ÍNDICE

Prólogo a la tercera edición11
Primera Parte: MASONERÍA EN GENERAL
I.- Origen y expansión19
1. Pretensiones de antigüedad milenaria19
2. Conexiones con los templarios y gremios medievales21
3. Masones profesionales y masones aficionados23
4. Concomitancias judaicas24
5. Fundación de la masonería moderna27
6. Reglamentos antiguo y moderno28
7. Periodo de transición30
8. La masonería en Inglaterra y sus filiales en el mundo32
9. Evolución de la masonería en Francia34
10. Se organiza la “Gran” Revolución37
11. Gobiernos masónicos en Francia40
12. Nuevas revoluciones masónicas y socialistas42
13. La República en Francia es la Masonería en descubierto44
14. La Comuna de París48
15. Desarrollo de la masonería en España50
16. Logias masónicas y logias patrióticas52
17. España bajo la tutela del Gran Oriente de Francia54
18. El contubernio masónico-comunista y la Cruzada de la liberación56
19. Expansión masónica en el resto de Europa y América58
II.- Organización y proselitismo63
1. Caracteres de la masonería63
2. Ritos y grados masónicos64
3.  Logias y Potencias masónicas68
4. El mundo masónico71
5.  La pirámide masónica73
6. El local de una logia76
7. Los símbolos77
8. Iniciación y colación de grados80
9. A la conquista de prosélitos84
10. La leyenda masónica de Hiram-Abí86
11. Adoctrinamiento progresivo90
12. Los grados de la masonería femenina95
III.- Masonismo y religión97
1. La religión de la “Humanidad”98
2. Indiferentismo religioso y ateísmo101
3. Guerra a la Iglesia de Cristo y a la civilización cristiana104
IV.- Masonismo y moral113
1. La moral universal e independiente113
2. La corrupción por sistema en odio a la Iglesia y a la familia cristiana114
3. Todo un plan de desmoralización general119
4. La conspiración de la mentira universal121
5. Todo es lícito, hasta el crimen y la violencia123
6. Se inaugura la era del crimen en nombre de la libertad129
7. La libertad muere en manos de los “liberales”132
V.- Masonismo y enseñanza137
1. Secularización y monopolio139
2. Obra maestra de la masonería140
3. Concentración de todos sus esfuerzos143
VI.- Masonismo y libertad, democracia y propiedad147
1. Autonomía absoluta de la razón individual147
2. El más funesto principio de disolución moral149
3. El hombre, Dios de sí mismo150
4. “Libertad – Igualdad – Fraternidad”152
5. Plagio infame e hipócrita hecho al cristianismo153
6. Enemiga de la libertad y de la democracia155
7. Democracia sana y verdadera157
8. La libertad y la igualdad en orden a la propiedad160
VII.- Masonismo y patriotismo163
1. Las ideas de patria y nacionalidad son antimasónicas164
2. Fundación del estado universal sin ley humana ni divina168
3. Historia de traiciones169
4. Principal autora de las revoluciones políticas y sociales170
5. Las victorias de Napoleón171
6. Odio a la Patria174
VIII.- Objeto y acción175
1. Sustituir la civilización por el libre pensamiento177
2. Perpetua revolución y continua anarquía179
3. Trabajos entre bastidores181
4. La prensa, instrumento de la masonería186
5. Su arremetida contra los pueblos católicos187
6. Avatares y epígonos masónicos192
7. El rotarismo internacional, hermano menor de la masonería195
8. La nueva religión laica de la amistad rotaria198
9. Rotarismo y catolicismo202
10. Socialismo, comunismo y judaísmo: compañeros de ruta de la masonería207
11. La minoría judía conspiradora212
12. La conspiración judeo-masónico-social-comunista214
13. El paraíso comunista y la judeo-masonería217
14. Siempre unidos221
15. Concentración suprema de todos los enemigos del nombre cristiano221
16. Todas las masonerías persiguen los mismos fines222
17. Amplia definición doctrinal e histórica224
18. Enemigo de Dios y de los hombres226
19. Prepara la venida y el triunfo del Anticristo227
20. Los Protocolos de los Sabios de Sión231
21. Relaciones judaico-masónicas para el imperio del mundo236
IX.- La voz de los papas239
1. Enemigos de la seguridad pública239
2. La mentira es su norma, Satanás su dios y la ignominia su culto240
3. Digna hija de Satanás241
4. Condena de las sociedades secretas245
5. La famosa encíclica “Humanum Genus” de León XIII246
6. La sociedad de los masones y los Romanos Pontífices247
7. Es la secta de donde todas salen y adonde todas vuelven248
8. Pretenden anular a la Iglesia para implantar el naturalismo250
9.  Suprimen los principios que son fuente de toda honestidad y justicia252
