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Doctrina de acción contrarrevolucionaria

 

Cnel. Chateau Jobert

Doctrina de acción contrarrevolucionaria - Cnel. Chateau Jobert

374 páginas
Editorial Rioplatense
Argentina, 1980

Encuadernación rústica
 Precio para Argentina: 300 pesos
 Precio internacional: 16 euros

El autor: PlERRE CHATEAU JOBERT, hombre de acción, paracaidista, a quien sus camaradas llamaron "el capitán CONAN" y que comandara una de las famosas unidades S.A.S. especializadas en los golpes de comandos y en la guerrilla (1943-19.45); fue lanzado con su regimiento sobre Port-Saíd (caso Suez, noviembre 1956),- llamado "el ultimo de los irreductibles" (Paris-Pressé), condenado a muerte en 1965.
No se contentó jamás con la práctica de la acción de fuerza. Fue auditor del Instituto de Altos Estudios de Defensa. Nacional y del Centro de Altos Estudios Militares.
En el plano humano se preocupó durante diez años por el problema de "la acción de todos los días", esa que debe movilizar las energías de todos para participar en la construcción de una sociedad mejor. 
Comendador de la Legión de Honor, Compañero de la Liberación, ha escrito Manifiesto Político Social, Confrontación-Revolución-Contrarrevolución, y tiene en preparación-una obra de memorias personales.

 

 

 

 

 

 

 

ÍNDICE


Advertencia al lector       15
CAPITULO PRELIMINAR Y CAPITAL
LA DOCTRINA DE ACCIÓN CONTRARREVOLUCIONARIA SE DIRIGE A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
A.        Aclaración previa                     23
B.        La "contradicción interna" de todos los "descreídos"                24
C.        La acción Contrarrevolucionaria llama a todas las buenas voluntades   26
D.        Una Doctrina "Contrarrevolucionaria"                          28
E.         Distinguir "Contrarrevolución" y "acción contrarrevolucionaria"                        30
F.         Una acción a efectuar - ¿Cómo encararla?                  31
G.        La esencia espiritual de la doctrina de la acción es una garantía moral y un triunfo suplementario              34
H.        Esta doctrina contiene las únicas bases VERDADERAS de la acción: se
impone a toda agrupación humana tanto como a los hombres      34
Primera Parte LAS BASES DE LA ACCIÓN

CAPITULO 1: LA ACCIÓN LAICA CONTRARREVOLUCIONARIA.
A.        La Revolución... o la Contrarrevolución                       43
B.        Urgencia de una doctrina de acción                 47
C.        A los laicos corresponde llevar a cabo la acción entre los laicos                      48
D.        No es suficiente saber lo que HABRÍA que hacer, es NECESARIO hacerlo                          50
E.         Falsas objeciones contra la acción Contrarrevolucionaria                     51
La Contrarrevolución sería estéril porque es anacrónica                       53
La Contrarrevolución sería esencialmente negativista                55
La argumentación Contrarrevolucionaria sería polémica y dañina   .     56
La acción Contrarrevolucionaria sería el hecho de fanáticos into­lerantes y de exaltados    56

CAPITULO 2: PRINCIPIOS EN LA BASE DE LA DOCTRINA DE LA ACCIÓN
A.        Un FIN definido por la doctrina y medies conformes con este fin  ...    60
B.        Una acción coordinadora - Una directiva general: Formación de los espíritus, reconstitución de los vínculos sociales, adaptación de las instituciones al orden social cristiano 62
C.        Cómo hacer frente a las obligaciones doctrinales a pesar de las imposibilidades del momento: La defensa de los bienes más universales – Los "programas" comparados con los conceptos que surgen del orden natural             64

CAPITULO 3: PREPARACIÓN PARA LA ACCIÓN: DISPOSICIONES DE ESPÍRITU.
A.        La capacidad de previsión (Permanencia en el esfuerzo, continuidad en la acción)           69
B.        La aptitud para "hacer elección"               71
C.        El recurso a la autocrítica            72
D.        Romper la rutina, herrumbre de la acción. "Siempre hay algo para hacer"            73

CAPITULO 4: LAS FASES PROGRESIVAS DEL DESARROLLO DE LA ACCIÓN.
A.        Progresión a respetar               76
B.        Primera fase: Esclarecer - Informar - Instruir                78
"Es preciso dar antes de pedir"                        79
C.        Segunda fase: Formar - Estructurar                  80
"A doctrina insuficiente, acción raquítica"                     82
"A mayor responsabilidad, mejor formación"               83
La célula de trabajo                             83
D.        Tercera fase: Realizar - Combatir                    85
"Realizar es sustituir lo revolucionario por lo Contrarrevolucionario"  90
E.         Cuarta fase: Consolidar                       92

