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El holocausto bajo la lupa

Declaraciones de testigos oculares versus leyes de la naturaleza

Jürgen Graf

El holocausto bajo la lupa - Declaraciones de testigos oculares versus leyes de la naturaleza - Jürgen Graf

140 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2015
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 190 pesos
 Precio internacional: 13 euros

 

 

 

De todos los crímenes Nazis, es el Holocausto el que ha conmovido en mayor medida la conciencia de la Humanidad. El Holocausto ha teñido moral y políticamente la época de postguerra; se lo enseña en todos los textos escolares como un hecho irrefutable.
Pero, ¿es posible que se hayan pasado cosas por alto? ¿Por qué se rehuye un debate público sobre el Holocausto con los revisionistas, igual que el diablo huye del agua bendita? Incluso hay Estados que han aprobado leyes para limitar la libertad de opinión, exclusivamente en relación al Holocausto.
Toda investigación histórica, sin embargo, obliga a un constante rejuzgamiento (“Revisión”), de la visión de la historia. Así como la culpa de la matanza de 4.000 oficiales polacos en Katyn (1940), fue originalmente achacada a los nazis; gracias a la libre investigación hoy está probado que la orden la dio Stalin.
Así se han constantemente revisados absolutamente todos los hechos históricos. ¡No hay tema alguno que no se pueda discutir públicamente, excepto el Holocausto!.
El autor de este libro ha recopilado el material original disponible -en especial declaraciones de testigos- y de ese modo ha llegado a conclusiones irrefutables.
Las declaraciones absurdas de estos testigos contradicen las leyes de la Naturaleza y la lógica humana. Si se creen las descripciones de los testigos, el Holocausto se convierte en un MILAGRO, pues las leyes de la Física, la Química y de la Tecnología quedarían desahuciadas.
Es necesario entonces volver a revisar las pruebas para esclarecer la historia. Esto no exculpa a los nazis de sus crímenes ni daña la memoria de las víctimas de la guerra, sólo busca la verdad para que la historia no sea utilizada con otros fines y se pueda investigar civilizadamente lo sucedido.

 

ÍNDICE

Introducción 9
1. El tabú único 13
2. Los revisionistas 14
3. ¿Son humanamente posibles las dudas sobre el holocausto? 15
4. Como reaccionan los historiadores del sistema ante el
revisionismo 16
5. Represión en lugar de dialogo 17
6. ¿Por qué los exterminacionistas rehúyen el diálogo? 19
7. ¿Cuestionan los revisionistas la persecución de los judíos
bajo Hitler? 20
8. ¿Que entendían los nazis como ‘solución final’ de la
cuestión judía? 22
9. Los campos de concentración 25
10. Las masacres en el frente del este 32
11. ¿Por que las potencias vencedoras añadieron el holocausto
y las cámaras de gas a las atrocidades alemanas? 33
12. La visión oficial del holocausto. 34
13. La inexistencia de cualesquier documentos sobre el
holocausto y cámaras de gas 36
14. El talón de Aquiles de la claque de falsificadores de la historia 38
15. Las cámaras de gas en EEUU 41
16. El Zyklon-B y las cámaras de desinfección alemanas 42
17. Tres testigos principales de Auschwitz 44
18. ¿Fueron abolidas las leyes de la naturaleza entre 1941 y 1945? 50
19. El informe Leuchter 53
20. El elefante invisible 58
21. Pruebas adicionales 61
22. El holocausto:.¡Propaganda de guerra! 62
23. Las fosas en llamas de Elie Wiesel 64
24. El campo de exterminio fantasma de Belzec 66
25. El absurdo de Treblinka 73
26. Las cámaras de gas de 0 a 7 en Majdanek 77
27. Las cámaras de gas de los alemanes del Reich 78
28. La creación de la mentira de Auschwitz 82
29. Citas de Hitler como ‘pruebas’ del holocausto 86
30. El juicio de Nüremberg 88
31. Los procesos de campos de concentración en la RFA 92
32. Frank Walus e Ivan Demjanjuk 97
33. Lo que cuentan los ‘sobrevivientes del holocausto’ 98
34. ¿Donde están los millones ‘desaparecidos’? 106
35. La respuesta 110
36. La cifra de 6.000.000 111
37. La clave para resolver la cuestión demográfica esta en la URSS 113
38. Destinos individuales 115
39. El reencuentro de los Steinberg 118
40. Un holocausto no les basto a los reeducadores 119
41. El juicio de Faurisson sobre la leyenda del holocausto 120
42. ¿Como se ganan millones contando historias? 121
43. ¿Por qué el establishment alemán y el austriaco temen
a la verdad histórica como el diablo al agua bendita? 123
44. ¿Por qué a gobernantes y formadores de opinión en las
democracias occidentales les interesa que se siga mintiendo? 125
45. ¿Por qué casi todo no involucrado en el holocausto lo cree? 126
46. ¿Es perjudicial para la mayoría de los judíos el fin de
la mentira del holocausto? 126
47. Por qué debemos derrotar la mentira del holocausto? 127
48. ¿Puede sobrevivir este siglo la mentira del siglo? 128
49. El dogma del holocausto - alucinación del siglo xx 129
Anexo: 15 Preguntas a los exterminacionistas 133
Bibliografía 138