10. Consecuencias en la vida doméstica, civil y política253
11. Resumen de los errores de los masones255
12.  Unión de todos contra el común enemigo256
13. Remedios para neutralizar la perniciosa influencia de los masones258
14.  La secta maldita260

Segunda Parte: MASONERÍA EN LA ARGENTINA
X.- Época anterior a la instalación oficial265
1. Las sociedades secretas de los patriotas americanos266
2. La figura de Mariano Moreno268
3. Saavedrismo y morenismo270
4. Reacción popular de recuperación nacional274
5. San Martín y la Logia Lautaro278
6. La Argentina quiere seguir viviendo su propia vida orgánica secular282
7. La Logia Lautaro manejada por Alvear284
8. No consentir en mutaciones ni aventurar la suerte del Estado285
9. Los caudillos, fieles intérpretes del alma nacional286
10. El verdadero patriotismo288
11. Actividades de San Martín y administración de Rivadavia289
12. El desenlace fatal de la política rivadaviana294
13. Condenación del liberalismo porteño296
14. Las sociedades secretas antes e inmediatamente después de Caseros299
XI.- Desde la instalación oficial hasta el fin del siglo305
1. Fundación de la masonería argentina y primera etapa de su gravitación en el quehacer nacional305
2. Euforia liberal de la época308
3. Alberdi desenmascara a los liberales argentinos312
4. La política y el gobierno llevan el sello masónico315
5. Expansión masónica en la Argentina318
6. Amistad angloargentina324
7. Masonismo de Mitre, Urquiza, Sarmiento y otros329
8. Un prócer impuesto por la masonería336
9. La apostasía de los gobiernos338
10. El pueblo argentino herido de muerte342
11. Las leyes de desgracia nacional345
12. El liberalismo europeizante sanciona el destierro de la religión346
13. La masonería en el proceso argentino350
14. La Boca, bastión de la masonería351
15. Personería jurídica de la masonería argentina353
16. Serie de artimañas hasta lograr su intento356
17. Otros entretelones de la familia masónica argentina359
18. Quedan subsanadas todas las dificultades361
XII.- Actuación contemporánea de proyección nacional y continental365
1. Directivas masónicas365
2. Congreso Nacional del Librepensamiento y Congreso Masónico Sudamericano368
3. Documentos que marcan rumbos. Ataques y contraataques372
4. La masonería, el socialismo y el protestantismo se dan la mano, en su fobia anticlerical, con el liberalismo y el normalismo de la “inteligencia” argentina380
5. La “Reforma Universitaria” de 1918387
6. Perfecto acuerdo masónico franco-chileno-argentino390
7. Ultimas resoluciones de las Conferencias Masónicas Interamericanas393
8. Congresos de Acción Laica398
9. Damas blancas o masonería femenina del acacismo chileno402
10. Rudo golpe de efecto momentáneo404
11. La Iglesia frente al peronismo407
12. Regocijo general de los “hermanos”408
13. Últimas recomendaciones de los actuales maestros argentinos412
14. Siempre alerta415
15. “Serás lo que has de ser o no serás nada”419
16. El Episcopado Argentino condena a la Masonería420
17. Demo liberalismo laicista, comunismo o auténtico catolicismo423
XIII.- Apéndice: Desagravio a San Martín425
1. Hábil en la doctrina cristiana426
2. Su corazón religioso y compasivo428
3. La Virgen María, objeto de su devoción429
4. Fervorosa adhesión a la jerarquía eclesiástica431
5. Preocupación por la educación católica en las escuelas435
6. La Virgen del Carmen, Generala de su Ejército436
7. Junto a su dormitorio se oficia diariamente la Santa Misa437
8. Su cristiano reconocimiento por la visible protección de la Virgen437
9. Las cartas sanmartinianas, fiel reflejo de su alma cristiana439
10. El gobernante católico440
11. San Martín cumple sus deberes de fiel cristiano442
12. Los funerales del Héroe442
13. Hijo sincero de la Iglesia Católica443

Prólogo a la tercera edición

Después de haber leído los subtítulos de este libro, no faltarán lectores, “aún entre los católicos bien intencionados, pero pésimamente informados”, que —según nos lo advierte el cardinal José Caro, arzobispo de Santiago de Chile recientemente fallecido— “crean que la masonería es un anacronismo, que se exagera su importancia y su influencia preponderante en la política moderna; y que, por lo tanto, hablar de ella en nuestros tiempos está fuera de lugar. Sin embargo —continúa el ilustre príncipe de la Iglesia— la acción masónica sigue haciéndose cada día más intensa y universal”.
