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Fundamentos de Biopolítica




Jacques de Mahieu

Fundamentos de Biopolítica - 
Jacques de Mahieu





124 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2022
, Argentina
tapa: blanda
 Precio para Argentina: 1260 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

En nuestro tiempo, los marcos teóricos para explicar la realidad social vienen dados, casi exclusivamente, o por las ciencias sociales norteamericanas o por las marxistas.
La concertación académica, entre liberales y marxistas, para reprimir todo pensamiento que se aleje de sus parámetros ha hecho creer que no existen otros marcos teóricos que puedan explicar la realidad social.
Pero no es así. Ha habido pensadores y científicos que, aunque marginados del sistema académico oficial, han seguido desarrollando líneas de investigación y de pensamiento para las cuales lo nacional y lo étnico son considerados como factores con incidencia en la realidad social.
Por lo general, cuando se habla de raza, las pocas obras que tratan el tema o lo hacen desde el completo olvido de su incidencia o desde la exageración de su importancia. Los primeros usan como anteojeras sus prejuicios igualitarios y hasta llegan, sin miedo al ridículo, a negar en los seres humanos lo que nadie se atrevería a poner en duda con respecto a los animales. Del otro extremo reduccionista están quienes creen ver en la raza la única clave de la historia, el único factor de la evolución del hombre y de las comunidades, como también del nacimiento y la muerte de las civilizaciones. O bien la raza no existe -o constituye por lo menos un elemento sin importancia reflejo del medio-, o bien, por el contrario, abruma al mundo con un determinismo absoluto y sin remedio. Por un lado, Marx y Maurras, aunque mencionan a veces, al pasar, factores etnopolíticos temen manifiestamente entrar en lo vivo del problema, cuyos datos no poseen o pueden complicar el desenvolvimiento de sus teorías. Por otro lado, Gobineau sistematiza con exceso observaciones y reflexiones que hacen de un grupo étnico el deus ex machina de la historia. Citemos, por fin, las campañas contra el “racismo” de científicos hechos propagandistas y propagandistas disfrazados de científicos, las que turbaron innumerables mentes. Surge de todo eso que el problema necesita ser tratado de nuevo desde sus fundamentos y llevado hasta sus últimas consecuencias, a la luz de las solas realidades científicas.
Con un excepcional don de síntesis unánimemente reconocido, Jacques de Mahieu nos brinda un marco teórico integrador, verdaderamente holístico y no reduccionista, en el que se asigna un valor a cada uno de los factores que explican el comportamiento humano en sociedad.
No fue su propósito escribir un tratado de biopolítica, que hubiera exigido una extensión mucho mayor, sino meramente establecer los fundamentos —el título de la obra lo dice— de una ciencia en cuyo campo casi todo está todavía por hacer y, en especial, dar definiciones sin las cuales resulta imposible aprehender un factor tan importante para la historia y datos básicos del orden social.

 

ÍNDICE

IIntroducción9
1. Olvido y exageración del factor étnico9
2. La biopolítica10
I.- La raza13
3. El hombre: herencia más historia13
4. El hecho de la raza14
5. El concepto zoológico de raza16
6. El error de la “raza pura”17
7. La herencia18
8. La combinación de los genes20
9. El doble efecto de la mestización22
10. La mutación23
11. La herencia de los caracteres adquiridos24
12. La memoria hereditaria26
13. La acción del medio28
14. El doble efecto del medio29
15. Limites de la acción del medio30
16. Creación de la raza33
II.- La etnopolítica35
17. La clasificación de las razas35
18. El crisol38
19. La desigualdad de las razas39
20. Raza y comunidad41
21. Las comunidades poliétnicas43
22. La especialización racial en una sociedad orgánica45
23. La esclavitud46
24. La segregación48
25. Dialéctica de las razas en una comunidad poliétnica49
26. Dialéctica de las razas en el mundo51
III.- La genopolítica53
27. Biopsicología y orden social53
28. La especialización social biopsiquica54
29. La familia56
30. El linaje57
31. El estrato social58
32. El origen de la estratificación social60
33. Diferenciación hereditaria y especialización funcional61
34. Variabilidad hereditaria por la función62
35. Importancia de la diferenciación funcional64
36. La selección natural66
37. La diferenciación económica67
38. La selección al reves68
39. Aristocracia y elite69
40. El desequilibrio biopsiquico de la comunidad70
41. La desaparición del orden social biopsiquico71
IV.- El volumen de población73
42. El factor demográfico73
43. La densidad de población75
44. El equilibrio demográfico natural: sus factores biológicos77
45. El equilibrio demográfico natural: sus factores sociales79
46. La composición demográfica81
47. Población activa y población pasiva83
48. El ritmo demográfico85
49. La presión demográfica87
50. El espacio vital88
51. La regulación demográfica91
52. La concentración demográfica93
V.- Las migraciones97
53. Definiciones97
54. Migraciones globales y migraciones parciales99
55. Migraciones voluntarias y migraciones forzosas101
56. La emigración: sus causas103
57. La emigración: sus consecuencias105
58. Biotipología del emigrante107
59. La inmigración: el proceso de asimilación109
60. La inmigración: sus consecuencias111
61. Las migraciones internas: la inestabilidad geosocial114
62. Las migraciones internas: causas y consecuencias116
63. La planificación migratoria118
64. Las migraciones temporarias120

