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Proyecto Nacional

Bases para un Proyecto Nacional; Ideas para el Proyecto Nacional; Síntesis del proyecto mundialista “Nuevo Orden” para ser impuesto en las naciones iberoamericanas

Mohamed Alí Seineldín

Proyecto Nacional - Bases para un Proyecto Nacional; Ideas para el Proyecto Nacional; Síntesis del proyecto mundialista “Nuevo Orden” para ser impuesto en las naciones iberoamericanas - Mohamed Alí Seineldín

158 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2019
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 310 pesos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El coronel Mohamed Ali Seineldin, héroe de Malvinas, encarna al prototipo de militar nacionalista argentino. Su personalidad lo convirtió en una leyenda que trascendió los límites del propio Ejército para pasar a ser una figura ejemplar de la defensa del Ser Nacional, el Abanderado que levanta bien alto las banderas de la dignidad nacional. Su patriotismo no sólo se demuestra en sus palabras, sino también en sus sentimientos, pensamientos y, sobre todo, en sus actos.
Por ello, nada mejor para homenajearlo, que recopilar sus escritos sobre el Proyecto nacional que defendió.
El Proyecto Nacional de Seineldín pretende ser intérprete de la creciente consciencia del SER NACIONAL, que se manifiesta en forma emergente en todos los ámbitos del país, en comunidad de ideas y orientada a alcanzar en forma definitiva el bien común de los argentinos.
El MOVIMIENTO NACIONAL entiende que sólo será útil a la Patria si logra encarnar de manera genuina la naturaleza profunda del sentir manifiesto de la población.
Para ello los argentinos debemos asumir el protagonismo debido a fin de lograr la restauración de la Patria que solamente habrá de lograrse cuando el Pueblo vuelva a ser artífice de su destino.
Continúan vigentes hoy más que nunca las banderas de Justicia Social, Independencia Económica, Soberanía Política y Nacionalismo Cultural; sin éstas el Nuevo Orden Mundial, eufemísticamente denominado “globalización», continuará su obra macabra de hacer trizas nuestra identidad nacional.
Para el rescate de la Patria no hay varias opciones sobre las cuales se pueda elegir. Solución hay una sola: reedificar el Proyecto Nacional sobre una recta valoración del Ser Argentino.
El fundamento se halla en la acción de todos por una Argentina políticamente soberana, económicamente desarrollada, socialmente justa y culturalmente integrada como deber sagrado de todos cuantos se sientan artífices del destino común; derrotar al enemigo imperialista es punto de partida para la realización de cada uno.
Resistirse a esta moderna y falaz invasión, hacia nuestras Culturas y Valores, es un mandato de nuestros Próceres y a la vez, un Deber de todo Patriota Iberoamericano que se precie de ser Persona con Dignidad.

“Me di por muerto en Malvinas. El resto de mi vida lo pongo al servicio de mi Patria luchando por un proyecto Nacional, para que la presente generación, si aceptare este desafío, lo enarbole como bandera de Victoria. En más de una década de cárcel, el sistema tan solo ha logrado encerrar mis ochenta kilos de carne y huesos. Mi espíritu siempre ha vivido en libertad. Mientras haya tan solo un grupo de argentinos, que resistan a ser conquistados, la Patria vive”.

 

ÍNDICE


Bases para un Proyecto Nacional
Introducción11
I.- Principios rectores15
1. Los principios.15
2. Los bienes a custodiar17
Bienes y valores relativos a la persona17
Bienes y valores relativos a la comunidad18
Bienes y valores relativos a la acción política18
3. La propiedad y el trabajo20
II.- Intereses nacionales21
III.- Objetivos nacionales23
IV.- Objetivos políticos25
1. De la cultura25
2. De la educación26
3. La ciencia y tecnología28
4. De lo social29
5. De la organización política y territorial32
6. De la política exterior33
7. De la defensa y seguridad35
8. De la economía37

Ideas para el Proyecto Nacional
Presentación43
Prólogo45
I.- Nuestra tierra. Nuestra sangre. Herencia y destino.49
II.- Persona. Deberes. Derechos.55
III.- Trabajo. Sindicato. Empresa63
IV.- Orden económico-social67
V.- Cultura. Educación73
VI.- Defensa nacional81
VII.- Política internacional87
VIII.- El Estado93
IX.- La Comunidad Organizada99
Conclusión107

