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Victorias Frustradas

 

Mariscal Erich von Manstein

Victorias Frustradas - Mariscal Erich von Manstein

Victorias Frustradas - Mariscal Erich von Manstein

650 páginas (2 tomos)
fotografías b/n
medidas: 14,5 x 21 cm.
Ediciones Sieghels
2013
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 200 pesos
 Precio internacional: 30 euros

 

 

Las memorias del Mariscal de Campo Erich von Manstein, reconocido por todos como un verdadero genio militar y uno de los generales alemanes más capacitados de toda la Segunda Guerra Mundial, es una referencia ineludible para conocer el desarrollo de la guerra desde el punto de vista táctico y estratégico.
Publicadas originalmente en Alemania en 1955, relatan detalladamente la participación del autor en la campaña de Polonia, como Jefe de Estado Mayor de Von Rundstedt, para pasar luego a Francia, donde mantendría el mismo puesto hasta ser destinado a comandar un cuerpo de Ejército durante la campaña de mayo-junio de 1940. Posteriormente nos narra sus acciones al frente de un cuerpo de Ejército en la campaña de invasión de la Unión Soviética en 1941, al frente de un ejército en Crimea en 1941–42, hasta la toma de Sevastopol, para pasar a los combates al sur del Lago Ladoga, donde estará destinado brevemente, antes de ser nombrado Comandante en Jefe de los grupos de Ejércitos del Don y posteriormente del Sur, entre el invierno de 1942 y finales de marzo de 1944, momento en que es cesado.
Manstein, por una parte, narra objetivamente los hechos históricos en los que intervinieron las tropas bajo su mando, con descripción de órdenes de batalla, relaciones de fuerzas y acciones de guerra, pero también se aventura a dar sus puntos de vista, sus concepciones del mando, análisis personales de las situaciones operativas y estratégicas en las que se vio envuelto, conferencias con Hitler y anécdotas varias.
Victorias Frustradas, definitivamente, es una de las más interesantes e informativas memorias de la Segunda Guerra Mundial, tanto por la magnífica narración que hace de los acontecimientos militares, como por las explicaciones, magistrales en algunos casos, que da sobre el arte militar, tanto a nivel operativo como estratégico. Manstein ha escrito un libro que será estudiado a menudo por los diversos ejércitos del mundo.

 

ÍNDICE

TOMO I

Biografía militar en forma condensada7
Preámbulo9

PRIMERA PARTE
LA CAMPAÑA DE POLONIA

I.- Antes del asalto13
¿Guerra o finta?17
II.- La situación operativa25
Fuerzas alemanas y plan de operaciones25
Fuerzas polacas en presencia y plan de operaciones28
Observaciones respecto del despliegue polaco29
III.- Las operaciones del grupo de Ejércitos del sur37
Al frente del grupo de Ejércitos37
La situación de partida39
El avance arrollador del Ejército 17 por Galitzia40
La irrupción del Ejército 10 en dirección al Vístula y
la batalla de bolsa en torno a Radom41
El mando del grupo de Ejércitos recibe visita43
La batalla junto al Bzura45
Recuerdos48
Los últimos combates al oeste del San y del Vístula52
In memoriam53
Comandante en jefe del Este58
Nuestro jefe administrativo58
Acorde final60

SEGUNDA PARTE
LA CAMPAÑA OCCIDENTAL DE 1940

IV.- La neutralización del alto mando del Ejército63
Hitler, von Brauchitsch y Halder66
V.- La pugna en torno al plan de operaciones87
El plan de operaciones del alto mando del Ejército (es decir, de Hiter)89
Objeciones91
El Plan del alto mando del grupo de Ejércitos A95
La campaña occidental en 194097
La pugna en torno al plan del grupo de Ejércitos A97
VI.- Comandante en jefe del 38 cuerpo de Infantería119
Condenado a actuar de espectador119
A marchas forzadas hacia el Loira125
VII.- Entre dos campañas139
La acción «León Marino»144
«¿Qué hacemos?»144

