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LA PRÁCTICA DE LA ANTIGUA MASONERÍA TURCA

Rudolf von Sebottendorf

LA PRÁCTICA DE LA ANTIGUA MASONERÍA TURCA - Rudolf von Sebottendorf

96 páginas.
Tamaño: 13,5 x 20,5 cm.
Ediciones Camzo
España, 2008
Colección: Hermética
Nº 1
Encuadernación rústica.
 Precio para Argentina: 70 pesos
 Precio internacional: 10 euros

Rudolf von Sebottendorf fue uno de los hombres más influyentes en la corriente esotérica que circulaba en los inicios del movimiento nacionalsocialista. Sin embargo, su obra permanecía prácticamente desconocida para el público de habla hispana hasta la llegada de esta edición.
Nos complace rescatar del olvido una obra iniciática sacra, que para bien o para mal, ha contribuido en la historia de Europa. En la misma, el autor realiza un compendio de alquimia, rosacrucismo y masonería trasmitiendo los conocimientos iniciáticos ya olvidados (perdidos) en Europa y que se mantiene en los países musulmanes.
La búsqueda de la tradición primordial queda plasmada en esta obra de rito y símbolo.

 

 

 

 

 

ÍNDICE

Agradecimientos     11
Nota del Editor       13
Introducción a la Obra por Marcos Ghio    15
Prólogo por Oscar Panadero          21
Introducción            25
Capítulo I:       Practica       31
Capítulo II:      La Teoría     49
Capítulo III:     Teoría y Práctica     71
Capítulo IV: Palabras Finales          87
Epílogo por Guillermo Fdez. González        89

NOTA DEL EDITOR

Existe una palabra que en el inconsciente colectivo genera alarma, intranquilidad, miedo, nerviosismo, incógnita,... y a su vez se habla de la misma con ignorancia. Muchos pretenden saber sobre el significado de la masonería, pero lo cierto es que los supuestos eruditos que hablan sobre la misma mezclan términos que son dispares, que se pelean entre si.
Parlamentando días atrás con Oscar Panadero, me definió la masonería como: "la búsqueda de la Verdad Sacra con la visión profana que solo un hombre antropocéntrico puede tener como para creerse capaz de descubrir los misterios de Dios".

Este libro que a continuación tenemos el placer de ofrecer al gran público pertenece a los menos, como bien diría Nietzsche, puesto que la masa uniforme en su mayoría será incapaz de asimilar tales conceptos, que no físicos sino metafísicos, son plasmados en los ritos de iniciación de la Masonería Turca.
Nos complace rescatar del olvido una obra iniciática sacra, que para bien o para mal, ha contribuido en la historia de Europa. En la misma, el autor realiza un compendio de alquimia, rosacrucismo y masonería trasmitiendo los conocimientos iniciáticos ya olvidados (perdidos) en Europa y que se mantiene en los países musulmanes.
Como gran estudioso de la época, y asfixiado por la monotonía de una sociedad industrial y materialista, cuestionándose en todo momento el espíritu moderno se embarca en busca de hallar una respuesta, y siguiendo los acontecimientos en Oriente de los últimos años, siempre tiene que volver a preguntarse cómo es posible que un pueblo de raza inhomogénea como los Turcos, haya resistido tanto, enfrentando a un mundo de enemigos y logrando salir vencedores de la lucha.
Allí es donde Alfred Rudolf Glauer matiza que el espíritu moderno y materialista buscará en vano la causa principal pues siempre quedará detenido en las cosas superficiales. Él no puede entender que solamente la conducción espiritual y las enseñanzas a las que accede todo musulmán desde su juventud, les han ayudado a superar tiempos tan difíciles.

Esa búsqueda de la tradición primordial queda plasmada en esta obra de rito y símbolo.
 
Manuel Quesada C.

