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La obra nacional Dopolavoro (post-trabajo)
en la Italia fascista

 

Opera Nazionale Dopolavoro

La obra nacional Dopolavoro (post-trabajo) en la Italia fascista - Opera Nazionale Dopolavoro

112 páginas
medidas: 14,5 x 21 cm.
Ediciones Sieghels
2014
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 190 pesos
 Precio internacional: 13 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Obra Nacional Dopolavoro (Institución Nacional Pos-Trabajo) está enmarcada en la vasta acción iniciada por el Régimen Fascista para asistir a los trabajadores y constituye uno de los institutos sociales más modernos, que, por un lado, resuelve el problema del descanso de los trabajadores, y, por otro lado, penetra en las masas, tendiendo a elevarlas física, intelectual y moralmente.
Creada por el Duce en 1925, puede decirse que representa una de las instituciones más originales y audaces del Fascismo. En espíritu y en práctica, revela ser uno de los medios más poderosos de educación social y de progreso civil.
La Obra no se manifiesta como expresión de un humanitarismo superado y humillante, sino como expresión del interés con que el Estado se consagra a sus ciudadanos, y particularmente a los trabajadores.
En Italia, el espíritu del Dopolavoro nace de la doctrina y del concepto fascistas, que no consideran al trabajador como a una sub-especie humana, menesterosa de la particular atención de los electos, sino como productor de la riqueza nacional; y, por ello, merecedor y digno de que se lo facilite en sus aspiraciones a mejorarse para gozar los beneficios del progreso y de la civilización moderna, a elevarse y educarse espiritualmente para poder participar a la vida del Estado, del que ya no se siente ajeno, y del que es parte esencial y activa.
El Dopolavoro es la fragua ardiente en que se forja el nuevo ciudadano productor. Y así como el Fascismo tutela por medio del Sindicato el trabajo y sus legítimos derechos, así también da al pueblo, por medio del Dopolavoro, la sensación cotidiana de la asistencia del régimen, restaurando su sentimiento de la familia, célula de la sociedad nacional, alejándole del ocio y del vicio, utilizando la tendencia asociativa de las masas para encauzarlas en el sentido de la evolución progresiva del cuerpo y del espíritu.
La Italia de Benito Mussolini fue la primera nación del mundo que, con visión realista, a la acción de amparar los intereses de los trabajadores en el campo económico, unió la acción de ampararlos también en el campo moral, adoptando y creando los medios apropiados para elevar la mentalidad de los trabajadores mismos, sus costumbres, su sistema de vida, con la firme convicción de que, de este modo, se satisfacen sus más legitimas e integrales aspiraciones.
En efecto, la Obra Nacional Dopolavoro reúne, encuadra y disciplina, encauzándolas hacia una finalidad única, las manifestaciones artísticas, deportivas y culturales que surgen en el pueblo como una necesidad espiritual, y las coordina, las incrementa, las desarrolla.

 

ÍNDICE

 

LA INSTITUCIÓN
Espíritu y naturaleza de la O.N.D. 9
Organización 14
Dopolavoros estatales 16
Dopolavoros rurales 18
EDUCACIÓN ARTÍSTICA Y CULTURA POPULAR
La “ filodramática “ 21
Datos estadísticos 27
Los “ carros de tespis “ de prosa 27
Espectáculos al aire libre 31
El “ carro de tespis “ lírico 32
Facilitaciones 38
“Sábados teatrales“ 38
Espectáculos líricos 40
Actividad musical 40
Conciertos 41
Escuelas corales 43
Bandas 44
Concursos. 45
Datos estadísticos. 47
Cinematógrafo 48
Radiofonía 51
Datos estadísticos 52
Cultura general 53
Concursos de cuentos 55
Bibliotecas 56
Datos estadísticos 59
Tradiciones populares 59
Fototeca popular 61
El cine y el folklore 61
Exposiciones de artes de pastores y decoración de instrumentos de trabajo 62
Canción, música y danzas 63
El Dopolavoro y la etnofonía 63
Coros y danzas 64
Concursos de canciones 65
Fiestas populares 65
Reuniones, romerías de mayo, fiestas de las canciones 69
Danza popular 70
EDUCACIÓN FÍSICA
Educación física 73
El juego de bochas 76
El tiro a la cuerda. 77
Juego del “pallone“ y del “tamburello“ 77
Deporte del remo con asiento fijo y certificado de natación 78
Certificados atléticos. Carreras campestres 79
Concursos nacionales 80
Datos estadísticos 83
Excursionismo 84
Datos estadísticos 88
ASISTENCIA SOCIAL Y SANITARIA
Asistencia social 91
Casas y huerto-jardines 93
Seguros durante las manifestaciones y extra trabajo 95
Facilitaciones y descuentos 96
Termas de Viterbo 98
Protección antiaérea 98
Asistencia sanitaria 99
Datos estadísticos sobre la asistencia sanitaria 102
Actividad editorial de la O.N.D. 103
Anexo fotográfico 106