CAPITULO 5: LA CONDUCCIÓN DE LA ACCIÓN. SUS CARACTE­RÍSTICAS.
A. Llevar a cabo una acción UNA y variada y por lo tanto armoniosa: una acción COMPLETA  95
Unidad de la doctrina: lógica y coherencia de la acción               96
Intransigencia y opciones libres               98
B.        Usar de la máxima multiplicidad y de la complementariedad de las formas y de los medios de acción - "Ensayar en lodos los flancos a la vez"             99
C.        Proscribir la hipertrofia esterilizante. Evitar los monstruos tentaculares    103
D.        Descentralizar al máximo: factor de rendimiento y de moral        104
E.         Buscar la comodidad     106
F.         Aportar medios polivalentes a la acción multiforme       108
G.        Demostrar inteligencia, paciencia, constancia - Llevar a cabo la acción paso a paso.
Proponerlo todo, pero no insistir sino en el acto inmediatamente factible. No confundir contratiempo y falsa mesura, choque y violencia 109
H.        La acción Contrarrevolucionaria se efectúa de hombre a hombre   ....  112
I.          La acción Contrarrevolucionaria es efectuada exclusivamente por Contrarrevolucionarios

CAPITULO 6: LOS COMPONENTES DE LA ACCIÓN.
A.        Los componentes de la acción: el hombre, el instrumento, el acontecimiento    118
B.        Ninguna clasificación rígida, pero el hombre está antes que el instrumento          119
Segunda Parte EL HOMBRE: COMPONENTE DE LA ACCIÓN

CAPITULO 7: EL PROBLEMA DE LOS HOMBRES.
A.        Diversos aspectos del hombre              123
B.        El hombre, primer problema
El hombre con su personalidad y en su cuadro natural   124
C.        Primero calidad: la cantidad "se dará por añadidura"      126
D. Poner a todo el mundo a trabajar
Ofrecer a cada uno su posibilidad         128
E.  Es imperioso descubrir los "casos excepcionales" . . .           132
F. Importante función de la mujer          133

CAPITULO 8: EL PROBLEMA DE LOS "MIL" Y DE LOS "CIEN"
A.        Encontrar de hecho cien idóneos, y no... virtualmente                136
B.        ¿Cómo tener los "mil" y los "cien"?
Encontrar las élites y los hombres de acción que deben ser formados doctrinalmente.
Una osmosis entre "hombres de doctrina" y "hombres de acción" ... 139

CAPITULO 9: LOS INTERMEDIARIOS ENTRE LA CABEZA Y LA BASE HUMANA
A. Grupos humanos organizados - Cuerpos intermedios - Redes          142
B.   Las redes sociales naturales            144
Características y personalidad moral de la red               144
Sin organigrama... pero jerarquizado naturalmente: los jefes natura­les    146
La elección de los hombres - No dejarse engañar - Incorporación colectiva, trabajo negativo  149
La red, de esencia natural (por oposición al partido, creación artificial)             154
El ejercicio de la autoridad en el cuadro de las redes
Autoridad y responsabilidad      156
Llevar adelante la estructuración activamente... pero no apresu­radamente         161
Red sin estructuración = cabeza sin cuerpo        163
La estructuración: herramienta para forjar el "consenso"            165

CAPITULO 10: LAS REDES COMO MEDIOS DE ACCIÓN,
A.        Acción múltiple e interpenetración de las redes                        171
B.        Animar todas las redes posibles. Hacerlas "mayores de edad"                         172
C.        Tener en cuenta su importancia respectiva                   173
D.        Unión espiritual necesaria entre redes con igual personalidad moral   . .            174

CAPITULO 11: LA BASE HUMANA Y LA OPINIÓN PUBLICA.
A.        El pueblo y la masa                  176
B.        Una tropa instruida - La doctrina asegura la unidad de mando                         177
C.        No dejar librada la opinión pública únicamente a la influencia revolucionaria. Informar a la masa, por lo menos                         178

Tercera Parte
EL "INSTRUMENTO" COMPONENTE DE LA ACCIÓN

CAPITULO 12: LA JERARQUÍA DE LOS INSTRUMENTOS SEGÚN SU
VERDADERO VALOR
A.        Diversos valores de los instrumentos posibles
"Colocar lo de arriba, arriba"                183
B.        ¡Llegar a todos los hombres, pero... en orden!
Colocar lo espectacular en su lugar       185
C.        Valor y peligros de la llamada acción psicológica           188

