Libreria Argentina Libreria Argentina Libreria Argentina

 

La Guerra Desconocida

 

Otto Skorzeny

La Guerra Desconocida - Otto Skorzeny

440 páginas
21 x 14,5 cm.
Ediciones Sieghels, 2010
Encuadernación rústica

 Precio para Argentina: 100 pesos
 Precio internacional: 24 euros

El coronel Otto Skorzeny, a quien la leyenda ha considerado como el "hombre más peligroso de Europa", no es únicamente el oficial alemán que se hizo célebre con la liberación de Benito Mussolini, en 1943, es, sobre todo, el autor de una nueva estrategia que revolucionó las artes militares.
A esta conclusión llegaron cuatro oficiales del Ejército aliado que estudiaron con todo detalle la actuación del coronel Otto Skorzeny y de sus "Unidades Especiales" durante la Segunda Guerra Mundial. Los cuatro rindieron homenaje a los resultados excepcionales y sorprendentes obtenidos por el que fue algo más que un "magnífico aventurero".
En cualquier caso, bien puede llamarse Desconocida la guerra que Otto Skorzeny cuenta en este libro, porque él, como actor y testigo, descubre en sus memorias muchas de las incógnitas que su genio militar planteó al mundo.
Encontraremos en las conversaciones, las reflexiones, los documentos que nos confió y que hemos recogido de la manera más escrupulosa, numerosos temas de meditación. Es verdaderamente un nuevo aspecto de la Segunda Guerra mundial lo que él nos da mientras que él mismo ilustra con su acción, este pensamiento de Napoleón:
«En la guerra no son los hombres los que cuentan, es el hombre.»

 

ÍNDICE

“Prólogo.........................................................15

PRIMERA PARTE

I - Sobre el derecho de los pueblos a disponer de ellos mismos.........19
Un triunvirato imaginativo: Borghese de Marchi-Skorzeny — Mí juventud en Viena.
— Dramas de un pueblo alemán en un Estado austríaco. — Estudiante: los
duelos. — Supresión por Baldur Von Schirach de las asociaciones de estudiantes:
yo expongo más tarde a Hitler por qué deben renacer. — Ingeniero: trabajo, deporte
y compromiso político en favor de una unión con Alemania. — Goebbels en Viena.
— Dollfuss pone fuera de la ley a marxistas y nacionalsocialistas. — Cosas extrañas
en el putsch frustrado. — Planetta arroja un tiro sobre Dollfuss, que queda
mortalmente herido por «dos» balas. — Viaje de bodas a Italia. — La represión.

II - Anschluss..............................................................31
Gimnasia en el «Deutscher Turnverein». — Singular Referendum propuesto por
Schuschnigg, o aisltado sin aislador. — La noche del 11 de marzo de 1938. —
Seyss-Inquart, Canciller. — En el palacio presidencial: Drama evitado entre S.A. y
Guardias Federales. — Hitler visto desde lo alto de nuestros andamios. — Palinodias
y plebiscito triunfal. — Los hombres del otro lado del main.

III - Waffen SS..................................................................41
Dantzig y el pacto germano-soviético. — «Si alguna vez perdemos esta guerra...».
— Movilizado en la Luftwaffe y trasladado a los Waffen SS. — Errores y confusiones.
— Origen de los SS y de los Waffen SS. — La Totenkopf. — El general Paul
Hausser. — Nada de «señor». — Espíritu de cuerpo e ideologías. — Combatientes
europeos que no recibían órdenes de Himmler. — La encuesta de la sección histórica
del Ejército israelí: un ensayo de clasificación de los combatientes de las dos guerras mundiales. — El príncipe Valerio Borghese.

IV - Por qué no desembarcamos en Inglaterra y no fuimos a Gibraltar?............................................................49
La «compañía del claro de luna». — Campaña de Francia con la división SS-Verfügungstruppe. — Caza del Tiger en los suburbios de Burdeos. — La operación
Félix sobre Gibraltar. — Un «almirante con siete almas»: Canaris, Jefe del Abwehr.
— Su meta: «Impedir por todos los medios que Alemania gane la guerra». — Exigencias
del general Franco. — La operación Otarie. — Falsas informaciones del Jefe
del Abwehr. — Franqueza de Winston Churchill.

V - De la Mancha a los Balkanes...........................................59
La operación Otarie aplazada ad calendas griegas. — Explicaciones del embajador
Hewel. — En Francia: el arresto del presidente Laval y la operación Attila. — «De
un combatiente SS no se debe ni siquiera sospechar. — La entente con Francia base
de la nueva Europa. — El embajador Abetz superado por los acontecimientos. —
En los Balkanes. — «¡Stoi!». — Reflexiones sobre la toma de la isla de Creta. —
Belgrado. — Ni Gibraltar ni Suez ni Malta... — Vuelta a la Alta Austria.