ESPÍRITU Y NATURALEZA DE LA O.N.D.

La Obra Nacional Dopolavoro (Institución Nacional Pos-Trabajo) está enmarcada en la vasta acción iniciada por el Régimen Fascista para asistir a los trabajadores y constituye uno de los institutos sociales más modernos, que, por un lado, resuelve el problema del descanso de los trabajadores, y, por otro lado, penetra en las masas, tendiendo a elevarlas física, intelectual y moralmente.
Creada por el Duce en 1925, puede decirse que representa, actualmente, una de las instituciones más originales y audaces del Fascismo. En espíritu y en práctica, revela ser uno de los medios más poderosos de educación social y de progreso civil.
La Obra se distingue netamente de las demás instituciones similares que la precedieron en Italia misma o en el extranjero, por su perfecta adherencia al pueblo, y ello, principalmente, porque no se manifiesta como, expresión de un humanitarismo superado y humillante, sino como expresión del interés con que el Estado se consagra a sus ciudadanos, y particularmente a los trabajadores.
Los resultados del primer decenio de vida del Dopolavoro han llamado la atención de todo el mundo, al punto de que muchas naciones, como Inglaterra, Alemania, Austria, etc., siguiendo el ejemplo y el criterio de Italia, crearon instituciones que denotan, manifiestamente originarse de la idea que Italia fue la primera en realizar.
En Italia, el espíritu del Dopolavoro nace de la doctrina y del concepto fascistas, que no consideran al trabajador como a una sub-especie humana, menesterosa de la particular atención de los electos, sino como productor de la riqueza nacional; y, por ello, merecedor y digno de que se lo facilite en sus aspiraciones a mejorarse para gozar los beneficios del progreso y de la civilización moderna, a elevarse y educarse espiritualmente para poder participar a la vida del Estado, del que ya no se siente ajeno, y del que es parte esencial y activa.
El Dopolavoro es la fragua ardiente en que se forja el nuevo ciudadano productor. Y así como el Fascismo tutela por medio del Sindicato el trabajo y sus legítimos derechos, así también da al pueblo, por medio del Dopolavoro, la sensación cotidiana de la asistencia del régimen, restaurando su sentimiento de la familia, célula de la sociedad nacional, alejándole del ocio y del vicio, utilizando la tendencia asociativa de las masas para encauzarlas en el sentido de la evolución progresiva del cuerpo y del espíritu.
El Dopolavoro puede considerarse como una aplicación genial y feliz del principio que inspira toda la política del Fascismo, a saber: no solamente defender y valorizar el trabajo en el nombre y en el interés superior de la Nación, sino también defender y valorizar el descanso, utilizándolo para reconstruir y tutelar la energía física y mental del individuo, para educarlo moral y físicamente, siempre en el interés supremo de la sociedad nacional.
La Italia de Benito Mussolini fue la primera nación del mundo que, con visión realista, a la acción de amparar los intereses de los trabajadores en el campo económico, unió la acción de ampararlos también en el campo moral, adoptando y creando los medios apropiados para elevar la mentalidad de los trabajadores mismos, sus costumbres, su sistema de vida, con la firme convicción de que, de este modo, se satisfacen sus más legitimas e integrales aspiraciones.
Tales son los caracteres distintivos de la “ Obra Nacional Dopolavoro “, que, como hemos dicho, hacen de ella una institución social realmente nueva, y la diferencian notablemente de las iniciativas pseudo-humanitarias de las viejas democracias.
Todas las actividades de post-trabajo se hallan coordinadas y encuadradas en la organización del Dopolavoro, que utiliza con gran amplitud, para la realización de sus elevados fines, todas las formas de recreo y todo medio de educación que ofrecen la civilización moderna y el progreso.