CAPITULO 13: INSTRUMENTOS DE LA ACCIÓN DIRECTA (auditivos, visuales, audiovisuales)
A. Superioridad de los encuentros.
Buscarles formas variadas con efectos complementarios.
"Dar su máximo"          191
Efecto preeminente de los medios auditivos       194

CAPITULO 14: EL INSTRUMENTO "DINERO"
A.        Encontrar dinero: un deber                   196
B.        El dinero sirve de regulador de la acción, pero la falta de dinero no restringe los límites de la acción                196
C.        El dinero a dar: deber de todos                        200
Emprender la educación de aquellos que pueden dar                           201
D.        Preveer los recursos a partir de una base segura: los mismos Contrarrevolucionarios... pero todos                  202
E.         Respetar el voluntariado.
Regularidad y automatismo para "solicitar a cada uno lo suyo"             204
F.         La regla del 1% o "¡5 minutos por día para la Contrarrevolución!"       206
G.        Pagar es "actuar"                     207
H.        Buscar con insistencia las ayudas excepcionales                       209
I.          Hacer "remontar" el dinero                   211
J.   Ni "organización" ni organigrama.
Pero saber organizarse contra la Revolución                213

Cuarta Parte
EL "ACONTECIMIENTO": COMPONENTE DE LA ACCIÓN

CAPITULO 15: COMO SE IMPONE EL ACONTECIMIENTO
A,        Acontecimiento-tiempo y acontecimiento-instante.
Dificultad para poseer el sentido del acontecimiento      219
B.        Hombre e instrumento deben estar listos para el acontecimiento   .... 220

CAPITULO 16: COMO MANEJAR EL ACONTECIMIENTO
Preverlo todo para manejar el acontecimiento.
La información.
La táctica de la acción            
B.        La estrategia del acontecimiento          
Un plan adaptable a todas las hipótesis. No pretender DEMASIADO hasta que no se puedan prever los medios. No reglamentar el juego de los detalles. ¡De ningún modo "programas"!  

CAPITULO 17: EL FACTOR "TIEMPO"
A.        Si el tiempo juega en favor de la Revolución ¿de quién es la culpa?      229
B.        El tiempo es neutro                  230
C.        El tiempo perdido por aquellos que se dicen los más apurados                        232
D.        Poner el tiempo a nuestro favor - Ganar los minutos                235
E.         ¿Los plazos? Dependen de nosotros                236
F.         Negarse a pronunciar la palabra "esperar"                   240
G.        Para ganar tiempo, hacer sólo lo seguro          
Osar, y no arriesgar                 242
Quinta Parte
MANIOBRA, DEFENSAS Y ARGUMENTOS

CAPITULO 18: LA MANIOBRA CONTRARREVOLUCIONARIA
A.        Una maniobra con el espíritu de un contraataque            251
B.        La Contrarrevolución, común múltiplo para la unidad de la acción.
Miseria de los Contrarrevolucionarios potenciales                    253
Un terreno de entendimiento                            254
El común múltiplo de las tendencias anti-revolucionarias                      255
Una federación de los esfuerzos que respete todas las aspiraciones legítimas, pero que exija ajustes                257
C.        La Contrarrevolución, común múltiplo para una acción internacional   259
D.        Esgrimir la Contrarrevolución               263
E.         Desenmascarar, en los hechos, la Revolución oficial                 273
F.         Sacar del medio revolucionario a los contrarrevolucionarios que se encuentran en él 279
G.        Hacer un bloque - Descartar a los revolucionarios y a los neutros  . . . 281

CAPITULO 19: DEFENSAS
A.        Pública expresión Contrarrevolucionaria, pero acción inasible                          238
"Expresar la Contrarrevolución sin revelar la acción"                288
B.        Ninguna conciliación ni colaboración con los revolucionarios o casi revolucionarios 290
C.        Formación doctrinal. Fuerza espiritual de la Contrarrevolución                        297

CAPITULO 20: ARGUMENTOS PARA PODER ELEGIR
A.        Actitud de los Contrarrevolucionarios potenciales frente a la doctrina   302
B.        Los no-creyentes frente al catolicismo                         304
C.        No disociar lo espiritual de lo temporal                        306
D.        La elección a realizar                           315