VI - Verdades ignoradas sobre la misión de Rudolf Hess, el 10 de
mayo de 1941....................................................................69
La guerra podía terminarse en marzo de 1940. — Personalidad de Hess. — Ardiente
partidario de un entendimiento con Gran Bretaña. — Representante y sucesor de
Hitler. — Minuciosa preparación del raid. — Vanas gestiones del Gauleiter Bohle.
— El profesor Haushofer. — No combatir en dos frentes. — La entrevista Hitler-
Darlan: 11 de mayo 1941. — Precisiones americanas desde 1943. — Hess creyó
comunicarse con el duque de Hamilton: se comunicaba con los servicios secretos
británicos. — El avión de Hess escoltado por dos cazas de la RAF. — Estupefacción
muy real del duque de Hamilton. — Proposiciones de Hess en nombre del Führer:
viéndose engañado, es victima de una depresión nerviosa. — Incoherencia de las
tesis a menudo presentadas. — ¿Descubrió finalmente Hitler la trampa, o bien Hess
se marchó de total acuerdo con él? — Churchill rehúsa canjear a Hess en 1943. —
En Nüremberg.

VII - Barbarossa...............................................................79
Estado lamentable del material después de la campaña de los Balkanes. — ¿El Golfo
Pérsico o Egipto? — Lawrence y los siete pilares. — «Soldados del frente del
Este...». — Qué sería hoy de Europa si Hitler no hubiese atacado a Stalin? — El
Führer se engañaba y era engañado. — poder y táctica del enemigo. — Leyenda
tenaz de «la sorpresa» de Stalin. — Estaba prevenido de nuestro ataque desde el
mes de diciembre de 1940, época en la cual Roosevelt le entregaba ya aviones y le
enviaba oficiales monitores.

VIII - La traición permanente..................................................89
Aspectos secretos de la guerra. — Orígenes de la traición permanente. — Hitler
suprime las castas militares. — Sostiene las concepciones nuevas de Guderian y de
Manstein contra Beck — Stülpnagel y Halder. — Canaris y «el vendedor de muerte
súbita», Basil Zaharoli. — El asunto Toukhatchevsky: tres millones de rublos en billetes numerados. — Verdaderos resultados de la maquinación. Conjunto de la
conjura contra el nuevo Estado alemán. — Fines quiméricos de los conjurados. —
Fin realista de Churchill. — Responsabilidad de los conspiradores en la desarticulación
de la guerra. — Desprecio del enemigo por los conjurados. — Los músicos
profesionales de la Rote Kapelle. — Una fábula de Schellenberg. — Coro, Olga,
Werther y los Tres Rojos. — Neutralidad suiza.

IX - ¿Por qué no tomamos Moscú?................................................107
Con el Panzergruppe Guderian. — Heinz el Rápido y el mariscal Rommel — Franqueamos
Beresina y Dniéper. — Cuerpo a cuerpo con los carros T-34. — El infierno
de Ielnya. — Suerte lastimosa del campesino ruso. — Stalin no informado por la
Orquesta roja: triunfo en Ucrania, 1.328.000 prisioneros. — Batalla de Borodino.
— El grupo de ejércitos atascado. — Toma de Istra. — La helada. — Los cohetes de
aire líquido. — Bombardeamos los suburbios de Moscú. — La orden de retirada. —
Razones de nuestro fracaso. — Impericia y sabotaje. — No se gana teniendo a seis
contra uno. — Richard Sorge: había conocido a la futura Mme. Ott en Munich. —
Extraños fiadores: Agnes Smedley y el doctor Zeller. — Verdadera personalidad del
embajador Eugen Ott. — Facilita y cubre la tarea del espía. — El dossier Liouchkov
remitido a Moscú. — Por qué Stalin pudo desguarnecer casi totalmente su frente
del Este. — ¿Fue Sorge canjeado como debía serlo Rudolf Abel? — Su acción y
quizás su existencia, incompatibles con la leyenda del «milagro de Moscú». — Reflexiones sobre la retirada.

SEGUNDA PARTE

I - La capitulación sin condiciones. La verdad sobre Stalingrado...125
Evacuado. — En la escuela de aplicación de blindados. — Regreso a Berlín al batallón
de instrucción de la división de los Waffen SS Leibstandarte Adolf Hitler.
— Roosevelt exige una «unconditional surrender». — Verdaderas razones de esta
decisión. — Las negociaciones secretas de Estocolmo y de Ankara. — Confidencias
de Franz von Papen, después de la guerra, en Madrid. — En Ankara, sin avisar a
Hitler ni a Ribbentrop, maniobra para que los americanos estén prevenidos de las
aperturas rusas. — Reacciones negativas en el Ministerio de Asuntos Extranjeros
Alemanes. — Los rusos se ven engañados. Se pierde una gran ocasión de paz. — La
capitulación del 6.° ejército en Stalingrado. — Causas de la tragedia. —- El Plan
Azul estaba desde noviembre sobre la mesa de Stalin. — Timochenko aplastado. —
Stalin pregunta a la Orquesta roja: «¿Dónde está von Paulus?». — Sin gasolina
durante dieciocho días. — «La cita de Stalingrado»: once ejércitos contra uno. —
«El ejército» del coronel Wenck salva a 500.000 hombres. — Llamada a la rebelión
del general von Seydlitz, adjunto de von Paulus. — Según Gisevius, von Paulus
no dio la señal según la cual «el mariscal von Kluge debía ordenar el putsch en el
Este». — Fracaso de la operación Zorro plateado. — Reflexiones sobre la guerra. —
Acepto el mando del batallón Friedenthal «con destino especial».