Síntesis del proyecto mundialista “Nuevo Orden” para ser impuesto en las naciones iberoamericanas
Dedicatoria113
La Advertencia115
I.- Introducción117
A.- Finalidad117
B.- Conceptos generales118
II.- Situación actual de Iberoamérica121
III.- Objetivos y planes para cada una de las fuerzas y componentes, que integran el potencial nacional127
1. Fuerza Espiritual128
A.- Objetivo general128
B.- Componentes129
2. Fuerza Política134
A.- Objetivo General134
B.- Componentes134
1) Gobierno134
2) Población138
3. Fuerza Económica139
A.- Objetivo General139
B.- Componentes140
4. Defensa141
A.- Objetivo General141
B.- Componentes142
IV.- Consideraciones147
V.- Reflexión final149
Apéndice 2000: “La única verdad es la realidad”151
Epílogo155

INTRODUCCIÓN



Los argentinos reconocemos un origen cultural que se remonta a la empresa civilizadora de España. Esta vigorosa cultura que se entronca con la civilización greco-romana-cristiana, se expandió por el nuevo paisaje y logró arraigarse profundamente en la población autóctona. De esta manera, integrando pueblos bajo una misma vocación cultural y en un generoso territorio, logró conformarse la Nación Argentina.
Esta asumió, a partir de entonces, la condición de protagonista de la historia y quedó comprometida en una misión trascendente a la que fueron convocadas las nuevas generaciones de argentinos.
Con el correr de la historia, el pueblo argentino logró muchas veces mantener con éxito, el rumbo impuesto por su vocación. Otras, en el intento de perfeccionar su identidad, perdió consciencia de su destino histórico hipnotizado por ideologías que sólo le proponían el mero progreso material y económico. Las frustraciones que sobrevinieron probaron dolor. Fue entonces, y es ahora, que el compromiso de los Argentinos asume la categoría de imperativo del que no es dable desentenderse.
No creemos que sea ésta la ocasión de distribuir culpas y méritos, lo que sería lícito en un análisis histórico, pero impropio de una propuesta política. Sí, en cambio, de recuperar la orientación perdida apelando para ello, a los hombres y mujeres de nuestro país dispuestos a creer, obrar y luchar tras el mismo fin: la grandeza plena de la Nación.
La urgencia de la convocatoria responde a la profundidad de una crisis que ha calado hondo en la estructura moral, económica e institucional del país, colocándolo al borde de la extinción. La suma de las voluntades convocadas al respecto, debe ser ordenada por un pensamiento común que acierte en la selección de los procedimientos y metas sucesivas para delinear correctamente la acción política, establecer los principios que animen esa acción y los valores sobre los que es preciso apoyarse.
En la apreciación de esta realidad en que nos hallamos inmersos, será preciso adoptar una actitud rigurosa, motivada en un profundo amor crítico por el país, que lo admitamos o no, se encuentra a nuestro cargo ya que nadie vendrá desde afuera a curar nuestras heridas, ni a resolver nuestro conflictos. Por el contrario, sólo hostilidad recibiremos de un mundo conmovido por el escepticismo y la melancolía, que no cree que el bien pueda estar consustanciado con el hombre y las Naciones y disimula su impotencia tras el hedonismo consumista y el pensamiento moral, cristalizado en un pluralismo político que no expresa las lícitas diferencias entre los hombres y los grupos sociales, sino un indiferente desentendimiento frente al futuro, simplemente porque no habrá de disfrutarlo. Partimos entonces, para interpretar las causas de la crisis de las siguientes comprobaciones:
La sociedad argentina carece de un genuino sistema representativo. Es por esa razón que los hombres que asumen la responsabilidad de gobernar, conscientes de que su promoción al poder es el fruto de un sistema agotado sólo atienden a servirse y a lo sumo, a preservarlos de los mecanismos que les dieron tal representación.
La sociedad argentina afligida por una sucesión interminable de frustraciones, ha comenzado a dudar de sí misma, de su capacidad, y a perder su vocación solidaria. Esta Argentina debilitada, soporta impotente las sugerencias conscientes de quienes, en algunos sectores, proponen que poderes extraños reemplacen al poder Nacional.
El Territorio Argentino está mal ocupado, por exceso o por defecto. En consecuencia, hay una inadecuada distribución de la riqueza y un mal aprovechamiento de los esfuerzos del hombre.
Esta realidad también influye negativamente sobre el Federalismo, que pierde sustento debido a la desproporción de poder que existe entre los estados provinciales.
La economía aplicada en la Argentina, se sustenta únicamente en el espíritu de lucro y en la mezquindad de miras de aquellos que la administran. Como consecuencia de esto, la miseria se expande más allá de los límites de la dignidad humana, atentando contra todo el sistema productivo.
Estos y otros aspectos de la realidad argentina demuestran que no son hipotéticas las amenazas que se ciernen sobre nuestra Nación y que no es posible especular con la ilusión de que el tiempo todo lo resuelve. Simplemente porque el tiempo disponible para reaccionar está próximo a agotarse.