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Historia del famoso submarino nazi que se entregó en Argentina, sospechado por los aliados de ser el encargado del "escape de Hitler", contado por su Comandante
En este excelente libro se desarrolla, al mismo tiempo, un misterio y su dilucidación. Heinz Schäffer, joven oficial submarinista alemán y autor de este atrapante libro, que es uno de los primeros relatos auténticos de un combatiente del arma submarina alemana, nos invoca a ese misterio con sus palabras y nos introduce de lleno en una narración viva, real, que moviliza nuestros sentidos y se transforma en el núcleo, el centro de gravedad de un historia sin igual de la segunda guerra mundial. "Yo no soy más que uno de los ignorados jóvenes sobrevivientes alemanes de la segunda guerra mundial, y callaría, junto con mi generación, si pudiera callar; si el secreto del "U-977", cuyo último comandante fui, no debiera ser esclarecido..." Estas palabras del autor son el marco en que se desarrolla, no solo una de las acciones más recordadas, sino también la heroica historia que fue la navegación en inmersión permanente, desde fines de abril de 1945 del puerto de Kiel hasta principio de julio, por el Atlántico, durante 66 días y luego en superficie, hasta arribar el 17 de agosto de 1945 al puerto de mar del Plata, en Argentina. |
CONTRATAPA El U-977, submarino alemán del Tipo VIIC, fue construido por la empresa Blohm & Voss de Hamburgo, y botado en la ciudad de Kiel el 24 de julio de 1942. Desde el 6 de mayo de 1943 hasta marzo de 1945 estuvo al mando del Kapitanleutnant Hans Leilich, a quien sustituyó en el cargo el Oberleutnant Heinz Schäffer, que mandaría el buque hasta el 17 de agosto de 1945. La vida operativa del U-977 comenzó el 6 de mayo de 1943, participando hasta el 30 de septiembre del mismo año del necesario entrenamiento, formando parte de la 5a Flotilla. Desde el 1 de octubre de 1943 hasta el 28 de febrero de 1945 actuaría como Buque Escuela, integrado en la 21a Flotilla, y desde el 1 de marzo hasta el 8 de mayo de 1945, lo haría encuadrado en la 31a Flotilla de entrenamiento. El 2 de mayo de 1945, el submarino dejaba el puerto de Kristiansand, en Noruega, para realizar un patrullaje de combate en el canal inglés. Consumada la rendición de Alemania seis días más tarde, los tripulantes del U-977 analizaron su futuro y la mayoría decidieron realizar un desesperado viaje con destino a Argentina. El 10 de mayo, el submarino alemán dejaba en aguas de Noruega, cerca de Holsenóy, y a bordo de un bote, a 18 hombres que tomaron la decisión de no realizar el viaje y abandonar la nave. Al llegar a la costa todos ellos fueron hechos prisioneros por las tropas inglesas. De esta manera el U-977 comenzaba su navegación hacia el cono sur americano, travesía que les ocuparía hasta el 17 de agosto, un total de 108 días en la mar. Pero lo verdaderamente sorprendente fue que hasta el 14 de julio, un total de sesenta y seis días, navegó en inmersión continua, gracias al Schnorchel. Una hazaña sólo superada entonces por el U-978 que había permanecido 68 días bajo el océano. El viaje era extremadamente difícil y duro, suponiendo un constante desafío para los nervios y para la capacidad de liderazgo del joven comandante. Debido a una avería el U-Boote hubo de hacer escala en Cabo Verde, y tras solucionar el problema, continuó navegando hacia el sur, ahora en superficie, propulsado por el motor diesel. Cruzó el ecuador el 23 de julio y alcanzó Mar del Plata el 17 de agosto de 1945. Internado en Argentina a su llegada, el U-977 sería entregado a los E.E.U.U. en Boston el 13 de noviembre de 1945. Un año más tarde, en el transcurso de las pruebas con nuevos torpedos, fue hundido en Massachusetts por el submarino USS "Atule" de la armada norteamericana. |