II - No tirar...................................................................139
El batallón Friedenthal «con destino especial». — Donde se comprende que el historiador
que se equivoca tiene excusas. — Por qué W. Schellenberg no podía dar8
me órdenes. — Orígenes de la división Brandenburg. — Mis primeros oficiales: el
«chino» Hunke y el Jurista Radl. — Rechazo ser nombrado coronel del S.D. — Lord
Mountbatten, su sucesor el general Laycock y los British Commandos. — «Fair
play» de la B.B.C. — Mi entrevista en Londres con el «comandante Fantasma»,
David Stirling, antiguo Jefe del Special Air Service. — Hazañas en África. Londres
decide eliminar al general Erwin Rommel. — La noche de Beda Littoria: comentarios
de Sir Winston Churchill, leyendas y realidades. — Lecciones del fracaso del
Scottish Commando. — El inaccesible Reducto del Lobo y sus tres círculos.— Por
qué no tirábamos. — Sobre una conclusión de Clausewitz.

III - ¿Por qué Hitler no hizo fabricar la bomba atómica? - Las
armas V........................................................................153
En plan Lindemann (30 marzo 1942): cincuenta y dos ciudades alemanas de más de
cien mil habitantes deben ser arrasadas — Errores del mariscal Göring. — Avance
de los sabios alemanes en el dominio de la física nuclear. — Rumores fantásticos
concernientes a armas secretas y absolutas. — Raids sobre la fábrica de agua pesada
de Noruega. — Hitler enfermo y en cama, me recibe: «El arma radioactiva significaría
el fin de la humanidad civilizada». — Fabricación de la bomba atómica por
correspondencia. — Tesis del físico Philipp von Lenard. — El tanum y Speer. — La
operación Reichenberg: se me ocurre hacer pilotar el V-l. — Planes y prototipos de
Heinkel. — Escepticismo del mariscal Milch. — Fracasos. — Hanna Reitsch me
explica su razón. — Consigue pilotar la bomba volante: «¡Un preciosísimo avión!».
— El cohete V-2. — Hitler nombra a Wernher von Braun profesor. — Profecías
del Führer. — Cohetes derivados de los V-2 y aviones a reacción. — La operación
Paperclip: pillaje y botín de los vencedores. — Opiniones de W. Churchill y del
general Eisenhower.

IV - Del submarino absoluto a los sucedáneos................................165
El gran almirante Raeder, Jefe tradicional. — Concepciones revolucionarias de Karl
Dönitz, el Manstein y el Guderian del mar. — Designado por el Führer como jefe de
Estado. — Su gobierno no ha capitulado ni dimitido: la capitulación fue únicamente
militar. — Los torpedos humanos y los Sprengboote teledirigidos. — Buenos resultados
y sinsabores con los torpedos convencionales. — Hazaña de Prien. — Recuerdos
en la bahía de Scapa Flow. — Barrenamiento de la flota francesa en Tolón.
— Papel de Canaris. — Tres torpedos contra el Nelson: no explotan y ¡Churchill se
encontraba a bordo! — Torpedos acústicos y térmicos. — Submarinos de bolsillo.
— El Schnorkel y el «submarino absoluto», tipo Walter XXI. — Nuevos missiles
aeromarinos. — El Fritz echa a pique al Roma. — Churchill rinde homenaje a
los submarinos alemanes. — La batalla del Atlántico. — Del Bloque continental
(1806) a los ersatz. — Reflexiones sobre la actual crisis energética.

V - De Sicilia a Remagen....................................................................177
Fábula macabra en una playa andaluza. — Canaria saca en conclusión que el desembarco anglo-americano tendrá lugar en Cerdeña y en Grecia. — «Husky» utiliza
la mafia. — Torpedos humanos en Anzio. — Donde se me prohíbe poner en duda la
invulnerabilidad del Muro del Atlántico. — Una serie de coincidencias sorprendentes
permite el éxito de Overlord. — El hombre que por poco hace saltar Gibraltar,
hace saltar el puente de Nimega. Fracaso de Market Carden. — El puente de Basilea
debe ser destruido si... — Los combates de Traite en el Danubio. — Se fuerza el blo9
queo de Budapest. — El teniente Schreiber y sus nadadores de combate en el puente
de Remagen. — Por qué había de continuar la lucha en el Oeste como en el Este.
— Acciones y reflexiones del mariscal Montgomery. — Hitler: «He dado anteayer
órdenes que deben parecer insensatas.» — De lord Byron a Winston Churchill.

