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Infierno de Acero

El I cuerpo Panzer SS en Normandía

 

Michael Reynolds

Infierno de Acero - El I cuerpo Panzer SS en Normandía - Michael Reynolds

315 páginas
ilustrado
24 x 17 cm.
Editorial Almena
2012

Encuadernación rústica
 Precio para Argentina: 170 pesos
 Precio internacional: 23 euros

Infierno de acero aporta una mirada única sobre las experiencias del I Cuerpo Panzer SS durante la batalla de Normandía. Este libro, fruto de una meticulosa investigación, explora los orígenes del Cuerpo, su formación y organización y acaba con el mito de que sus dos divisiones panzer Waffen SS, ambas con el nombre de Hitler, fueron aniquiladas en Normandía. De hecho, aunque los aliados nunca olvidaron o perdonaron las atrocidades cometidas por tropas de las SS, muchos admiraron sus cualidades como combatientes.
Y el general Reynolds es uno de ellos; como ya dejó patente en su primer libro El Ayudante del Diablo, publicado este mismo año por Almena Ediciones, el autor no oculta su respeto y admiración por los que en un principio fueron denominados "los soldados del asfalto" pero que pagaron con sangre el derecho a ser reconocidos como unos de los mejores combatientes de la guerra moderna. Si en ese citado libro Reynolds ponderaba y alababa la eficacia de Jochen Peiper como militar, en esta nueva obra pone en valor la actuación de los mandos y soldados de las divisiones acorazadas de las Waffen SS Leibstandarte y Hitlerjugend, que, enfrentados al inmenso poder de cuatro naciones, hicieron gala de un coraje, una determinación y una capacidad militar que produjeron asombro y reconocimiento entre sus propios enemigos. Tras retirarse de una exitosa carrera militar en 1986, el general de división Mike Reynolds se ha convertido en un historiador militar muy respetado. Es autor de otros cinco libros, aclamados por la crítica internacional y editados en numerosos idiomas.

 