TERCERA PARTE
EN LUCHA CONTRA LA UNIÓN SOVIÉTICA

VIII.- Una incursión de tanques165
IX.- La campaña de Crimea195
La situación al tomar posesión del mando del Ejército 11197
Batalla de dos frentes: expugnación del Istmo de Perekop y
batalla en el mar de Azof206
La conquista de Crimea211
La lucha por los pasos de Ischun212
La persecución214
El primer ataque a Sebastopol221
La ofensiva Stalin para reconquistar Crimea226
La evolución de la situación en la península de Kertsch228
El caso trágico del General Sponeck230
Continua la «Ofensiva Stalin»236
«Treppen-Jagd»239
La reconquista de la penínsuña de Kertsch239
«Störfang» o la conquista del Fuerte de Sebastopol245
Vacaciones en Rumania268
X.- Leningrado - Witebsk273
XI.- Hitler en el ejercicio de las funciones del Alto Mando Militar285
XII.- La tragedia de Stalingrado303
La ruta de Stalingrado306
La evolución de la situación en torno a Stalingrado hasta mi
posesión del mando del grupo de Ejércitos del Don309
Apreciación del mando del grupo de Ejércitos del Don a base de
la situación del 24 de Noviembre317
Primeras impresiones y medidas tomadas322
La situación en el momento de hacernos cargo del mando326
Ataques enemigos al Ejército 6º337
Se agrava la situación en el frente del Tschir338
Nuestra vana pugna por arrancar decisiones necesarias339
Una carrera a vida o muerte342
La ocasión de salvar al Ejército 6º no es aprovechada350
La lucha final del 6º Ejército363

TOMO II

XIII.- La campaña de invierno de 1942 a 1943 en el sur de Rusia9
Los principios estratégicos de la campaña de invierno10
Directrices operativas13
La primera fase: La lucha por la liberación del Ejército 6°18
La segunda fase: La lucha por mantener desembarazada la retaguardia del grupo de Ejércitos A20
Los combates del 4° Ejército de tanques al sur del Don inferior26
La lucha de la sección de Ejército Hollidt30
La tercera fase: La lucha por mantener las comunicaciones de retaguardia del ala sur alemana32
Las luchas durante la segunda quincena de enero34
La evolución de la situación hasta fines de febrero54
Cuarta fase: El contraataque alemán61
La batalla entre el Donez y el Dnieper68
La batalla de Charkow72
Ojeada retrospectiva74

XIV.- «Ciudadela»81
La situación estratégica en la primavera de 194381
Posibilidades operativas soviéticas85
¿Atacar dejando salir antes al enemigo?86
El ataque por propia iniciativa89
Planteamiento de la operación «Ciudadela»91
Un aplazamiento fatal94
El ataque104
Consideración final110

XV.- La lucha defensiva en 1943-44113
Problema del mando113
Lucha contra una hidra120
Primera batalla en la cuenca del Donez120
La batalla a occidente de Bjelgorod y la lucha por Charkow122
Lucha generalizada en todo el frente del grupo de Ejércitos127
La retirada a detrás del Dnieper141
Tierra quemada143
La lucha por la línea del Dnieper145
La batalla en la curva del Dnieper152
La batalla de Kiew157
La batalla en la curva del Dnieper161
Batalla en todo el frente164
La pérdida de Nikopol183
La bolsa de Tscherkassy184
Rowno187
Y, al fin llegó la hora...192
La lucha continúa a pesa de los barros197

Apéndices (Documentos)219
Apéndice 1.°219
Apéndice 2.° 223
Apéndice 3.°226
Apéndice 4.°228
Apéndice 5.°233
Apéndice 6.°236
Apéndice 7.°242
Apéndice 8°248
Apéndice 9.°258
Apéndice 10.°261
Apéndice 11.266
Apéndice 12.268
Apéndice 13.270
Índice de mapas272

EL AUTOR

 

Fritz Erich Von Lewinski nació el 24 de noviembre de 1887, en Berlín, décimo hijo de un oficial de artillería, adoptó el apellido Von Manstein al ser adoptado por su tío Georg Von Manstein. Desde el principio estuvo destinado a la carrera militar, en la que destacaría rápidamente, participando en algunos de los escenarios mas importantes de la primera guerra mundial: Verdún, Champagne, Polonia, Serbia y Estonia entre otros.
Durante el periodo de entreguerras Von Manstein formó parte de la Reichswehr, alternando puestos de mando de tropas con labores de estado mayor y viajes al extranjero, en especial a la Unión Soviética, para estudiar los ejércitos de otras naciones. Con el advenimiento de Hitler participó en el desarrollo de las nuevas fuerzas armadas alemanas.
Al comenzar la Segunda Guerra Mundial se lo encuentra como Jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos de Von Rundstedt que tomó parte en la invasión de Polonia, y al finalizar las operaciones fue trasladado al Oeste. Fue entonces cuando comenzó a destacar por su genio militar.
Se debe a este famoso general el plan ofensivo que destrozó las defensas francesas en el frente occidental en 1940, la conquista de Crimea, la derrota de los ejércitos soviéticos que en la primavera de 1942 intentaron reconquistarla y la caída de la plaza fuerte de Sebastopol.
En 1942, noviembre, cuando se produjo el cerco al VI Ejército en Stalingrado, Von Manstein fue el encomendado por Hitler para salvarlo. Como comandante en jefe del Grupo de Ejércitos del Don (más tarde llamado "del Sur") lo intentó y llegó hasta 50 km. de las líneas que contenían la bolsa del ejército cercado. No obstante la ofensiva soviética se lo impidió y los combates que siguieron le permitieron salvar el ala sur del despliegue alemán. Campaña que terminó con la retoma de Jarkov, en marzo de 1943, por la que se le concedieron las Hojas de Roble para su Cruz de Caballero.
En el verano de 1943 participa comandando una de las alas en la operación Ciudadela, la última ofensiva del ejército alemán que produjo el mayor combate de tanques de toda la historia militar, en Kursk.
Dirigiendo el Grupo de Ejércitos del Sur, se enfrentó al avance continuado soviético, retrocediendo hasta la frontera polaca. En marzo de 1944 y debido a su disidencia con Hitler respecto a como llevar las operaciones defensivas en el frente del Este, se le retira del mando y se lo condecora con las Espadas de la Cruz de Caballero.