VI - Operaciones imaginarias...................................................191
Objetivos de la operación Franz en Irán. — Encuentro al verdadero «hombre de
la pistola de oro».—Roosevelt, Churchill y Stalin en Teherán. — La falta de información
impide una expedición a la Conferencia. — La novela de la pretendida
operación Largo salto. — Utilización que hicieron de ella los soviets: encierran en
un cuarto a Roosevelt y aíslan a W. Churchill. — Testimonios de Averell Arriman,
Sir Kenneth Strong y lord Moran. — Operación Ulm: objetivo Magnitogorsk. —
Zeppelin: organización no es operación. — Una peligrosa utopía: el Werwolf. —
Nueva operación imaginaria de Himmler: después de Magnitogorsk, New York. —
Hadj Amin El-Hussein, gran mufti de Palestina, personaje de las Mil y una Noche.
— El oleoducto Irak-Mediterráneo. — El lobo no aúlla en Vichy. — En persecución
del mariscal Tito: por qué fracasó Rösselspring. — Hacemos a Churchill prisionero
y el mayor Beck hace negocios con los partisanos. — Las falsas Libras Esterlinas:
uso que hicimos de ellas en Italia. — El tesoro de los SS. — ¡Mussolini en Suecia!
— Lección de ametralladora en un parque.

TERCERA PARTE

I - Orden del Führer: «Busque al Duce y libérele». La operación
Alaric........................................................................211
La elección de Hitler. — Su poder de persuasión — Sus recomendaciones» — Conversaciones
con el general Student e Himmler — Las ilusiones del Reichsführer.
— «Usted no es el hombre que hace falta.» — Ilusiones del mariscal Kesselring.
— Objetivos de Alarico. — Evasión de Edda-Mussolini, de Ciano y de sus hijos. —
Increíble duplicidad del rey y de Badoglio. — Razones del profundo desaliento del
pueblo italiano. — Stalin, ¡primo de Víctor Manuel!. — Traición, miedo y huida
del clan real. — Canaris entra en escena. — Fábula del arrestó del Papa. Dificultades
de nuestras investigaciones. — Mussolini en la isla de Ponza. — Debiendo de
ser entregado a los Ingleses, es buscado por los americanos, que quieren capturarle.
— Discurso de Churchill, a puerta cerrada, en la Cámara de los Comunes.

II - En busca del Duce.........................................................................227
— Pitonisas y Abwehr — Warger, el abstemio, se hace el borracho. — Me zambullo
con un Heinkel: tres costillas rotas. — Mussolini en la isla de la Madalena. — El
O.K.W. nos ordena buscarle ¡«en un islote cerca de la isla de Elba»! — Consigo
convencer a Hitler. — «Si fracasa, Skorzeny, estaré obligado a desaprobarle».
— Cuatro días perdidos: El Duce no está ya en la isla de la Madalena. — Informaciones
corroboradas: El Duce está en el Gran Sasso. — Operación decidida: el
estado-mayor de Student, prevé un 80 por 100 de pérdidas técnicas. — Confusión
de las fuerzas armadas italianas. — Llamamiento de Roosevelt y de Churchill a la
insurrección, la cual se evita gracias a la sabiduría del mariscal Kesselring. — Un
incidente desagradable. — De parte del general Student, comunico al mayor Mors el plan y el objetivo de la operación. — El capitán Mandel pone fuera de peligro a
Donna Rachele, a Anna María y a Romano Mussolini. — El plan. — Pesadilla del
general Soleti. — Student: «estoy seguro que cada uno cumplirá con su deber». —
Bombardeo y despegue a la hora H.

III - El Duce liberado.......................................................................243
— ¡El avión guía y los planeadores 1 y 2 regresan a Practica di Mare! — Ordeno
el aterrizaje en vertical. — El asalto.—«¡Yo sabía que mi amigo Adolf Hitler no me
dejaría mucho tiempo prisionero!». — Rendición de los carabineros. — La hazaña
de Guerlach. — ¡La Cruz de Caballero!.—Con la familia Mussolini en Munich. —
Neo-fascismo. — La entrevista Mussolini-Ciano. — En el gran cuartel general. —
El té de medianoche. — El diario de Mussolini. — El Duce prisionero nuevamente,
pero... ¡de los alemanes!. — Entrevista con el almirante Canaris. — Consecuencias
del raid: Adrián von Foelkersam entre nosotros. — 18 e abril del 1945: ¡se retira al
Duce su guardia de Waffen SS!. — «No podemos hacer nada...»