ÍNDICE

Agradecimientos         
Introducción   
Elenco de altos mandos          
Prólogo          
Capítulo 1. Orígenes  
Capítulo 2. Formación           
Capítulo 3. Las máquinas de guerra    
Capítulo 4. Organización y tácticas     
Capítulo 5. El escenario          
Capítulo 6. 6 de junio. Día D 
Capítulo 7. 7 de junio. Primer choque           
Capítulo 8. Del 8 al 10 de junio. Las batallas por las cabezas de puente          
Capítulo 9. 11 de junio. Parálisis        
Capítulo 10. Crímenes de guerra        
Capítulo 11. Del 12 al 14 de junio. La Operación PERCH y la batalla de Villers-Bocage..
12 de junio. Preludio  
Del 13 al 14 de junio. La batalla         
Post mortem  
Capítulo 12. Del 14 al 24 de junio. La calma antes de la tormenta     
Capítulo 13. Del 25 de junio al 1 de julio. La Operación EPSOM y la batalla del Odón       
25 de junio     
26 de junio     
27 de junio     
28 de junio     
29 de junio     
30 de junio-1 de julio 
Capítulo 14. Del 2 al 3 de julio. Salidas y llegadas      
Capítulo 15. 4 de julio. La Operación WINDSOR: la batalla por Carpiquet 
Capítulo 16. Del 7 al 11 de julio. La Operación CHARNWOOD y la batalla por Caen       
7 de julio. El bombardeo        
8 de julio. El ataque    
9 de julio. La retirada  
Capítulo 17. Del 10 al 11 de julio. La Operación JUPITER y la batalla por la Cota 112       
Capítulo 18. Del 12 al 17 de julio. R & R     
Capítulo 19. Del 18 al 21 de julio. La Operación GOODWOOD
y la batalla por la cresta de Bourguébus           
18 de julio. El corredor acorazado       
19 de julio. Codo con codo    
Del 20 al 21 de julio. Un mal negocio
Posdata
Capítulo 20. 25 de julio. La Operación SPRING y la batalla de la llanura        
Capítulo 21. Del 26 de julio al 5 de agosto. La batalla por Tilly          
Capítulo 22. Del 6 al 9 de agosto. Otra cabeza de puente en el Orne    199
Capítulo 23. Del 6 al 10 de agosto. El contraataque de Mortain           201
Antecedentes y Operación COBRA       201
6 de agosto       203
7 de agosto. La Operación LÜTTICH   206
8 de agosto. Tablas       213
9 de agosto. “El ataque tiene que continuar”     214
10 de agosto. Status quo           215
Posdata 215
Capítulo 24. Del 8 al 11 de agosto. La Operación TOTALIZE
y la primera batalla de Falaise   217
8 de agosto. “Un día aún más negro para el ejército alemán”     217
9 de agosto. “Se observó terreno elevado”          226
Del 10 al 11 de agosto. “Unos cuantos pueden contener a muchos aquí”          230
El fin de un as  233
Capítulo 25. Del 11 al 18 de agosto. La segunda batalla de Falaise        234
Del 11 al 13 de agosto. “Reconocimiento ofensivo”      234
14 de agosto. La Operación TRACTABLE y la batalla del Laison          236
15 de agosto. La batalla por la Cota 159           238
Del 16 al 18 de agosto. La caída de Falaise        241
Capítulo 26. Del 11 al 18 de agosto. La Leibstandarte se retira 245
Capítulo 27. Del 18 al 25 de agosto. La última batalla de Normandía   248
Del 18 al 19 de agosto. La bolsa de Falaise        248
Del 20 al 22 de agosto. Ruptura           257
Del 23 al 25 de agosto. Posdata            264
Epílogo            264
Apéndice I. La Ia División Panzer SS LAH el 1 de julio de 1944           268
Apéndice II. El 1er Regimiento Panzer SS y el 1er Bon Recon SS el 1 de julio de 1944  269
Apéndice III. El 1er y el 2o Regimiento de Granaderos Panzer SS el 1 de julio de 1944 270
Apéndice IV. La 12a División Panzer SS HJ el 6 de junio de 1944        271
Apéndice V. El 12° Regimiento Panzer SS y el 12° Bon Recon SS el 6 de junio de 1944           272
Apéndice VI. El 25° y el 26° Regimiento de Granaderos Panzer SS el 6 de junio de 1944.... 273
Apéndice VIL Una división acorazada estadounidense en junio de 1944            274
Apéndice VIII. Una división acorazada británica/canadiense/polaca en junio de 1944    275
Apéndice IX. Una división de infantería estadounidense en junio de 1944         276
Apéndice X. Una división de infantería británica/canadiense en junio de 1944  277
Apéndice XI. La cadena de mando alemana en junio de 1944    278
Apéndice XII. La cadena de mando aliada el 6 de junio de 1944           279
Apéndice XIII. Guía de abreviaturas y de palabras alemanas      280
Bibliografía       282
Mapas  285
Notas   295

INTRODUCCIÓN

 