En efecto, la Obra Nacional Dopolavoro reúne, encuadra y disciplina, encauzándolas hacia una finalidad única, las manifestaciones artísticas, deportivas y culturales que surgen en el pueblo como una necesidad espiritual, y las coordina, las incrementa, las desarrolla. Consideradas en grandes grupos, las actividades del Dopolavoro pueden dividirse en tres categorías: Educación Cultural, Educación física y Asistencia Social.
La Educación cultural se efectúa a través de la enseñanza profesional, en todo lo que sea valorización y mejoramiento técnico del obrero, por medio de cursos festivos, nocturnos, prácticos, de perfeccionamiento: y esto utilizando el concurso y el auxilio de las escuelas de artes y oficios ya existentes. Completan la enseñanza técnica y profesional la institución de bibliotecas, fijas y circulantes, dotadas de libros de lectura amena, moral educativa; cursos nocturnos de instrucción elemental y complementaria y de cultura general; conferencias, conversaciones entretenidas; concursos de publicaciones dopolavoristas, con premios, etc.
Además de esto, el Dopolavoro mejora bandas de música, sociedades filarmónicas, corales, organiza conciertos vocales e instrumentales, concursos, reuniones; fomenta y contribuye a la constitución de teatros de aficionados en todos los centros dopolavoristas, como medio eficaz y agradable de elevación espiritual y moral; enmarca a las diversas filodramáticas en la propia organización; realiza concursos filodramáticos nacionales y regionales; difunde un repertorio esencialmente nacional y educativo; se sirve de la Radio y del Cine como instrumentos de distracción y, al mismo tiempo, de educación, y, finalmente, haciendo resurgir las más hermosas y sugestivas costumbres antiguas, reaviva el culto sano y vital de las tradiciones populares.
La Educación física, en todas sus formas, se realiza por medio de una maravillosa organización sportiva que abarca desde la capital hasta la más pequeña comuna del Reino, y que, extendiendo a la masa del pueblo lo que era solamente privilegio de pocos, permite que actualmente millones de trabajadores de todas las especies gocen de una educación física racionalmente organizada, y que comprende manifestaciones muy variadas desde las excursiones a la montaña hasta la partida de bochas, desde la natación hasta la esgrima.
La realidad científicamente experimentada y controlada, ha demostrado que el ejercicio físico también obra sobre los organismos adultos, con efectos inmediatos y mediatos, siempre que se lo realice con criterios rigurosos, tales como son los que inspiran a la Obra Nacional Dopolavoro, y que se resumen en un armónico equilibrio vital de las fuerzas físicas e intelectuales. Por esto, el deporte dopolavorista es muy diverso de lo que comúnmente se entiende por sport: va hacia las masas no ya para destacar de entre ellas al campeón o para crear tipos excepcionales que puedan lanzarse a la conquista de records, sino para enseñar prácticamente que, con poco esfuerzo, se pueden mejorar las propias condiciones físicas, robustecerse, oponer mayor resistencia a las enfermedades, templarse, en fin, y prepararse eficientemente para las fatigas del trabajo y, si fuese necesario, para las de la guerra.
La asistencia social se dirige a divulgar y a aplicar normas para la prevención de accidentes y enfermedades; asiste a los accidentados y a los enfermos, curándolos en dispensarios, sanatorios y establecimientos termales; fomenta la construcción de pequeñas viviendas populares económicas; favore14
ce la constitución de sociedades cooperativas de edificación que tengan por objeto crear “ciudades-jardines”; sugiere todos los medios aptos para suprimir las colmenas humanas, que justamente se consideran antihigiénicas; proporciona estudio, consejo y ayuda a todas las formas de economía doméstica, relacionadas con la organización familiar, en conformidad con las costumbres domésticas que reinan en las diversas regiones; promueve e incrementa formas cooperativas de consumo, de previsión, etc.