ANEXOS
ANEXO 1: LA CÉLULA DE TRABAJO
A.        Ventajas de la célula de trabajo            327
B.        Sugestiones y reiteraciones        330
C.        Tácticas, y prácticas       334
D.        ¿Cómo llevar a un hombre de tendencia Contrarrevolucionaria a formar parte de una célula de trabajo?           339
ANEXO II. UN ACONTECIMIENTO TIPO A PREPARAR: LAS ELEC­CIONES
A. Tener una solución, un candidato para proponer      345
B.        La elección del candidato Contrarrevolucionario                      347
C.        El mínimo que debe buscarse: que se garantice el progreso Contrarrevolucionario                   350
D.        La elección entre lo malo y lo peor: un frente de boletas en blanco . .   352
ANEXO III: UBICACIÓN DE LOS MOVIMIENTOS CONTRARREVOLUCIONARIOS PARTICULARES

ADVERTENCIA AL LECTOR

Esta Advertencia, que proporciona algunas aclaraciones acerca del espíritu que anima este libro, tiene por fin, en primer lugar, solicitar al lector quiera dejar de lado sus tomas de posición y sus prejuicios que en algunos son numerosos con respecto a la Contra­rrevolución y que no pueden ser desbaratados en su totalidad desde la primera página.
En razón de la progresividad con que ha sido concebida la obra, respondiendo a una táctica determinada, se debe recomendar al lector avisado no actuar como crítico —si tal es su género— antes de haber acabado su lectura porque perdería su tiempo en señalar olvidos aparentes que encontrará tratados más adelante.
Si, después, se obstina en la crítica, que por lo menos ella sea Positiva. ¡Qué lo haga mejor! Y que proceda caso por caso explicando, completando, convenciendo más sólida y ardientemente.
Eso es todo lo que esperamos.
2    Si nuestro tema es la Acción, no se trata sin embargo de cualquier acción, aunque los principios que guían la nuestra sean los que deben aplicarse en todos los dominios cuando se busca eficacia, éxito y progresos Reales.
Se trata de una acción de carácter Contrarrevolucionario, cual­quiera sea su campo de aplicación: la sociedad, la profesión, la familia, la recreación... En primer lugar, en consecuencia, es preciso recordar al lector qué es la Contrarrevolución. No es posible, pues, saltar de buenas a primeras al tema principal de la acción.
Lo expuesto en una Doctrina de ¡a Acción Contrarrevolucionaria, se ofrece para señalar el lugar y la función de los hombres, de los medios y de las circunstancias a utilizar para una construcción contrarrevolucionaria.
Es un instrumento de trabajo. Pero no está destinado de ningún modo a algunos especialistas o a ciertos cuadros. Si algún hombre lo considerara como específico del profesional, no habrá comprendido que a él también le corresponde actuar, y que la parte de acción que deje de aportar —por simple que sea, en su medio natural-nadie la realizará en su reemplazo.
Cada hombre debe saber cómo se presenta su deber de actuar. No existe una categoría de personas que tendría la misión de conocer cuál es la acción que le incumbe a cada uno y una multitud de indiferentes que tendría el derecho de desinteresarse.
Porque la exposición quiere ser un instrumento práctico, está obligada a presentar todos los argumentos necesarios y a refutar las objeciones más comunes... Porque los que pasen a la acción tendrán necesidad de todos esos elementos cuando, a su turno, les sea preciso convencer.
Por las mismas razones, a veces ha sido sacrificada deliberada­mente la composición literaria en beneficio de repeticiones útiles, de manera tal que el lector encuentre, en el artículo pertinente, todos los argumentos capaces de apuntalar el tema. Por ello también, notas algo extensas han sido mantenidas dentro del texto y no anexadas.
Muchos hubieran deseado un libro al alcance de los más simples, otro destinado a los futuros cuadros y otro, además, en forma de ameno manual. Hacerlo así hubiera constituido, una vez más, una dispersión que es una de las razones por las cuales la doctrina sana, justa y eficiente de la acción es tan mal conocida.
Es necesario tratar de no olvidar nada de lo esencial para que cada cual, según sus capacidades, encuentre aquí lo que justamente busca y pueda hallar asimismo, más tarde, aquello de lo que no hubiera tenido una necesidad inmediata.
Nadie, además, puede saber desde el principio lo que le resultará útil. Ya se trate de un jefe de Estado o de un zapatero remendón, los principios a los que debe someterse su acción, son los mismos. Y, en la acción, no existen detalles que puedan descuidarse. De nada servirá, por ejemplo, estar socialmente bien colocado para animar la acción contrarrevolucionaria en el plan nacional, si se ignoran las disposiciones a tomar para garantizar la seguridad de los gestos elementales en períodos de persecución solapada.
