ÍNDICE

I— RAUSCHNING MIENTE
II— EL HITLER DE  RAUSCHNING
III— EL REALISMO ANTIMARXISTA DE HITLER
IV— EL OCASO DE LAS DEMOCRACIAS   
V— LA CREACIÓN DEL SUPERHOMBRE
VI— LA GUERRA RELÁMPAGO
VII— LA BARBARIE ALEMANA
VIII— HITLER Y LOS JUDÍOS
IX— RUSIA O ALEMANIA
X— POLÍTICA DE LA FUERZA. Y OTROS TEMAS
XI— LA GUERRA TOTAL

DESCRIPCIÓN

El siguiente texto fue publicado en México por costo del autor, Eduardo Pallares, en 1941, en una época en la que se podían decir muchas cosas sin ser excluido de la vida política y social. Notable abogado de la UNAM y cofundador de la Universidad de los Jesuitas, "La Iberoamericana", lo escribió en réplica al ex ministro que con el titulo de un libro Hitler me dijo hizo un acto en favor de los aliados, cosa muy aplaudida por ellos, a tal grado de que el libro de marras se puede aún conseguir.
Sorprende que un académico de renombre se atreviera a escribir una réplica, lo que nos prueba una tesis: el Nacionalsocialismo había penetrado en los círculos intelectuales de Iberoamérica más de los que muchos quisieran, son ya varios los nombres que podemos mencionar como hitleristas: José Vasconcelos, Gerardo Murillo (Dr. Atl) y Carlos Roel, por destacar algunos.
Un extraordinario calificativo para el Nacionalsocialismo es el de realismo antimarxista. Quien lee el mencionado, recibe una extraña impresión: por un lado, encuentra en él pensamientos profundos y originales, frases brillantes que revelan un gran talento en quien las pronuncia, programas en verdad extraordinarios, puntos de vista novísimos, predicciones que admiran por la exactitud con que se han cumplido, audacias que sólo puede tenerlas una poderosa personalidad. Por otro lado, encuentra razonamientos falsos, exigencias y juicios que sólo caben en ambiciosos vulgares o en espíritus notoriamente equilibrados.

PRÓLOGO

El libro de Rausching, Hitler me dijo, usa una de las formas más inmorales de la mentira que es, al mismo tiempo, la más peligrosa y la que seduce con facilidad a los lectores el espíritu sencillo, que no saben leer ente líneas. Me refiero a la mentira que no es por completo mentira, sino que se encuentra mezclada con la verdad deformada, amplificada, al servicio de fines perversos.
Quien lee el mencionado libro, recibe una extraña impresión: por un lado, encuentra en él pensamientos profundos y originales, frases brillantes que revelan un gran talento de quien las pronuncia. En cambio, otros son de tal manera irracionales, bárbaros y faltos de sentido que es imposible atribuirlos a la misma personalidad. En estos últimos, está patente la labor de la calumnia y de mentira realizada por Rausching. En los otros, la verdad se ha abierto paso y el Fuehrer auténtico se da a conocer, con sus grandezas y sus debilidades, a través del libelo escrito por un detractor judío, a sueldo de las potencias aliadas.
Es indudable que no puede atribuirse a la misma persona lo uno y lo otro, lo genial y lo estulto, lo cuerdo y lo necio, lo grandioso y lo abyecto. Muchos de los pensamientos que Rausching ha puesto en labios de Hitler son, en mi concepto, auténticos, y debieron ser expresados y formulados por el Fuehrer.
Sin hacer mías la causa de los nazis y la filosofía social de Hitler, pues respecto de las dos cosas tengo grandes reservas y puntos de vista diametralmente contrarios, he creído descubrir en el pensamiento hitleriano las bases de un nuevo mundo, de una nueva vida social que tiende a superar a lo que ahora existe y herir de muerte errores tradicionales, hipocresías y falsedades milenarias, morales decadentes y sistemas políticos carcomidos por la podredumbre.
Porque estoy convencido de que en la filosofía de Hitler hay un nuevo núcleo de verdades que pueden producir la emancipación moral y económica de la humanidad, por eso he escrito este libro, sin que para ello se entienda que me hago solidario de la política nazista.
Soy el primero en reconocer su lado tenebroso, pero no es justo negar que los grandes movimientos sociales y religiosos que han sido factores del progreso humano, todos, sin excepción, tienen y han tenido su parte obscura, su lado de fango. De este cargo ni siquiera se salvan las religiones, que han triunfado en oriente y en occidente.
Mi obra, pues, tiene por objeto demostrar la labor insidiosa de Rausching y, al mismo tiempo, subrayar el espíritu nuevo y los horizontes sociales y políticos que la filosofía de Hitler aporta al acervo común de la humanidad.
El porvenir será el único que pronuncie el fallo definitivo sobre la justicia o injusticia del movimiento nazista.
 
Eduardo Pallares