumidas por la NMO.

2- La cooperación entre la nueva Alemania y un renovado hebraísmo nacional-volkista puede ser posible y...

3- El establecimiento del Estado judío histórico sobre una base nacional y totalitaria, y ligado por un tratado con el Reich alemán, puede ser en interés de una posición de poder alemana fortalecida y sustentable en el Cercano Oriente.

 

ÍNDICE

Introducción VII
Parte I. El sionismo y el antisemitismo antes de Hitler
Theodor Herzl. Conclusión          3
Vladimir Jabotinsky. Una carta sobre la autonomía    8
Chaim Weizmann. Carta a Ahad Ha'am 28
Winston Churchill. Sionismo versus bolchevismo ..31
Albert Einstein. Asimilación y nacionalismo    39
Vladimir Jabotinsky. La muralla de hierro (nosotros y los árabes)  43
Parte II. La Organización Sionista Mudial y el Nazismo antes del Holocausto
1.         Harry Sacher. Reseña del libro del doctor Gustav Krojanker            55
El impulso de Palestina para continuar 57
La Federación sionista de Alemania se dirige al nuevo Estado alemán     59
4.         Acuerdo para la transferencia de propiedad desde Alemania a Palestina 66
B'nai B'rith y la tragedia alemana-judía  70
Moshe Beilinson. La nueva estrategia judía      73
Chaim Nachman Bialik. La hora presente         89
Raphael Powell. ¿Deben los judíos unirse a las asociaciones anti-fascistas?         96
Boris Smolar. Entre las líneas       100
Doctor Gustav Krojanker. La Transferencia: una cuestión vital para el movimiento sionista.... 103
Debatiendo la cuestión de la Transferencia       124
Los alemanes sionistas buscan reconocimiento ... 132
Baal no es Dios        133
Doctor Joachim Printz. El sionismo bajo el gobierno nazi      136
15.       Doctor Joachim Printz y Lenni Brenner. Extractos de una entrevista           143
16.       Franz Albert Six. Informe sobre cuestiones del comando secreto     153
Informe sobre el viaje a Palestina y Egipto       160
Hayim Greenberg. El mito del parasitismo judío . . 166
Parte III. Revisionismo sionista, Fascismo y Nazismo antes del Holocausto
19.       Leopoldo von Mildenstein. Un nazi viaja a Palestina 179
La apelación de Stavsky es concedida    186
Vladimir Jabotinsky. Carta al secretario de Colonias  203
Ruta del arma asesina de 1933      206
Vladimir Jabotinsky. Judíos y fascismo 208
Georg Kareski. Aprueba las leyes del gueto     213
Otra vez Kareski     215
La opinión nazi del sionismo       217
El doctor von Weisl cree en el fascismo 218
Vladimir Jabotinsky. Carta a Plugar Betarim Civittavechia   219
Suplemento a L'Idea Sionistica    221
Apertura del Tercer Congreso de las comunidades judías en el Lejano Este        233
Nuevo Partido palestino   252
Abba Achimeir. Diario de un fascista     256
Parte IV. La Organización Sionista Mundial y el Nazismo durante el Holocausto
33.       Stephen S. Wise. Carta al presidente Franklin D. Roosevelt  266
Memorándum del Departamento de Estado     268
Yitzhak Gruenbaum. Acerca del Holocausto    275
Rabbi Michoel Ber Weissmandel 294
Julián Kossoff. Versión completa de Perdition .... 302
Doctor Rezsó Kasztner, El Informe del Comité ... 305
Roswell D. McClelland. Carta al doctor Kasztner.. 356
Roswell D. McClelland. Carta al doctor Kasztner . . 359
Eichmann I. "Yo los transporté al carnicero..."  361
Eichmann II. "No me arrepiento de nada..."      384
Maurice Carr. El tardío despertar            406
Parte V. La Banda Stern y los Nazis
Lineamientos fundamentales de la propuesta  413
Werner Otto von Hentig. Mi vida en el servicio diplomático           418
Nathan Yellin-Mor. Israel, Israel  421
Una estampilla israelí honra al fundador de la Banda Stern  427
48.       Christopher Walker. Shamir defiende el terrorismo    429
Lenni Brenner. El señor Shamir y Lehi   431
Gerold Frank. La Hazaña  433
Yitzhak Shamir. "Combatiente por la libertad" ... 438
Conclusión. Una palabra final para la solución final.... 443
Glosario        447

Introducción (1)

 