INTRODUCCIÓN A LA OBRA

Queremos resaltar lo sumamente positivo e importante que resulta la publicación por primera vez en nuestra lengua de este texto de Rudolf von Sebottendorff, El Ritual de la Masonería Turca, en especial en estos tiempos terminales en los cuales nos encontramos.
Dicha obra, escrita por un noble alemán a fines de la Primera Guerra Mundial, tiene un carácter de gran significación. En primer término por rescatar los valores de una cierta Masonería, actualmente inexistente en el Occidente, la de carácter operativo, -siguiendo aquí con la definición dada por René Guénon- totalmente contrastante por sus prácticas y postulados con la que ha primado en tal cultura, de carácter especulativo. La primera, que solamente se habría mantenido en su pureza en el Oriente y específicamente en el seno de la civilización islámica, tiene una meta claramente iniciática y metafísica dirigida hacia la obtención por parte del adepto de una transformación espiritual consistente en el despertar en éste de una segunda naturaleza que se encuentra latente desde el nacimiento. El carácter secreto que caracterizara a tal institución se debía al hecho de que se consideraba que tal tipo de conocimiento transformador no era una cosa que se encontrara al alcance de cualquiera, sino que solamente algunos y a través de una larga tarea ascética, conducidos por un maestro, podían alcanzar tal grado de transformación metafísica. Por tal razón y a fin de evitar contaminaciones espurias era que se mantenía el sigilo y el aislamiento de la institución de cualquier influencia de carácter secular. La misma palabra masón (del francés maçon que significa albañil) tenía ese sentido de ocultamiento efectuado con la finalidad de confundir al profano, evitando así las corrupciones que estimularan los procesos de decadencia tales como los que vivimos actualmente. Y esta norma no era simplemente una cuestión relativa a la esfera individual. Era un principio tradicional que para que una sociedad humana pudiese existir normalmente era indispensable el cultivo de una élite en su seno, formada en total y absoluto apartamiento respecto de otras actividades inferiores a fin de evitar cualquier impureza. Recordemos siempre que una sociedad tradicional, a diferencia exacta de lo que vivimos ahora, fue de castas, es decir que se trataba de un orden en donde las personas estaban diferenciadas y divididas en relación con las funciones que les eran propias de acuerdo a su naturaleza propia. No existía como ahora el hombre 'ciudadano', ese ser indiferenciado, amorfo y democrático que puede serlo absolutamente todo y nada al mismo tiempo. Ello es lo opuesto exacto a lo que se concibe en la actualidad en donde la norma predominante es por el contrario la de eliminar las distancias entre los seres, mezclando todos los niveles, igualándolo absolutamente todo mediante el mito del sufragio universal, principal instrumento y rito de la actual subversión religiosa democrática.
Justamente cuando más ha cundido el proceso subversivo y en donde éste ha logrado una mayor contundencia y continuidad ha sido en el mismo momento en el cual la principal institución iniciática del Occidente, es decir aquella que por su misma constitución, en tanto establecía grados y jerarquías, era la que más concebía las diferencias, la Masonería, fue infiltrada y contaminada con el virus democrático. Tal ha sido el origen propio de la Masonería especulativa, la que paradojalmente estuvo a la cabeza de todos los procesos subversivos en el Occidente, comenzando primeramente con la Revolución Francesa y luego con su consecuencia deletérea cual fuera la Primera Guerra Mundial. La primera fue la que estableció en Occidente -y desde allí en el resto del mundo- el principio de la Igualdad universal entre todo ser con forma humana y representó el fundamento indispensable de la Democracia, sistema que pregona el voto universal por el cual tienen el mismo valor la pretendida voluntad de un analfabeto, de un alcohólico o aun de un hombre común, que la de un sabio, de un obispo o de un catedrático. Y como estos últimos siempre serán menos que los primeros y como la norma implementada es de carácter puramente numérico, la consecuencia de ello será siempre que la voluntad de los inferiores será la que gobernará sobre la de los superiores.
El segundo acontecimiento histórico -y que será el que determinará en gran medida la realización de este libro-será justamente la Primera Guerra Mundial la cual, como bien sabemos, significó el verdadero proceso de consumación de los postulados deletéreos de la Revolución francesa a través de la victoria de las Democracias en contra de las últimas barreras de contención que pudiesen existir ante su avance desaforado y sin límite, con la aniquilación de los Imperios tradicionales sea en Europa como en Oriente. Así pues, como consecuencia de tal premeditado proceso, fueron destruidos los Imperios ruso, alemán y austríaco en Europa y el turco Otomano en el Oriente. Y en tal epopeya, del mismo modo que en la realización de la Revolución Francesa, fue fundamental el accionar de la Masonería la cual con suma habilidad 'iniciática', utilizando los instrumentos del secreto y el ocultamiento propios de tal organización desde sus orígenes, logró hacer en manera tal que en Europa los Imperios tradicionales, en vez de defenderse en forma mancomunada ante el enemigo común, terminaran por el contrario luchando entre sí por razones que no eran las esenciales de su principio, sino por meros intereses materiales. Por ello es que la Masonería logró que el imperio ruso zarista luchara en contra de sus pares austríaco y alemán con los cuales compartía los mismos principios. El resultado de ello fue, como bien sabemos, la destrucción de todos estos imperios, con la balcanización de Europa y la instauración del comunismo ruso hasta llegar a nuestros días de Democracia Universal.
La actitud de von Sebottendorff, un noble alemán, de buscar los orígenes iniciáticos de la Masonería en el Islam es sumamente significativa y valorable en grado sumo. Él considera que una organización iniciática, a la manera de una Orden, es sumamente indispensable para obtener un proceso rectificatorio a fin de acabar con el "virus democrático" que invadía ya en su momento al mundo. Sin embargo es aparentemente reacio en considerar que tal proceso de reencauzamiento de la Masonería pueda ser posible en el Occidente, debido a que ha sido justamente allí en donde se ha producido el proceso de infiltración y subversión, especialmente en 1717 con la constitución de la Masonería especulativa y simultáneamente a ello con la transformación de todos los ritos iniciáticos los cuales fueron sustancialmente modificados(1). El hecho de que busque tal proceso en el seno de una expresión perteneciente a un ámbito religioso oriental y específicamente islámico es todo un signo representativo de una verdadera intuición por parte del autor. Indudablemente él ve que en tal contexto religioso, posiblemente por no haber contado él mismo con el influjo de una Iglesia güelfa como en el caso del catolicismo que combatiera siempre al esoterismo en todos los niveles(2), se encuentra una ventaja sustancial.
En el día de hoy la aparición en la escena mundial del fundamentalismo islámico como una alternativa ante el mundo democrático moderno y sosteniendo abiertamente el ideal del Imperio podría ser quizás la consumación llevada a un terreno fáctico y colectivo de estos principios iniciáticos que pudieron ser preservados por dicha institución en su pureza en el campo del Islam hasta que llegara el momento de su difusión universal.