IV - El 20 de julio............................................................................261
«... Un atentado con bomba ha sido cometido contra el Führer...». — Schellener,
detrás de su escritorio-ametrallador. — Putsch imaginario de los SS: Bolbrinker,
Jefe de estado-mayor de la inspección de las fuerzas blindadas, duda. — Un ataque
evitado. — Incredulidad del general Student. — Las órdenes de Göring. — Voy a
Bendlerstrasse. — «¡El Führer ha muerto!»: dudas del mayor Remer. — Estando
con Goebbels, habla con Hitler por teléfono. — Impotencia e inconsciencia de los
conspiradores. — Olbricht y Stauffenberg, Jefes del complot. — El contra-putsch
de los coroneles Pridun, von der Heyde, etc.. — Suicidio de Beck; el general Fromm
suprime algunos testigos. — El extraño relato de Speer. — Precisiones del general
Remer. — Mi acción Bendlerstrasse: primero anular Walkyria. — El juego de la oca
de Stauffenberg. — Canaris arrestado. — ¡Hitler temía que Stauffenberg estuviese
herido. — Suicidios de los mariscales Rommel y von Kluge. — La orquesta roja y el
20 de julio. — Guderian: «el atentado ha ejercido sobre la moral del Führer, efectos
funestos». — Continuar la lucha.

V - Operación Panzerfaust........................................................277
Un conspirador victima de Stauffenberg: Heusinger. — Los partisanos soviéticos
ponen manos a la obra: 12.000 sabotajes los días 19 y 20 de junio de 1944. — El
comando de Walter Girg en los Cárpatos. — Amenazas a Hungría. — En el G.C.G.
apenas reconozco al Führer. — Está seguro de que el regente Horthy va a pactar
con Stalin. — Mi misión en Budapest. — Micky Mouse enrollado en una alfombra.
— Bach-Zelewski y Thor. — Panzerfaust: objetivos y fuerzas a la vista. — Asalto
a Burgberg como en la maniobra. — Se rinde el general. — El regente Horthy refugiado
en casa del general SS von Pfeffer-Wildenbruch. — Siete muertos. — Todos
los oficiales húngaros, voluntarlos para seguir luchando. — El partido de las «Cruces
gamadas» en el Poder. — El archiduque José y sus caballos. — En Nüremberg
con el almirante Horthy, que niega la evidencia. — Pruebas de sus negociaciones
con Stalin. — La cruz de oro alemana. — Hitler: «Voy a encomendarle la misión
más importante de su vida de soldado.»

VI - Operación Grifo.......................................................................299
Las Ardenas, ofensiva política. — Los objetivos de la operación Grifo y la opinión de Sir Basil Liddell Hart. — Una trampa del O.K.W. y una «adivinación». — La
ofensiva se dificulta. Lanzo 8 comandos especiales y ataco con la brigada blindada
150, Malmédy, sin éxito. — El siniestro asunto de la encrucijada de Baugnez.—El
coronel Willis M. Everett: diez años en defensa de la verdad. — La tragedia de Malmédy.
— Telegrama del mariscal Montgomery: «Esta vez no podemos reembarcar
en Dunkerque...». — Churchill pide ayuda a Stalin. — Caza a los «nazis disfrazados
». — Bradley arrestado e interrogado. — La mitad del ejército USA busca a
Skorzeny. — El general Eisenhower, prisionero en el S.H.A.E.F. — Redada en el
Café de la Paz. — El doble de Eisenhower, o las ilusiones perdidas. — La operación
Grifo estudiada en el curso superior de los oficiales USA. — Comentarios del
Führer. — El juego de Stalin.

CUARTA PARTE

I - Vlassov y Bandera. Nicolai, Canaris y Gehlen............................325
Nuevo «frente a frente» con el general Vlassov. — Su programa, sus ideas europeas.
— Peligro de la utilización en masa de los voluntarios rusos. — En Praga,
en mayo de 1945, se vuelven contra nosotros. — Los cosacos del atamán von Pannwitz
entregados a Stalin por los ingleses — Rosenberg y Koch. — La operación
Oso Pardo sobre Ukrania. — Esta nación en guerra contra el bolchevismo desde
1918.—Los feroces combates de la U.P.A. de 1945 a 1952. — Asesinato de Bandera
en Munich por la K.G.B. — El asunto de la pistola de cianuro. — «Una bala en
el circulo rojo». — La saco de mi bolsillo delante del tribunal. — Un aparecido
me hace una visita: Walter Nicolai, antiguo jefe del S.R. alemán. — Schellenberg
rehúsa utilizar sus servicios.— El carácter de Nicolai en contraste absoluto con el
de Canaris. — Conversaciones con el general Reinhardt Gehlen. — El bombardeo
de Zeppelin. — Gehlen, Bormann y el misterio «Werther».

II - Freischütz...............................................................345
La ofensiva soviética del verano de 1944. — Por qué Rokossowsky avanzó 270 kilómetros
en nueve días. — Veintiún generales alemanes prisioneros. — El teniente
coronel Scherhorn rehúsa entregarme y reúne a 2.000 hombres. — «En un bosque»
al noroeste de Minsk...». — Los cuatro grupos de paracaidistas de la operación
Freischutz. — ¡Scherhorn es encontrado! — El ayudante R... cena en el comedor
de los oficiales soviéticos. — Los raids de la escuadrilla 200. — El alférez Lindar,
condecorado con la Cruz de Caballero. — La larga marcha de la legión perdida. —
Ultimo mensaje de Linder: «Quiero aún oír vuestras voces....» — Mis temores.
— Precisiones del doctor Zoltan de Toth, fugitivo de los campos soviéticos. — El
crimen de llevar el nombre de Skorzeny: diez años en el campo de concentración.