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ÍNDICE PRÓLOGO Recordando el Pasado De las Blancas velas a los Lobos grises El lobo muestra los dientes Al ataque de un convoy La vida tiene dos caras Tempestad y acción de guerra en Nochebuena Reabastecimiento en inmersión En el infierno de Gibraltar El radar, enemigo número uno Ataque aéreo Neptuno reside en las profundidades A la espera de nuevas armas Orden de zarpar a último momento Sesenta y seis días en inmersión Bajo la Cruz del Sur «Usted ha ocultado a Hitler» |
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PRÓLOGO Los ex combatientes de la primera guerra mundial, apenas terminada la contienda, obtuvieron libertad para expresar y narrar detalladamente sus peripecias en el frente. A diferencia de ellos, guardan silencio hasta ahora los jóvenes sobrevivientes de la segunda guerra mundial. Únicamente pueden proceder así los hombres cuyo sacrificio parece haber sido vano y cuyo porvenir, ante una nueva amenaza de guerra y una crisis general de valores, está sumido en la incertidumbre. Esto es igualmente cierto para todos los jóvenes soldados de los pueblos occidentales, pero en especial para aquellos últimos representantes de las unidades alemanas, materialmente aplastadas y vencidas en los frentes, que esta vez no han tenido ni aun la oportunidad de hacerse escuchar. Yo no soy más que uno de estos ignorados jóvenes sobrevivientes alemanes de la segunda guerra mundial, y callaría, junto con mi generación, si pudiera callar; si el secreto del «U-977», cuyo último comandante fui, no debiera ser esclarecido, y si yo, aquí, en el extranjero, no pudiese hablar mucho más libremente que mis camaradas en la patria. Cuando comencé a escribir este libro sentí de inmediato el peso de la responsabilidad que asumía. A excepción del libro escrito a comienzos de la guerra por el inolvidable Günther Prien, no se ha publicado aún, al menos que yo sepa, ningún relato auténtico de un combatiente del arma submarina alemana de la segunda guerra mundial, pues las grandes figuras indicadas para hacerlo yacen en féretros de acero en el fondo del mar o bien no han llegado a empuñar la pluma en la confusión de la postguerra. Yo, en cambio, soy uno de los soldados desconocidos del frente naval y sólo puedo otorgar a mi narración la autoridad que emana del decoroso cumplimiento del deber. Esto es naturalmente poco en comparación con el renombre y las proezas de los grandes héroes de mi arma, pero mucho ante el hecho de que, si bien ya se han publicado algunos interesantes relatos auténticos de miembros del Ejército y de la Fuerza Aérea, nadie ha descrito aún el desempeño de los» Caballeros de las Profundidades» en la hasta ahora más terrible de todas las guerras. En tierra y en el aire, Alemania combatió, al principio con fuerzas de poderío similar y con un potencial de preparación suficiente. En cambio, en el mar. el enemigo contó desde el comienzo con fuerzas muy superiores, y debimos tratar de suplir la falta de material con el más grande sacrificio personal de cada uno, lo que se consiguió plenamente. Para ello cada hombre debió desarrollar un esfuerzo desmesurado. La entereza evidenciada por el pueblo alemán en el cumplimiento de sus deberes constituye uno de los capítulos de la guerra que no se puede pasar por alto ni olvidar. Además, mi aventura personal de guerra tuvo un final especialmente interesante, por haber sido uno de los primeros viajes de larga distancia de la historia naval realizados en inmersión, y por las conjeturas de alta política que del mismo se derivaron. Este aspecto particular de mi aventura me impulsó, ante todo, a escribir este libro. El lector hallará una exposición más detallada al respecto en el último capítulo. Estas líneas están dedicadas a la tripulación de mi submarino, mis camaradas en el inolvidable viaje hacia la Argentina, a mi madre, que desde mi más tierna infancia supo despertar en mí la pasión por el mar, y a mi esposa, que tan diligentemente me ayudó a compaginar este modesto libro como homenaje al arma submarina alemana. Fdo.: HEINZ SCHÄFFER Buenos Aires, septiembre de 1950 |