Buenos Aires, 6 de Marzo de 2009
Profesor Marcos Ghio
Presidente del Centro de Estudios Evolianos

 

NOTAS

1 Puede verse al respecto nuestra introducción a la obra de Julius Evola, Escritos sobre la Masonería, Buenos Aires, Ed. Heracles 2004 en donde hacemos notar cómo la Masonería especulativa no solamente ha transformado los principios de la anterior de carácter operativo, sino que incluso ha modificado sus ritos iniciáticos.
2 La Iglesia católica bajo la orientación güelfa que se originara en plena Edad Media es aquella que, anticipando al protestantismo, ha enfatizado en el carácter pecaminoso del hombre el cual todo debe recibirlo de la Divinidad a través -en este caso- de la intermediación de la Iglesia. Desde tal punto de vista ha condenado siempre al esoterismo al que ha considerado como luciférico y producto del pecado de la soberbia. De este modo, a pesar de haberse declarado siempre como enemiga de la masonería, en realidad la ha favorecido sobremanera y anticipado en su versión especulativa la que, del mismo modo que el güelfismo, ha negado el carácter divino y metafísico de lo humano, presente en su dimensión superior y espiritual, para lo cual los ritos eran el vehículo adecuado para despertarla. Para la masonería especulativa, de la misma manera que para la Iglesia güelfa, y en especial luego del Concilio Vaticano II, los ritos carecen de un carácter mágico de transformación espiritual, sino simplemente son acciones recordatorias y evocativas consistentes en otorgar mayor vigor y fuerza a las acciones emprendidas, pero no en cambio en aras de transformar en su sustancia a aquel que participa de los mismos. En ambos casos lo que se niega es la dimensión metafísica.