PREÁMBULO

 

Esta obra no es otra cosa que el testimonio de un soldado. De propósito he rehusado traer aquí cuestiones políticas o aspectos que no guarden relación directa con los acontecimientos militares. Básteme aducir en abono de mi actitud las palabras del tratadista inglés de temas militares Liddell Hart:
"Los generales alemanes de esta guerra han resultado el mejor logro profesional que quepa buscar en parte alguna. Mejores pudieron haber sido todavía, de haber contado con más amplios horizontes y con una mentalidad más profunda. Bien es verdad que si hubieran sido filósofos, habrían dejado ya de ser soldados."
He puesto el mayor empeño en exponer lo que me aconteció, las ideas que se me ocurrieron y las decisiones que tomé, presentándolo todo tal como entonces sucedía y lo veía yo y no como pudiera verlo ahora, "a posteriori". No es, pues, el historiógrafo investigador, sino el hombre de acción, el que se dirige al lector. Claro está que no por haber tratado de presentar con la mayor imparcialidad posible los hechos, las personas y sus decisiones, dejarán mis apreciaciones de resultar en último término las conclusiones subjetivas de quien tomó parte en los acontecimientos que comenta. Espero, sin embargo, que mi relato no ha de carecer de interés ni aun para el historiador, que jamás podría extraer la verdad solamente de las actas y documentos. Lo esencial, que es el conocimiento de las reacciones y juicios de las personas actuantes, rara vez se sacará de los documentos oficiales y de los diarios de operaciones, y nunca, desde luego, completo.
Al referir cómo nació el plan de la ofensiva occidental alemana de 1940, lo hago apartándome de la norma del general coronel von Seeckt, de que "los oficiales del Estado Mayor no tienen nombre". Me creo justificado para obrar así por el hecho de que la cuestión haya sido aireada hace tiempo ya, y sin mi intervención por cierto. El que entonces era mi jefe, mariscal general von Rundstedt, y nuestro jefe de Servicios, general Blumentritt, fueron quienes pusieron al corriente de la historia del plan en cuestión a Liddell Hart, al que yo no he tenido el gusto de conocer personalmente.
La razón de que mi versión de los problemas y acaecimientos militares aparezca salpicada de matices personales, está en que también en la guerra tiene sus fueros el lado meramente humano. Y que tales recuerdos personales hayan de echarse de menos en los últimos capítulos de este libro, se explica por la circunstancia de que en aquellos momentos todo lo ensombrecían y desvanecían la preocupación y el peso de la responsabilidad.
Consecuencia obligada de mi propia situación en la Segunda Guerra Mundial es que, en lo sustancial, tenga que enfocar los hechos desde el punto de vista del mando superior. Confío, con todo, en que de mi relato habrá de trascender a cada paso el papel decisivo que tuvieron el espíritu de sacrificio, la valentía, la lealtad y el sentido del deber del soldado alemán, así como la competencia y la conciencia de responsabilidad de los mandos en todas sus categorías. De ahí nos vinieron nuestras victorias y sólo merced a ello fue posible hacer frente a la aplastante superioridad de nuestros enemigos.
Quisiera también que en esta obra se viese un testimonio de gratitud al que fue mi primer jefe en la fase inicial de la guerra, mariscal general von Rundstedt por la confianza que siempre puso en mí; a los jefes y soldados de todos los grados que sirvieron a mis órdenes; a mis auxiliares, especialmente al jefe y oficiales de mi Estado Mayor, que me asesoraron y prestaron su colaboración, y, por último, a cuantos me ayudaron a componer estas memorias: al que fue mi jefe de Estado Mayor, general Busse, y oficiales del mismo: von Blumröder, Eismann y Annus; a Gerhard Günther, que con sus palabras me animó a publicar la obra, y a Fred Hildenbrandt, por su precioso concurso en la labor de redactarla, así como al ingeniero diplomado Materne, que ha sabido trazar los croquis con gran acierto.