INTRODUCCIÓN

“El presente libro es una condensación del trabajo de fondo, mucho más extensivo, próximo a aparecer del mismo autor. Trata sobre los actos violentos nacionalsocialistas y sus repercusiones.
Pero sobre todos los demás crímenes Nazis es el Holocausto, el genocidio del pueblo judío, el que ha conmovido en mayor medida la conciencia de la Humanidad. Para la generación actual es incomprensible que el mundo de aquella época haya contemplado en silencio, convirtiéndose así en cómplice.
La real extensión de los horrorosos crímenes salió a la luz sólo con los procesos por crímenes de guerra.
Las declaraciones de testigos y las confesiones de los hechores revelaron un escenario de horror, que estremeció a la Humanidad.
El resultado final de las indagaciones procesales y rendición de pruebas fue tan inequívoco, que hoy los tribunales alemanes se niegan categóricamente a conocer de las pruebas de la inexistencia de las cámaras de gas a causa de la ‘notoriedad pública de los hechos’.
El Holocausto ha teñido moral y políticamente la época de postguerra; se lo enseña en todos los textos escolares como un hecho irrefutable. Millones de individuos peregrinan hasta los monumentos (Auschwitz, Dachau, etc.), para expresar su congoja.
No obstante cada vez hay más voces que manifiestan dudas sobre la versión histórica oficial y cuestionan la confiabilidad de las fuentes utilizadas.
¿Es posible que se hayan pasado cosas por alto en lo que se refiere al Holocausto?. ¿Es posible que quienes se han ocupado del tema se hayan dejado influir hasta tal punto por la ‘notoriedad pública de los hechos’, que se hayan abstenido de cotejar debidamente lo que en los textos de historia se asienta graníticament como verdadero por toda la eternidad? ¿Son todavía posibles las dudas? ¿Son algo así como una ofensa al sentido común normal?. Debería ser muy fácil refutar los argumentos de los cuestionadores en vista de las innumerables pruebas’.
¿Por qué se rehuye un debate público sobre el Holocausto con los revisionistas, igual que el diablo huye del agua bendita? Algunos estados han aprobado leyes para limitar la libertad de opinión, exclusivamente en relación al Holocausto. ¿Acaso el bozal deberá remplazar de algún modo los argumentos? ¿A quién puede interesarle sacralizar como tabú el Holocausto -como suceso histórico aislado- y sustraerlo a la investigación histórica?. ¿Viviremos lo suficiente para ver como después de decenios, o quizás siglos, se aprecien procesos históricos con la necesaria distancia emocional y una merecida precisión científica?. Ejemplos no faltan. Recién en los últimos decenios se desterró al reino de las leyendas la parte romántica de la fundación de la Confederación, que nos hablaba de la toma por asalto de los fuertes y de la expulsión de los tiranos. Hoy sabemos que la visión anterior tenía el propósito de crear un mito nacional a través del ‘adoctrinamiento de política de estado’. Gracias a un meticuloso estudio de las fuentes también la historia más reciente es vista bajo una nueva luz.
Generales, como GUISAN y WILLE, Consejeros, como PILEZGOLAZ, reciben nuevos veredictos. La investigación histórica obliga a un constante rejuzgamiento (“Revisión”), de la visión de la historia. Por los diarios de Goebbels sabemos ahora que el único incendiario del Reichstag fue Van der Lubbe. La culpa de la matanza de 4.000 oficiales polacos en Katyn (1940), fue originalmente achacada a los nazis; hoy está probado que la orden la dio Stalin.
¡No hay tema alguno que no se pueda discutir públicamente, excepto el Holocausto!. ¿Cómo sería si la investigación y discusión pública de las personas y hechos citados fueran prohibidas y castigadas severamente? ¡Cuán seria puede ser una versión de la Historia cuando futuras generaciones de historiadores recurran a ‘trabajos históricos’ tendenciosos o negligentes y se los reproduzca y cite irreflexivamente! ¡Qué se puede pensar de historiadores que quisieran ocultar a la opinión pública nuevos conocimientos comprobados, por razones ‘de pedagogía popular’, sólo porque los primitivos, aunque contrarios a la verdad, sirven mejor para sustentar la resquebrajada estructura del edificio ideológico! ¿La historia adobada para mantener una visión política occidental?.El autor de este libro no es un historiador profesional; él simplemente ha recopilado el material original disponible -en especial las declaraciones de testigos- y de ese modo ha llegado a conclusiones irrefutables.
Las declaraciones absurdas de los testigos contradicen las leyes de la Naturaleza y la lógica humana. Si se creen las descripciones de los testigos, el Holocausto se convierte en un MILAGRO, pues las leyes de la Física, la Química y de la Tecnología quedarían desahuciadas.
¿Puede entonces convertirse este ‘Milagro’ en dogma y rescatarlo contra toda crítica? En el proyecto de la ‘Ley Contra el Racismo’, que el Consejo Federal sometió al Parlamento ¡cualquier crítica al Holocausto se castiga con multa o cárcel! ¿Pueden censurarse nuestros pensamientos y perseguirse a los que piensan distinto a causa de su ‘opinión equivocada’? ¿Deseamos crear una Inquisición para cazar hechiceros, siguiendo el ejemplo de los fundamentalistas islámicos que han puesto precio a la cabeza de Salman Rushdie? ¡Saludos a Orwell! Lea críticamente este bien documentado libro, a fin de que pueda formarse su propia opinión.
Escriba al autor, si tiene preguntas o alcances que hacer; él se complacerá ante un diálogo constructivo.

Navidad 1992
Artur Karl Vogt