Ciertamente que se precisaría un libro especial adaptado al nivel de cada hombre. Pero como eso es imposible corresponde a los mejores poner, lo que existe, al alcance de los otros. Nada se opone a una selección de temas especialmente destinados a unos, a resúmenes y a comentarios dirigidos a otros. El imperativo es que de ninguna manera resulte deformado el espíritu y, al respecto, es bueno recordar que en materia de doctrina no decirlo todo es, con frecuencia, hablar contra la doctrina.
Un deseo puede ser formulado: que los hombres cuya profesión consiste en pensar y en escribir, se inclinen sobre el problema de la acción para perfeccionar los instrumentos de trabajo que deben ponerse a disposición de unos y otros.
3 El Manifiesto Político y Social (M.P.S.) que anunciara ya esta exposición en pro de una Doctrina de Acción Contrarrevolucionaria (D.A.) recordaba el fin que se propone a la humanidad y lo que se opone a ese fin: la Revolución. El M.P.S. definía, pues, para qué es necesario actuar y contra qué es preciso combatir. La exposición de la D.A. explica cómo se debe actuar, combatir, construir.
Ocurrirá ciertamente que algunas personas tendrán la D.A. sin haber leído previamente el M.P.S. Pueden, entonces, suceder dos tosas: o bien el lector reconocerá inmediatamente, como suya, la doctrina a la que se refiere la exposición —y en ese caso no habrá necesidad de lamentar que no se la exponga más ampliamente— o bien el lector no habrá tenido oportunidad de conocer, por tradi­ción o educación, las bases de esta doctrina, pero en ese caso se verá orientado hacia ella con la misma progresividad que se encuentra en el M.P.S.
De todas maneras, los dos primeros capítulos conducirán al lector —aún al carente de información— a la noción de Revolución y de Contrarrevolución. Al mismo tiempo se refutarán las objeciones banales y falsas opuestas corrientemente a la Contrarrevolución.
Desearíamos que el lector tuviera la intención de leer esta obra "de A a Z", en el orden lógico en que le son presentadas las nociones que se encadenan unas con otras. Pero le es lícito pasar rápido sobre lo que parece fácil o de una importancia no inmediata y con libertad, por consiguiente, para volver sobre ello para asegurarse de que todo lo ha asimilado correctamente.
Por el contrario, el lector no debe dejarse abatir por la lectura que, a veces, requiere más perseverancia, como el estudio de los principios, de las características y de los componentes de la acción. Ahí está lo esencial, el núcleo; y como todo núcleo, es más duro... Pero sólo él puede germinar y dar frutos.
Lo que importa es que el lector lea todas estas páginas y las haga suyas, admitiéndolas, en cuanto al fondo, como si él mismo las hubiese escrito. En consecuencia, si le resulta más atrayente partir en la búsqueda de los párrafos que le interesen más directamente, que no dude en transitar de un tema a otro. (El sumario detallado y el índice analítico final -que indican los párrafos- podrán ayudarlo).
Con seguridad, el lector que así proceda correrá a veces el riesgo de carecer de las explicaciones que le hubieran permitido captar plenamente ciertos temas. Así, por ejemplo, quien no haya leído previamente lo que es una verdadera red social natural arrastrará durante mucho tiempo en su espíritu, una idea totalmente falsa acerca de la "red" a la que se hace referencia. Y que no se lamente demasiado si encuentra argumentos -de orden metafísico especial­mente— que lo detienen y que los habría comprendido y admi­tido perfectamente si los hubiera abordado con la debida progresividad. (Algunas personas asocian los dos géneros de lectura -un tiempo para una, un tiempo para otra— y no es una mala fórmula).
Sea como fuere, un mínimo de probidad intelectual debe obligar al lector, antes de irritarse, a buscar en primer lugar aquello que se le haya escapado.
Queremos recordar también a aquellos que, perfectamente infor­mados de la doctrina, por principio criticarán un libro que no adopta ni el orden al que están acostumbrados, ni un giro de espíritu que, con frecuencia, pretende convencer comenzando por provocar retracción. Es fácil replicarles, haciéndoles ver que en todas las lenguas del mundo existen miles de libros perfectos que han respetado ese orden. Ya que no es por la falta de esos libros por lo que no se han podido impedir los progresos acelerados de la Revolución, la causa no puede ser otra que la falta de hombres. Quizás pues, a veces sea necesario adoptar una progresión dife­rente y emplear un lenguaje y un razonamiento que sean directamente accesibles a quienes se quiere convencer.
Aquellos que están perfectamente informados de la doctrina no tienen ninguna necesidad de leer esta exposición, porque ciertamen­te su ciencia ya los habrá llevado a la acción... a no ser que frente a esta doctrina su falta de coraje los haya arrojado entre los descreídos.