Para los católicos liberales, satisfechos, aburguesados, acomodaticias, conformistas y adaptables a cualquier régimen —con tal que se respeten sus intereses, sobre todo económicos— todo lo que aquí digamos será producto de la exaltada fantasía de visionarios; cosas terribles, pero pasadas de moda; pues, en los países civilizados ya han sido superadas por las nuevas corrientes de libertad y democracia en que se desarrolla la vida nacional.
Esas doctrinas exóticas, elaboradas por mentes calenturientas, nunca se llevarán a la práctica entre nosotros; y si algún grupo de fanáticos extremistas y resentidos sociales se hizo eco de tales ideologías, concretándolas en hechos históricos aun en nuestra patria, no dejan de ser casos aislados, que no deben preocupamos más de la cuenta; porque tales teorías disolventes siempre encontrarán, en su momento y hora, el contrapeso de la condigna reacción del gran pueblo argentino.
Si volvemos a insistir en la gravedad del problema y en la forma larvado con que estos gérmenes de destrucción se insinúan en las masas populares, en las mentes juveniles y en las clases cultas de la sociedad —amparados sus agentes por la lenidad y complicidad de quienes deberían velar por la integridad de nuestro ser nacional— se elude el tema con una sonrisa displicente, y se subestima su importancia, repitiendo el consabido sonsonete: “¡Queremos pruebas convincentes!
¿Dónde están los masones; quiénes son? Y si las pruebas llegan y ti se entregan las listas de todos ellos con los cargos públicos que ocupan, nos responden: “¿Y qué mal hay en eso; no son acaso gente honrada y libre como cualquier otro ciudadano?’
Actitud orgulloso,, pedante y suicida de quienes, con una magistral negativa o con una pérfida suspensión de su juicio, creen remediarlo todo, pretenden salir del paso y satisfacer las exigencias de una crítica infatuada.
Si les hablamos de los “caballos de Troya” que los masones han introducido en nuestra legislación y en todos los cuadros directivos de la política, de la economía, de las finanzas, de la educación primaria, secundaria y universitaria, de la justicia, de los gremios y sindicatos, de la prensa diaria y periódica, de la radio, del cine, de la televisión, de las fuerzas armadas, de la política, de los centros culturales, sociales, deportivos y recreativos, nos responden que: —en cuanto a las leyes laicas, ellas son innocuas, que muy bien se puede contrarrestar tu efecto, y que no es problema insoluble la convivencia católico-laicista en una Argentina de mutua comprensión democrática; y —en cuanto a los nuevos equipos, colocados estratégicamente en las instituciones del país, para imprimirles el sello masónico— que esto es calumnioso y que obedece a un plan de confusionismo derrotista, porque todos tus integrantes son excelentes ciudadanos, respetuosos de las ideas ajenas; y que no existe el peligro de que tales hombres socaven los cimientos de nuestro tradicionalismo criollo con orientaciones antipopulares y anticristianas, porque todos ellos son personas honorables de solvencia democrática intachable.
En otras palabras: su partidismo los pierde, y a breve plazo nos perderá a todos. Esquivan la verdad por no tener que definirse.
A estos tales, en su posición de equilibrio católico-laicista, condenó Pío XI en su encíclica “Ubi Arcano” del 23 de diciembre de 1922; es decir, a todos los que no sigan las directivas de los documentos pontificios en lo referente a la escuela, al Estado, a la política, al matrimonio, a la propiedad, a la secularización de la vida civil, etc.
“en lo cual —dice el Papa— es preciso reconocer una especie de modernismo moral, jurídico y social que reprobamos con toda energía, a una con el modernismo dogmático ya condenado por Pío X”.
Todos estos errores modernos, sobre los cuales los partidos políticos deberían definirse claramente, sin reticencias, ni escamoteos, ni fraseologías hueras y polivalentes, elusivas de los problemas de fondo —si es que quieren hacer honor a su bandera democrática— tienen sus defensores dentro de la masonería; porque, según dijo León XIII, “de ella todos salen y a ella todos vuelven. Ella es su real inspiración y el móvil oculto de su poder”.