“Las naciones y los pueblos son en gran parte las historias con las que se alimentan a sí mismos. Si se cuentan historias que son mentira, sufrirán las futuras consecuencias de aquellas mentiras. Si se cuentan historias que encaren sus propias verdades, liberarán sus historias para un florecimiento futuro”; Ben Okri2.
Tras la publicación de mi primer libro, El ayudante del diablo; Jochen Peiper, líder panzer 3, unas cuantas personas, incluyendo algunas que habían luchado contra los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, me escribieron para decirme que, aunque nunca podrían olvidar los ultrajes y las atrocidades cometidas por algunos miembros de la Wehrmacht4 de Hitler, particularmente las Waffen SS, no podían sino admirar sus logros militares y su asombrosa capacidad de recuperación. Un oficial británico de alta graduación retirado escribió:
A pesar de todas sus derrotas y todas sus bajas, siempre parecían tener un inagotable suministro de jefes de sección y de batallón. Tristemente, éste no era siempre el caso en nuestro propio ejército, como John Keegan apuntó en su libro, Six Armies in Normandy5. Me interesaría saber cómo fueron capaces los alemanes de sacar buenos líderes en los momentos de crisis. También eran mejores que los ejércitos aliados en amalgamar en un grupo una amplia variedad de unidades de todas las armas y luego luchar como tigres. ¿Hay algo que nuestro ejército pueda aprender de ellos'!
Estos pensamientos me llevaron a revisar algunas de las acciones y hazañas más notables realizadas por el ejército alemán, y también los extraordinarios índices de bajas que parecían ser capaces de soportar sin que se colapsara su moral. Me dediqué en particular a la campaña de Normandía del verano de 1944, cuando los alemanes se enfrentaron a las fuerzas armadas de no sólo una nación, sino de cuatro. El resultado es este libro, el cual se centra deliberadamente en las dos divisiones de las Waffen SS elegidas por Hitler en el verano de 1943 para formar su nuevo I Cuerpo de Ejército Panzer SS, y las cuales, sumadas ambas, combatieron en cada una de las principales batallas de Normandía. Eran la Ia División de Granaderos Panzer SS Leibstandarte Adolf Hitler y la 12a División de Granaderos Panzer SS Hitlerjugend. Ambas serían transformadas más tarde en divisiones panzer6.
Aunque otras formaciones, como la 21a Panzer y la Panzer Lehr1, fueron puestas bajo el mando del I Cuerpo Panzer SS durante la batalla de Normandía, este libro describirá solamente las acciones de las divisiones que componían el Cuerpo y las del 101° Batallón de Panzer Pesados SS, que era una parte integral de éste; sólo las unidades cuyos miembros tenían derecho a llevar el nombre de Hitler en sus bocamangas8 y el emblema “Dietrich” en sus vehículos. Por lo tanto, este libro no discutirá ni describirá los aspectos estratégicos de la batalla de Normandía; otros muchos libros se han encargado ya de ello. Se dedicará más bien a estudiar la batalla táctica en lo que afectó al soldado combatiente. Tengo la esperanza de que ayude a explicar tanto las fortalezas como las debilidades de las Waffen SS, y a que los soldados del futuro puedan aprender de las agonías que sus antepasados, de cualquier nación, soportaron en Normandía en 1944. Espero también que el lector lo encuentre equilibrado e imparcial.
Al poco de haber empezado a trabajar en este libro me encontré con una vieja copia del Home Journal of the British Army9; contenía un artículo que sugería que los historiadores son proclives a desarrollar frecuentemente pensamientos y escritos revisionistas, y que en la tranquilidad del mundo académico se apresuran demasiado en criticar a comandantes militares del pasado y en sugerir que sus soldados estaban mal entrenados y equipados y, con frecuencia, pobremente motivados. Soy consciente de que este libro puede muy bien exponerme a tales críticas, pero creo que es lo correcto intentar describir de forma precisa las campañas militares con la intención de sacar a la luz cualquier mito que pudiera haber surgido y señalar los errores y omisiones que resulten obvios. Aunque el objetivo de cualquier campaña militar debe ser derrotar al enemigo, no puede ser malo hacer un balance posterior de los costes en que se ha incurrido y sacar las lecciones adecuadas. La historia de los desembarcos anfibios, comenzando con Gallipoli, es un buen ejemplo; fue una suerte que los aliados sacaran las conclusiones apropiadas para emplearlas en Normandía.
Durante mi carrera militar luché junto a tropas americanas y canadienses en Corea, incluso acompañando a una compañía de infantería estadounidense en una operación. Más tarde serví en Canadá durante dos años como oficial de intercambio con el ejército canadiense, un conjunto de dieciséis años alternativos en Alemania y tres años con los americanos, igualmente en Alemania; también tuve el gran privilegio de mandar soldados americanos, canadienses y alemanes, así como británicos, durante mis tres años como jefe de la Fuerza Móvil Internacional de la OTAN en los años 80. Por lo tanto, he tenido una oportunidad única de estudiar las fortalezas y las debilidades, tanto en términos humanos como materiales, de estos ejércitos y de sus soldados y compararlas con las de sus predecesores de 1944. Me alegro de que, con toda probabilidad, en cualquier guerra futura todos estaremos en el mismo bando.