Este libro presenta 51 documentos que acusan al sionismo por sus repetidos intentos de colaborar con Adolfo Hitler. La evidencia, y no yo, convencerá a ustedes de la verdad de la cuestión.
La mayoría de los documentos seleccionados forman la base de mi libro El sionismo en la época de los dictadores, publicado en 1983. Un trotskista desconocido como yo no habría de esperar una reseña del Londón Times. Sin embargo, la hicieron y fue favorable: "Brenner es capaz de citar numerosos casos en que los sionistas colaboraron con regí­menes antisemitas, incluyendo el de Hitler." El diario stalinista Izvestia de Moscú dijo lo mismo, y el libro se con­virtió en algo muy conocido mundialmente entre los especialistas en sionismo. Sin embargo, las principales crí­ticas en mi país fueron en esa época fanáticamente defen­sivas del {Estado de} Israel.
La revista New Republic descargó su ira en contra mía por ser la fuente histórica de la obra de Jim Alien Perdición, de 1987. Los estadounidenses nunca oyeron de ella, pero los historiadores del teatro testificarán que, gracias a los esfuerzos sionistas por suprimirla, es una de las obras más famosas de la historia británica. Yo repliqué. Pero el notoriamente excéntrico editor de la revista no publicó la réplica, violando el derecho a réplica sostenido incluso por las publicaciones sionistas.
El editor de Village Voice me dijo que ellos no reseñarían el libro. "Si a usted no le gusta, publique su propio perió­dico." Así fue, y el público en general del segundo hogar del sionismo moderno nunca oyó mencionar al libro.
Sin embargo, el silencio de los medios respecto a mi libro no es causa para la ignorancia estadounidense respecto al papel del sionismo en el Holocausto. En 1948, Albert Einstein escribió una carta al The New York Times denun­ciando a Menahem Begin y su partido Zionist Herut/Partido de la Libertad como "estrechamente afín a los partidos nazi y fascista en sus métodos, organización, filosofía política y demanda social.
En 1960, la revista Life publicó algunas memorias de Adolf Eichmann, escritas desde su escondrijo. El describe tratativas con el sionista húngaro Rezsó Kasztner. En 1961, el célebre escritor Ben Hecht publicó Perfidia, exponiendo el papel de Kasztner.
En 1963, Hannah Arendt criticó el rol del sionismo en su celebrado Eichmann en Jerusalén, obteniendo a cambio las acostumbradas reseñas críticas insultantes. Lucy Dawi-dowicz tradujo en su Holocaust Reader una oferta secreta de colaboración con los nazis.
Nada de esto impulsó una revaloración pública signi­ficativa del sionismo. A menos que estén implicados ellos mismos, la mayoría de los estadounidenses se mantienen alejados de las lecturas respecto a la política exterior como el demonio del agua bendita.
El interés intelectual serio por cualquier cosa "política" —se trate de Lincoln o de cualquier otra cosa— es más de lo que puede esperarse del 47 por ciento de los estadouni­denses, convencidos de que el Dios de Abraham creó el mundo, más o menos tal cual es, en los últimos 10.000 años.
(Otros creen que los dinosaurios coexistieron con los seres humanos porque los vieron juntos en un dibujo animado.)
Los lectores judíos son en realidad dos públicos distin­tos. Los judíos cosmopolitas, en expansión, son cerca del 50%, y rechazan el judaísmo como una remora intelectual en una época hipercientífica. Desde el momento que encuentran al sionismo conectado con el judaísmo, la mayo­ría no tiene interés en leer acerca de él, al igual que los ex­católicos típicos no leen acerca de la política católica.
Pero los judíos religiosos son comúnmente peores. Hay unos 15.000 super ortodoxos que ven al sionismo como una monstruosa perversión secular de su religión. Sin embargo, para la mayoría de los ortodoxos, la lectura polí­tica implica una propaganda sionista semanal hiper kosher, y otra diaria llevada adelante por gente que busca halagar a los judíos por cuestiones de mercado, y que alienta las ilusiones de sus lectores.
Muchos miembros de sectas conservadoras y reformistas están preocupados por {el Estado de} Israel, que no permite a sus rabinos llevar adelante matrimonios legales. Pero resuelven su conflicto interior, no leyendo acerca, o actuan­do contra, lo que saben que es fanatismo, sino huyendo psíquicamente del tópico.
Hay que estar al tanto que el público árabe y musulmán no es mejor. Un iraní musulmán shií piratea diariamente mi segundo libro, La Muralla de Hierro. Ellos decidieron que mi cifra, seis millones de judíos asesinados por Hitler, era demasiado alta. Los seis se convirtieron en uno.
El clásico proverbio dice: los tontos sobrepasan en número a los listos en todos los países del mundo. Sin embargo, los historiadores deben —y yo trato de hacer­lo— tratar de llegar al pueblo de todas las condiciones. Pero el hecho de la ignorancia política e histórica eleva profundos cuestionamientos sobre la capacidad de la demo­cracia para sobrevivir en una época de guerra, terror y revolución, y esto no puede ser ignorado sin consecuencias destructivas. De esto se tratará en mi capítulo final, "Pen­samientos finales sobre la Solución Final."
Pero ahora {el Estado de} Israel está en los noticieros televisivos cotidianos, y al menos los educados histórica­mente, judíos y gentiles, están aprehendiendo ese cono­cimiento más completo de que el sionismo, con sus 200 bombas atómicas, es esencial a una política mundial sofis­ticada. Hoy, con internet, las charlas radiofónicas, la tele­visión de acceso público, y un agudo declive del sentimiento sionista entre los estadounidenses judíos, el público y los medios en general, la información pura y llana seguramente batirá todos los obstáculos para llegar a los investigadores serios, mucho más allá de los especialistas.
En cualquier caso, como dice Shakespeare "la brevedad es el alma del ingenio", hay una corta nota introductoria a las selecciones, de manera que ustedes puedan entender por sí solos. También tienen ustedes un glosario de térmi­nos extranjeros, organizaciones, etc.
Luego, después que ustedes den su veredicto, me per­mito un corto ensayo como cierre.
Los lectores que busquen una ampliación detallada del material pueden remitirse a mis dos libros, accesibles en las principales bibliotecas públicas y universitarias y actualmente en internet:

