El Barón Ungern Sternberg (1885-1921) es tal vez el último guerrero con rasgos míticos de los que tenemos referencia, y ésto resulta aun más fascinante cuando vemos combatió con increíble valentía en el moderno siglo XX.
Para algunos fue sólo una máquina sanguinaria de matar y para otros la encarnación de un Dios de la guerra. Visto por unos como un precursor del nazismo por su virulento antisemitismo y la lucha a muerte contra el bolchevismo y por otros idolatrado aun en nuestros días, Ungern fue en realidad un guerrero nacido en Austria en el seno de una familia aristocrática procedente de Letonia. Si bien el Barón profesaba la religión budista, pretendía formar una alianza con todas las dinastías imbuidas de un derecho divino, condición necesaria para combatir el materialismo moderno y la decadencia de este mundo. De aquí se explican su amistad con el Dalai Lama y su ayuda al Tibet, la lucha por la liberación de Mongolia siguiendo el modelo de Gengis Khan, sus contactos con el Japón imperial e incluso con el Islam y sus intentos por restaurar en el poder de Mongolia al Bogd Khan y a los zares en Rusia. El retorno a las monarquías aristocráticas restaurando sus tradiciones sagradas era considerado por él como la fórmula necesaria para combatir la decadencia espiritual del mundo moderno.
La leyenda que lo endiosa cuenta que portaba, al igual que el también mítico Gengis Khan que lo inspiraba, el símbolo de la Swástika como representación de su combate metafísico, así como nos cuenta de su carisma, capacidades supranormales y un poder de clarividencia que lo hizo presagiar muchos de los eventos acaecidos en su vida. La historia nos ha dejado testimonio de su liberación de la capital de Mongolia en marcada inferioridad numérica y de su prestigio guerrero que imponía respeto a su tropa tanto como a sus enemigos.
¿Estaba loco?, ¿era un demonio? ¿O era un semidiós, la reencarnación del Dios Blanco de la Guerra? Odiado y temido, venerado hasta hoy en día en Mongolia y el norte de Europa, el Barón Ungern es, sin duda, uno de los per­sonajes más excepcionales del siglo XX. Al frente de su división asiática de caballería, un puñado de cosacos, mongoles y tibetanos, ocupó Mongolia y tuvo en jaque a todo el ejército rojo.
¿Mito?, ¿leyenda?, es simplemente la historia de una de las épocas más convulsas y violentas del pasado siglo.

EL AUTOR

Manuel Vallejo nació en la primavera de 1952, en la que era entonces ciudad internacional de Tánger, en el seno de una familia originaria de San Fernando (Cádiz). Estudió idio­mas y más tarde viajó por el mundo, dando rienda suelta a su pasión por la Historia y otras culturas. Fue durante más de veinte años guía turístico. Vive en Benalmádena (Má­laga), donde se documenta, escribe y da conferencias.
Esta novela es fruto de su fascinación por la historia mili­tar y sobre todo por la Revolución Rusa, Grecia y Roma. Sus personajes históricos favoritos son Alejandro Magno, general Gordon (Jartum, 1885), General-Barón Ungern Von Sternberg y el general Erwin Rommel.
Prepara un nuevo libro sobre el oro de los zares.

PRÓLOGO

El Barón Ungern Von Stenberg goza en todo momento de una muy abundante bibliografía, sobre todo en lengua inglesa, alemana, rusa, francesa, italiana e incluso japonesa.
Muchos le consideran como uno de los personajes his­tóricos importantes del siglo XX, aunque las opiniones sobre él no dejan de ser muy dispares. Se le ha criticado mucho por su crueldad, locura y antisemitismo, y han llegado a catalogarle como el precursor del nazismo y el fascismo. Pero en algunos grupos identitarios en Rusia, Alemania, Países Bál­ticos o incluso en Italia se le idolatra: tiene páginas web, camisetas, pósters, etc.
Para los que simplemente nos gusta la Historia, no deja de ser un personaje fascinante, rozando lo mágico. Fue una persona íntegra y consecuente con sus ideas hasta el último día; aún hoy, en Mongolia, en pleno siglo XXI, se le recuerda y venera como la reencarnación de una divinidad.
A lo largo de los años he leído e investigado sobre el Dios Blanco de la Guerra, lo he tenido que hacer sobre todo en francés e inglés, puesto que no hay absolutamente nada publicado en lengua española. Tuve que desempolvar viejos apuntes de mis alucinantes charlas con un viejo cosaco en mi juventud, al que deseo de todo corazón que esté en el Ha­des cabalgando junto al Barón.
He viajado a Rusia, al norte de Europa, Italia y Gran Bretaña, y esto me ha permitido encontrar textos relacionados con la Revolución Rusa, los cosacos y, sobre todo, con el Barón Ungern.
Espero y deseo contribuir con este libro para dar a conocer a uno de los personajes más extraordinarios de la his­toria reciente de nuestro mundo.
A partir de esta obra no vais a olvidar tan fácilmente al Barón Ungern; y no dudo de que más de una noche soñareis con el Khan de las Estepas, con un hombre que vivió y murió como muchos desearíamos.

Prepárate para viajar a Siberia y a Mongolia, a cargar con los cosacos, y sobre todo, a soñar... y no dejes nunca de hacerlo porque solo en los sueños puede ser libre el hombre.