PRÓLOGO

 

A comienzos de junio de 1941 Hitler controlaba Europa desde el cabo Norte hasta los Pirineos, y desde el Canal de la Mancha y las costas del Mar del Norte hasta las fronteras de la Unión Soviética y Turquía. Sólo el Imperio Británico y la Commonwealth'0 seguían en guerra con Alemania e Italia. Exactamente tres años más tarde, los americanos, los británicos y los canadienses habían reunido las fuerzas necesarias para embarcarse en una cruzada para destruir al Tercer Reich desde el oeste mientras los ejércitos de Stalin avanzaban implacablemente desde el este.
Poco después de la medianoche del 6 de junio de 1944, una pequeña fuerza de 200 hombres de la 6a Brigada de Desembarco Aéreo transportada en planeador tomó los puentes sobre el canal de Caen y sobre el río Orne en Ranville. Era la primera acción de la invasión aliada de Normandía. A las 0240" horas, 1.200 aviones de transporte y 700 planeadores habrían llevado a casi 24.000 paracaidistas americanos y británicos a los flancos de una cabeza de playa de 80 km de anchura.
Frente a la costa, en un mar encrespado, nueve acorazados, veintitrés cruceros y setenta y tres destructores aliados se encontraban preparados para comenzar a bombardear las defensas alemanas, y otros treinta y un destructores y setenta y una corbetas se encargaban de proteger a los casi 6.500 buques de pasajeros convertidos, mercantes y naves de desembarco de carros de combate que llevaban a los 150.000 soldados y 800 carros que debían ser puestos en tierra antes de que hubiera acabado el día.
En el interior, inmediatas a la zona de invasión, cinco confiadas divisiones de infantería alemanas y un regimiento de paracaidistas estaban situados tras la llamada “Muralla del Atlántico”. Muchos de los mandos alemanes responsables de las defensas de la costa del canal ni siquiera estaban presentes en sus cuarteles generales. La única fuerza acorazada que podía atacar la costa de forma inmediata era la famosa 21a División Panzer, pero no podía entrar en acción sin la autorización personal del jefe del Grupo de Ejércitos B: mariscal de campo Erwin Rommel, y éste estaba a casi 1.000 km de distancia, cerca de Ulm, en Alemania.
El bombardeo naval aliado comenzó justo antes de las 0530 horas, y a las 0620, 1.600 bombarderos aliados pesados y medios completaron sus misiones contra las defensas y las infraestructuras costeras. Diez minutos después las primeras tropas americanas llegaron a la playa Utah'2, y a las 0725 horas los carros barreminas británicos tocaron la playa Sword, en el flanco oriental. Los cazas y los cazabombarderos de las fuerzas aéreas tácticas aliadas rugían en apoyo de lo que iba a ser la mayor y más compleja operación anfibia en la historia de las guerras.
Sin el dominio del mar ni del aire, ni siquiera durante periodos limitados, las únicas formaciones alemanas con alguna esperanza de poder derrotar a la invasión aliada eran las seis divisiones panzer basadas en la Francia septentrional y en Bélgica. Dos de ellas eran únicas porque sólo ellas llevaban el nombre de Hitler; una, la 12a División Panzer SS Hitlerjugend, todavía no había sido probada en combate, pero pronto se ganaría una reputación formidable; la otra, la Ia División Panzer SS Leibstandarte Adolf Hitler, había estado combatiendo casi constantemente desde septiembre de 1939 y era, probablemente, la más temida de todas las divisiones de las Waffen SS. Juntas habían sido designadas por el Führer para formar su I Cuerpo de Ejército Panzer SS Leibstandarte. A pesar de que a esas alturas de la guerra las apuestas estaban contra ellos, los miembros de este Cuerpo único seguían confiando en la victoria; como un arrogante jefe de regimiento de las Waffen SS comentó la noche de los desembarcos aliados: “¡Pececitos! Les devolveremos al mar por la mañana"
Lo que sigue es la historia de su intento por conseguirlo y de las batallas que llevaron a su destrucción.