III - Adrian von Foelkersam desaparece. El último raid de Walter
Girg.........................................................................355
Cómo ganó Foelkersam la Cruz de Caballero. — La misión de su comando en
Maikop. — Su discurso. — Ejecución simulada de los Cosacos — «... ¡Por fin han
llegado ustedes! — Con el general de la N.K.V.D. — Salta la central de comunicaciones
del ejército. — Un general incrédulo. — El gran juego en la central de enlace
Cáucaso-Norte. — La 13.ª Panzer llega a Maikop. — En el cerco de Hohensalza. — «Escápense esta noche». — Walter Girg y sus Rusos. — 1.500 kilómetros detrás de
las líneas enemigas, con la cruz de caballero debajo de un «foulard». — «Usted es
un espía soviético». — Uno de los más asombrosos episodios de esta guerra. — La
ruleta rusa con cinco balas en el tambor.

IV - Schwedt-Sur Oder. Adiós a Viena.........................................369
La amenaza del Este: Hitler estaba malinformado — Himmler, jefe del grupo de
Ejércitos Vístula, me ordena trasladarme a Schwedt — Órdenes absurdas — La
dura tarea de crear una “fuerza” de la nada, equiparla y entrenarla — Fortifico la
Cabeza de Puente — «¡Los rusos no entrarán!» — Creamos la ilusión al enemigo
de que disponemos de una fuerte unidad desdoblando y movilizando las piezas de
artillería — Comandos infiltrados en campo enemigo perturban el dispositivo ruso
y conseguimos información vital sobre los puntos débiles enemigos — Ejemplar
dispositivo táctico frente a fuerzas muy superiores — Ayuda del Volksturm, rumanos
y cosacos — Mi «división europea» — Improvisando todo, pasamos de 100
a 15.000 hombres — Kreisleiter deserta y lo mando ahorcar: furia del Partido por
tocar a un «intocable» — Tengo a Bormann de enemigo — Contraatacamos en
inferioridad — Nos visita Göring y acude a la línea de fuego — Nos felicita por esta
«división salida debajo de la tierra» — Papel negativo de la Luftwaffe en Schwedt:
abandonan posiciones — Papel estratégico de nuestra división, imprevisto por el
Estado Mayor del Vístula — Con escasos medios pero con el espíritu de decisión
y entrenamiendo de los Cazadores de Friedenthal y el engaño al enemigo — Importante
papel de los Tiradores de élite de Friedenthal, al mando de Odo Wilsher
— Optimismo de Speer, contrario a la versión de sus «Memorias» — Soy llamdo al
G.Q.G de Hitler: me entrega las Hojas de Roble por la defensa de Schwedt — «Mi
Viena» está amenazada, hacia allí marcho.

V - Nüremberg................................................................385
—El gran almirante Dönitz: «Nuestro Führer ha muerto...» — Revelaciones tardías
de Churchill. — Proposiciones del general Rendulic al general Walker. — La
imposible defensa de los desfiladeros del Tirol Sur. — Nuestra rendición. — «Echen
un trago: ¡esta noche serán ahorcados!». — Las esposas. — «¿Dónde ha llevado
usted a Hitler?». — El coronel Andrus. — Suicidios y negocios. — Tiempo de jueces.
— La prisión en estado de sitio: ¡se teme un putsch de Skorzeny! — «Vigilado
como a una fiera». — En Dachau. — Jacob el salvaje. — Proposición soviética.
— Nuestro proceso. — Testimonio generoso del comodoro Forrest Yeo-Thomas.
— Absueltos. — Me evado del campo de Darmstadt.

VI - El hombre más peligroso de Europa........................................403
Conspiro para ganarme la vida. — ¡Ciento treinta y una preguntas! — Desnazificado
in Absentia. — Entrevistas con el general Perón, el coronel Nasser, el rey
Hussein de Jordania y los presidentes Verwoerd y Vorster. — Condenado por difamación
el Daily Sketch. — Una invención grotesca: la Araña. -- Secuestros imaginarios.
— Mi ejército secreto en el país Tu. — ¡Al asalto de la prisión de Spandau!
— El tren de Gascow. — ¡Soy el general Dayan!