Introducción

 

1. Olvido y exageración del factor étnico
Muy pocas veces, en estudios políticos no especializados, la raza ha sido colocada en su justo lugar en cuanto factor de la existencia, estructura y evolución de las comunidades humanas. Ora se la olvida lisa y llanamente, lo que no tiene mayor importancia cuando se trata de estudios estáticos de entes sociales definidos, pero falsea completamente la visión de conjuntos más amplios considerados en su evolución; ora, más excepcionalmente, la raza se vuelve la única clave de la historia, el único factor de la evolución del hombre y de las comunidades, como también del nacimiento y la muerte de las civilizaciones. O bien la raza no existe o constituye por lo menos un elemento sin importancia reflejo del medio, o bien, el contrario, abruma el mundo con un determinismo absoluto y sin remedio Por un lado, Marx y Maurras, aunque mencionan a veces, al pasar, factores etnopolíticos temen manifiestamente entrar en lo vivo del problema, cuyos datos no poseen o que pueden complicar el desenvolvimiento de sus teorías. Por otro lado, Gobineau sistematiza con exceso observaciones y reflexiones notables, haciendo de un grupo étnico el deus ex machina de la historia; no sin excusas, por cierto, ya que fue el primero en tratar seriamente la cuestión y no podía poseer, hace un siglo, los elementos indispensables que nos dio la biología solamente en los últimos decenios. Citemos, por fin, las campañas contra el “racismo” de científicos hechos propagandistas y propagandistas, disfrazados de científicos, las que turbaron innumerables mentes. Surge de todo eso que el problema necesita ser tratado de nuevo desde sus fundamentos y llevado hasta sus últimas consecuencias, a la luz de las solas realidades científicas.

2. La biopolítica
Comprobaremos, en el curso de nuestra búsqueda, que el problema étnico, cuando fue planteado, lo fue de un modo demasiado estrecho o, más exactamente, que existe, al margen del problema de las razas propiamente dichas, un problema del mismo orden que ya nos deja entrever el lenguaje corriente. Decimos de un ser humano como de un caballo que “tiene casta”, “qu´il a de la race”. Esto no significa que pertenece a un conjunto étnico determinado, sino, por lo contrario, que se distingue por algunas características dentro de su conjunto étnico. Cuando hayamos establecido que dichas características son hereditarias, tendremos que admitir de grado o por fuerza que existen, en el seno de los conjuntos raciales, categorías de la misma naturaleza biopsíquica que las comunidades étnicas, en el sentido propio de la palabra. Y cuando hayamos visto que dichas categorías tienen una importancia social, bien tendremos que completar la etnopolítica con la genopolítica y considerar el conjunto de los procesos hereditarios en la medida en que intervienen en la vida de las comunidades humanas. Tal es el objeto de lo biopolítica. Quizás el término les parezca a algunos demasiado estrecho, ya que los caracteres considerados no sólo son biológicos sino también psíquicos. Nos quedaremos con él, sin embargo; primero, porque no nos parece posible, eufónicamente, admitir “biopsicopolítica” y sobre todo porque la biología, o ciencia de la vida, ya se ha apartado definitivamente de su materialismo primitivo, consecuencia del dualismo cartesiano que está alejándose cada vez más de nosotros, mientras que la filosofía vuelve, felizmente, a la concepción aristotélica de la unidad substancial del ser viviente. La biopolítica tienen un papel importante que desempeñar: en todo el mundo, los conflictos de razas, se multiplican y grandes choques étnicos, en escala desconocida hasta ahora, se anuncian en el horizonte; la degeneración, por causas internas de nuestras comunidades tradicionales, exige explicación y remedios que la ciencia política no ha sabido, hasta ahora, dar ni recetar. Veremos, a lo largo de las páginas siguientes, en qué medida la biopolítica, además del interés especulativo que ofrece, nos permite aclarar ciertos problemas contemporáneos y definir su indispensable solución.