www.marxists.de/middleast/brenner/index.htm

www.marxists.de/middleast/ironwall/index.htm

Como los documentos provienen de cinco idiomas dis­tintos, y aquellos en inglés se escribieron a lo largo de déca­das en formatos británico y americano, cada pieza está edi­tada en forma individual, sin una unidad de formato a lo largo de toda la colección.
Los italianos dicen traduttori, traditori, traductores, trai­dores. Pero los míos hicieron un trabajo excelente. Agra­dezco a Hagai Forschner por su tratamiento del trabajo en hebreo de Ytzhak Gruenbam: "Acerca del Holocausto y acerca de la reacción". El profesor Egon Mayor fue más que generoso al proveerme de una traducción provisional, preparada por él, del informe de Rezsó Kasztner sobre sus negociaciones con los nazis. Henry Black fue en ese momento invalorable al revisarlo, y al traducir otros docu­mentos alemanes.
Sin embargo, si hay algún traductor traidor, soy yo mis­mo. No hablo ni alemán, ni hebreo, ni italiano, ni ruso. Pero tengo la chutzpah —término hebreo que significa audacia— para "corregir" a mis traductores, y me hago cargo de toda la responsabilidad por todos los errores de omisión o comisión.
La acusación sin una defensa es automáticamente sos­pechosa. Pero aquí la mayoría de los documentos selec­cionados provienen de fuentes sionistas, algunas escritas específicamente para justificar sus políticas. La mayoría de las piezas son cartas, artículos, memorandos y discursos completos. Otros son capítulos enteros de libros. Y otros documentos tuvieron que ser cuidadosamente citados para eliminar material irrelevante o repetitivo.
Uno de los documentos es nuevo en el ámbito acadé­mico. En 1981 grabé una entrevista con Joachim Prinz, el rabino y dirigente sionista y aspirante a colaborador en la Alemania nazi. Lo discutí brevemente en mi libro. La gra­bación, citada en forma extensa aquí, está siendo enviada a los archivos del American Jewish Congress, que lo eligiera como presidente, para el período 1958-1966, y a la Con­ferencia de presidentes de las principales organizaciones judías, que presidió entre 1966 y 1968.
Los documentos recaen en campos temáticos más amplios. Todos los movimientos están dentro de su matriz histórica. El sionismos se definió respecto al antisemitismo y al racismo antes de Hitler. En consecuencia seis de los documentos del período pre-nazi se presentan en primer lugar para marcar el contexto.
Como el movimiento se dividió organizativamente durante la era nazi, una imagen de las políticas de la Orga­nización Sionista Mundial es continuada por un examen de los sionistas-revisionistas rivales. Esto, a su vez es seguido por el examen de la Banda Stern, una división del revisio­nismo.
"El niño es padre para el adulto". Así cada movimiento contemporáneo es el producto de su pasado, y no hay modo de comprender una ideología importante sin estudiar su historia. Puede resultar incómodo. El material aquí pre­sentado es chocante. Pero todo es verdad.

Lenni Brenner 2002

 

1 [Las notas del traductor figuran entre corchetes]. (Estado de) aparece entre paréntesis porque hemos considerado que Lenni Brenner, como otros autores, se refiere al Estado de Israel, ya que la palabra 'Israel' es un nombre que puede ser aplicado a personas, al antiguo Israel, pero que en este libro como en otros, cuando los autores usan la palabra 'Israel' referida al Estado de Israel, nos pareció conveniente agregarlo entre paréntesis. (El editor).