Epìlogo.......................................................................411

PRÓLOGO

Cuatro oficiales, generales de los ejércitos aliados del Oeste, han examinado la acción del coronel Otto Skorzeny y de sus unidades de «destino especial» durante la Segunda Guerra mundial.
El primero ha sido el general Robert E. Laycock (C.B., D.S.O.), Jefe de las Operaciones combinadas británicas desde 1943 a 1947, quien en el prefacio del libro de Charles Foley, «Comando Extraordinario», compara a Skorzeny con David Stirling, coronel que man­daba el «Servicio Especial Aéreo» (S.A.S.), del cual se tratará en este libro.
«Por su manera de concebir las operaciones, escribe Laycock, Stirling y Skorzeny hacen pensar en esos jugadores de ajedrez que, burlándose de las defensas del adversario, se apoderan de su reina en dos jugadas tan rápidas como inesperadas.»
Afirma: «Estos dos hombres tuvieron que luchar contra la desconfianza que despertaron sus ideas.» Es verdad, si bien fue precisamente Hitler quien escogió a Otto Skorzeny para encargarle grandes operaciones que él mismo había imaginado. Pero, en el seno de los Estados mayores, Stirling y Skorzeny chocaron con la misma incomprensión por no decir con la misma hostilidad.
En el prefacio de la edición americana del libro de Foley fue el general americano Telford Taylor, quien escribió:
«El nombre del coronel Otto Skorzeny está asociado sobre todo a empresas donde los factores sicológicos han sido la clave del éxito... Ha vuelto a poner de relieve métodos que generalmente habían caído en desuso, ha demostrado la unidad esencial de tos objetivos políticos y militares y ha obtenido —con audacia, imaginación y una gran economía de medios— resultados verdaderamente' sensacionales. Teniendo en cuenta la época y las circunstancias, 'les equitativo decir que son únicos. Aquí está la razón por la cual su fama sobrepasa en brillo y duración a la de otros «altos aventureros» de la Segunda Guerra mundial.»
En 1972 apareció en los Estados Unidos el libro de Charles Whiting, «Otto Skorzeny», con una introducción del general Peter Young (D.S.O., M.A.) ex-jefe de la 1.a Brigada de comandos británicos y profesor de historia militar en la Academia real de Sandhurst.
El general Young pone en paralelo la acción del jefe de las Unidades Especiales de Friedenthal y la del legendario coronel T.E. Lawrence, el autor de los «Siete Pilares de la sabiduría», quien durante la Primera Guerra mundial mandó en el Oriente Medio las fuerzas de guerrilla árabes contra los Turcos, desde 1916 a 1919.
«Otto Skorzeny, escribe Peter Young, fue un jefe enérgico, inte­ligente e imaginativo. Si le sonrió la suerte fue porque era un verdadero líder, con el magnetismo, la originalidad, el dinamismo y el golpe de vista necesarios al gran jefe de las fuerzas especiales...
Sin embargo, hace notar el general, Skorzeny demostró en el transcurso de la última batalla que libró, la de la cabeza de puente de Scwedt-sur Oder, «que es la menos conocida», que también era un jefe de guerra convencional de primer orden.
«Primero, a la cabeza de un millar de hombres —escribe— el coronel Skorzeny pudo reunir en unos días 15.000 combatientes para formar su División Scwedt. Resistió con éxito durante un mes a fuerzas infinitamente superiores.»
El general Young concluye:
«Sería equívoco pensar que aquello fue únicamente el feliz resul­tado de una improvisación. Yo creo, sin embargo, que aquí tenemos la prueba de que Skorzeny no estaba dotado solamente para el golpe brillante y sensacional, sino que era un jefe tenaz, astuto, obstinado, que merecía ampliamente ese grado de oficial general que se le rehusó de manera tan mezquina.»
He conocido a uno de los mejores oficiales de Estado Mayor del general Douglas MacArthur, el mayor-general Charles A. Willoughby, del cual he traducido en 1953 el libro «Shanghai Conspiracy». Antiguo profesor de historia comparada en la Escuela de Guerra de U.S.A., Willoughby se interesó particularmente, después de la guerra, en los hechos de guerra de Skorzeny y justamente porque habían tenido lugar en escenarios de operaciones que él no había podido conocer.
«Lo que caracteriza a las grandes operaciones del coronel Skor­zeny —me dijo— es primeramente que pudo verificar él mismo y sobre el lugar la veracidad de las informaciones que le eran comuni­cadas. Mejor aún, esos informes los reunió él gracias a un «team» que dirigía en persona. Esto es lo ideal. En lo concerniente a la batalla del Pacífico, no nos era posible verificar las informaciones que nos llegaban de un frente de batalla que distaba cinco mil kilómetros.»
«Las hazañas más conocidas de Otto Skorzeny corresponden a un gran estratega. Sacar al Dulce de Melbourne, de Singapur, de las Filipinas, de New York o de Tokyo, tendría igual resonancia.»
«Yo me he preguntado a menudo si alguna vez Eisenhower y Bradley se tomaron la molestia de estudiar seriamente la ofensiva alemana de mayo de 1940, de la que, la ofensiva de las Ardenas de diciembre de 1944 era, en cierta forma, una repetición. Los resultados tácticos de la operación «Griffon» fueron felizmente mediocres, porque la brigada blindada que tuvo que improvisar Skorzeny no pasó el Mosa y tuvo que jugar un papel puramente convencional. Pero los resultados obtenidos por sus pequeños comandos son únicos en lo que se puede denominar la historia de «la guerra de imaginación.»
Estos juicios son compartidos por oficiales, generales, especialis­tas, en las operaciones de comandos. Charles Willoughby nos explicó que él mismo tuvo que organizar tales operaciones en el Pacífico. «Hazañas de capa y espada», me decía él.
En operaciones de esta naturaleza es esencial «conseguir el objetivo». Pero está la manera de hacerlo. Veremos que los servicios especiales británicos «raptaron» realmente a Rudolf Hess en mayo de 1941. Sin embargo, los procedimientos que fueron utilizados para este fin son muy diferentes a los que permitieron sacar al Duce o la captura de Burgberg en Budapest.
Otto Skorzeny supo actuar con brío y esto es lo que impresionó en el campo contrario a los jefes de comandos, como el coronel David Stirling y el comodoro de la RAF Forrest Yeo Thomas, que estimaban y admiraban a Skorzeny. El mismo les tenía en muy alta estima. Si estos hombres fueron adversarios puede decirse que no se consideraban como enemigos. Hay entre ellos una evidente solidaridad y Yeo Thomas en Dachau testimonió a favor de Otto Skorzeny de un modo que le hizo honor.
Los rusos, siempre realistas, mostraron también que hacían un gran caso al valor de un oficial como Otto Skorzeny cuando después de la guerra trataron de tenerlo a su servicio. Los americanos hicieron lo mismo sin mayor éxito.
Es muy natural que el «Generaloberst» Paul Hausser, fundador de los Waffen SS, escribiese:
«Otto Skorzeny no ha sido nunca un combatiente convencional... Su camarada y antiguo jefe de división es feliz de poder manifestarle toda su estima.» No sólo ha llevado a cabo acciones con audacia e inteligencia, sino que ha sabido encontrar soluciones en situaciones que parecían verdaderamente desesperadas.»
En el capítulo II de la tercera parte encontramos la hermosa dedicatoria del mariscal Albert Kesselring al libertador del Duce.
Skorzeny es uno de los soldados alemanes que durante la última guerra obtuvo distinciones más altas. Titular de la Cruz de caballero con hojas de roble, cruces de hierro de primera y segunda clase, cruz alemana en oro. Fue, igualmente, citado en la Orden del Día del Ejército en diciembre de 1944 por su participación en la batalla de las Ardenas. Es además Comendador de la Orden de la Corona de Hungría —con atribución de un título nobiliario y de una tierra— y Mussolini le condecoró con la Orden de ios Cien Mosqueteros. El Duce y el Archiduque José de Habsburgo, quien ofreció a Skorzeny en Budapest un soberbio caballo blanco, le distinguieron así como una especie de D'Artagnan vienés. El archiduque se revistió simbó­licamente para dicha circunstancia con el uniforme de mariscal de campo de la armada imperial y real.