En ella se dan cita, y a sus órdenes trabajan, todos los que maquinan contra la civilización cristiana, en todas y en cada una de las doctrinas y conquistas evangélicas logradas por el cristianismo en sus veinte siglos de actuación en medio de la sociedad humana.
Pío XII, el 22 de julio de 1956, decía a los gobernantes: “Si todos inspiraran su acción cívica y política en la fe y en la moral cristianas, poniendo como fundamento de todas sus construcciones a Cristo y su doctrina; si todos se dedicaran a que el Evangelio fuera de hecho lo que es de derecho: fermento altísimo de cualquier actividad teórica y práctica; si las divergencias y correspondientes luchas dejaran al margen de la discusión los derechos que Dios tiene sobre los hombres y el mundo, limitándose a las diferentes maneras de edificar en sus estructuras humanas la sociedad fundamentalmente cristiana; entonces la Iglesia podría mantenerse ajena a cualquier lucha, evitando alinearse junto a una u otra de las partes en pugna. Mas, hoy hay hombres que quieren construir el mundo sobre la negación de Dios, y otros que pretenden que Cristo quede fuera de la escuela, de los talleres y de los parlamentos. En esta lucha más o menos abierta, más o menos declarada, más o menos dura, los enemigos de la Iglesia se ven a menudo sostenidos y ayudados por el voto y por la propaganda incluso de quienes continúan proclamándose cristianos. Y no faltan quienes buscan imposibles uniones, haciéndose ilusiones sobre la variedad de las mudables actitudes, y olvidando en cambio la inaceptabilidad de los invariables fines últimos”.
Pernicioso “irenismo” sobre el cual ya nos pusiera alerta el mismo Sumo Pontífice, en su encíclica “Humani generis” del 12 de agosto de 1950, cuando decía: “Quieren conciliario todo con los adversarios, que suponen de buena fe; y juzgan como obstáculos a la restauración de la fraterna unidad aquello mismo que se apoya en las leyes y principios dados por el mismo Cristo y por las instituciones establecidas por Él, o cuanto constituye la defensa y el sostén de la integridad de la fe; derribado lo cual, todo se une, sí; pero en la común ruina”.
Se impone, pues, la reacción popular argentino-católica contra la linea liberal antinacional, antipopular y anticristiana; porque su liberalismo ideológico es antidemocrático y destructor; y su demoliberalismo prepara, naturalmente al comunismo.
En lugar de la mitología patriótica de la Argentina laicista con sus proceres de la “guardia vieja” —venerados como semidioses en el Olimpo liberal de la historia mistificada por las fábulas masónicas oficializadas como oráculos— veneremos, más bien. —o por lo menos junto a ellos, exhumándolos del olvido y ubicándolos donde corresponde— a los que, al independizarnos de la madre patria —como dijo Avellaneda— tomaron todas las precauciones para no independizarnos de su Dios y de su culto, de su tradición y de su legislación cristianas.
Para ilustrar estas ideas sobre la masonería en general y su particular actuación en nuestra patria, se ha escrito este libro.
Son más de 20.000 las obras que tratan sobre la masonería.
Aquí se ofrece una síntesis —muy incompleta por cierto— de los principales trabajos publicados por los escritores que gozan de mayor autoridad en la materia ante los masones y antes sus enjuiciadores.
El lector tendrá, en este manual de simple divulgación —que ha logrado ya la cuarta edición con un total de 25.000 ejemplares vendidos en menos de quince años— un resumen de los temas, cuyo conocimiento podrá ampliar en las obras de consulta. En él hallará, nociones generales sobre el origen y la expansión mundial de la masonería, su organización y métodos de proselitismo y adoctrinamiento; las doctrinas masónicas con respecto a la religión, a la moral, a la familia, al matrimonio, a la enseñanza, a la libertad, a la democracia, a la propiedad y al patriotismo; el objeto y la acción de la masonería y la táctica que emplea; y finalmente su historia en las principales naciones y en nuestra patria, a través de los dos siglos y medio de su maléfica actuación en el mundo.
Si el amable lector tuviere paciencia en acompañamos hasta el fin podrá juzgar, con conocimiento de causa, si conviene o no formar un frente único para defendernos de esta serpiente que nos envuelve “en su abrazo cariñoso”, para luego estrangulamos; y que, habiéndonos inyectado “el mortal veneno que circula por todas las venas de la sociedad”, como dijo León XIII, deja escuchar ya el crujido de los huesos de esa pobre cautiva, que agoniza entre sus atenaceantes anillos, y que se llama: República Argentina.

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