De naturaleza muy diferente es el largo comentario que sir Basil Liddell Hart consagra a la operación Griffon en su «Historia de la Segunda Guerra Mundial». Habla a este respecto de un éxito «fantástico».
Que este episodio haya encontrado lugar en la obra a la vez tan vasta y tan condensada de uno de los mejores historiadores militares contemporáneos, prueba que sir Basil ha sabido ver la importancia histórica del papel de la imaginación en los modernos conflictos armados.
La mayoría de los generales más célebres de la Segunda Guerra mundial se han limitado en sus memorias a explicar su acción pasada. Muy raros son los que, dotados de una visión sintética de la guerra, han considerado primero las verdaderas «causas» del aconte­cimiento.
Esta visión sintética y esta concepción original que tenía Skor­zeny de la acción guerrera son utilizadas aquí con un fin histórico que interesa también al porvenir.
En su célebre obra «Vom Kriege», Karl von Clausewitz hace notar: «La búsqueda de las «causas» de los fenómenos y el examen de los «medios» apropiados para los fines que ellos sirven deben ir a la par en el estudio critico de una acción.»
Cuando el coronel Skorzeny cuenta sus operaciones abarca un campo mucho más vasto que el de la estrategia y el de la táctica. Su visión de acontecimiento nos revela una nueva perspectiva de la guerra en lo que respecta, tanto a la política, la economía y la sicología, como a la logística y a la información.
El general Young ignoraba ciertamente que Skorzeny leyese precisamente «Los Siete Pilares de la Sabiduría» en el momento en que su unidad se preparaba para el ataque contra la URSS. Hoy sabemos que las promesas hechas a T. E. Lawrence no fueron mantenidas. Pero al menos, en enero de 1919, en el Quai d'Orsay, el coronel Lawrence, como consejero del emir Faisal, participó en las discusiones preliminares concernientes al Tratado de Paz. Cierta­mente era un «aventurero», pero un aventurero victorioso. Veremos que después de la Segunda Guerra mundial, el coronel Skorzeny tuvo un destino distinto.
Encontraremos en las conversaciones, las reflexiones, los documentos que nos confió y que hemos recogido de la manera más escrupulosa, numerosos temas de meditación. Es verdaderamente un nuevo aspecto de la Segunda Guerra mundial lo que él nos da mientras que él mismo ilustra con su acción, este pensamiento de Napoleón:
«En la guerra no son los hombres los que cuentan, es el hombre.»