PRÓLOGO

Rudolf Freiherr von Sebottendorff, como antiguo masón (de ideas anteriores a la constitución de la nueva masonería en el año 1717), reclama en este trabajo el paralelismo entre el rosacrucismo y la alquimia con la masonería turca (oriental). Si bien es cierto que la búsqueda del Conocimiento por medio de la ascesis y la elevación personal del individuo mediante el rito y el símbolo es aplicable a la refundación de uno mismo en Hombre Nuevo, a la conversión del Yo en el Nos, frecuentemente es asimilada como cierta y única la visión franquista de la masonería como herramienta del sionismo internacional para la dominación del mundo por medio del empleo de lobbys y grupos de presión o de poder. Cabe indicar a este particular las diferencias existentes entre masonería, rosacruscismo y Francmasonería. Para ello nada más adecuado que el invitar al lector a indagar sobre tres ramas diversificadas de un árbol que recuerda al "Yggdrasil" (para que las ramas de un árbol lleguen al cielo, sus raíces habrán de descender hasta el infierno).
Aún así, queda de manifiesto que la materialización alquímica es un lastre demiúrgico que acarrea toda práctica pues la transmutación del Yo en Nos es competencia de un plano espiritual. Su mala interpretación lleva a confusiones como la de plasmar un Vimana en un platillo volante pretendiendo emular lo increado bajo la propia creación material, entrando de ese modo en el juego de la materia creada por el Demiurgo como plagio taiwanés de la realidad incognoscible. Ello desemboca irrefrenablemente en mentes a priori bien intencionadas que se carcomen y deterioran hasta llegar a ver en Adolf Hitler una entidad viscosa de color verde que habita en Venus y que nos visita con sus "Haunebus" pilotados por su horda de fieles Caballeros SS y abduce a sus prosélitos y correligionarios actuales con el fin de dialogar con ellos sobre su camino a trazar (por supuesto en castellano...) al tiempo que se aplican a unas manos de Guiñote, Brisca, Julepe, Chinchón o Dominó...
Aplíquese tal aseveración para todos los campos frágilmente comprendidos en lo concerniente al plano de "lo espiritual".
La masonería turca -de igual modo que todas las religiones del desierto (Islam, Judaismo y Cristianismo) se obcecan en mostrar una vida lineal que concluye con la salvación humana por medio de su creador. La otra cara de dicha moneda es la afirmación lógica del discurrir sobre ello: si el Espíritu se halla esclavizado por la creación, encadenado al alma (copia creada del increado) a fin de dotar a la máquina (cuerpo físico) de mayor capacidad creadora y con ello de mejor servicio a los designios del Creador, la vida eterna al lado de Dios no es más que la esclavitud y servidumbre eterna del Espíritu. Toda teología que oferte como cénit la salvación eterna aboca con ello a las particulas divinas increadas del hombre a sucumbir ante una esclavitud material y cíclica ascendente (que no idéntica) e imperecedera que corroe todo lo digno que hay en el ser que lo posee. Von Sebottendorff, que vio en el sistema de núcleos concéntricos que ofertaba la masonería la solución a los problemas de control mundial que "los hijos de David" ejercen a nivel planetario, abrazó la logia Thule como intento de escape a dicho control. En efecto, el resultado fue satisfactorio aunque cognosciblemente incompleto...
Valga este prólogo para centrifugar la mente del lector antes de adentrarse en la lectura práctica del tema que nos concierne y que el autor desmenuza y plasma con suma maestría.
 
Oscar Panadero García

Centro de Investigaciones Sociales Nova Europa

INTRODUCCIÓN

Libelli habeant sua fata, y al libro corresponde un manuscrito. El manuscrito de este libro estaba terminado, pero con otra forma, durante los primeros años de la guerra(3). Gran cantidad de obstáculos impidieron su publicación. Ahora, una estancia no del todo voluntaria en Suiza, me proporcionó la posibilidad de reelaborar el manuscrito y dejarlo listo para su impresión.
Y fue bueno que el libro no haya aparecido antes puesto que ahora las almas se han vuelto más receptivas, un descubrimiento persigue al otro y cada uno de ellos es un golpe mortal a la manera materialista de ver al mundo, al falso monismo. Recién ayer leí que fue posible fisionar el átomo de nitrógeno y convertirlo en hidrógeno y helio.
Aquel que con atención siguió los acontecimientos en Oriente en los últimos años, siempre tiene que volver a preguntarse cómo es posible que un pueblo de raza inhomogénea como los Turcos, haya resistido tanto, enfrentando a un mundo de enemigos y logrando salir vencedores de la lucha. Quien sabía cuan fatigados resultaban ellos por los persistentes esfuerzos de guerra (que sólo debían soportar los musulmanes) y cómo se encontraba la población ya al entrar en guerra, tanto más tenía que admirar la paciencia y la resistencia bajo tan difíciles condiciones.
¿Cuál es entonces la diferencia entre Alemania, que debió sucumbir bajo el yugo de su terrible enemigo y Turquía, que rechazó una paz de similares términos y peleó por lograr otras condiciones?
El espíritu moderno y materialista buscará en vano la causa principal pues siempre quedará detenido en las cosas superficiales. El no puede entender que solamente la conducción espiritual y las enseñanzas a las que accede todo musulmán desde su juventud, les han ayudado a superar tiempos tan difíciles.
Estamos en presencia del vergonzoso espectáculo de cómo una gran parte del pueblo alemán se arroja en los brazos de los bolcheviques, esperando todo de quienes declararon al materialismo como su Dios, y vemos como Turquía, país pequeño y debilitado, acepta la ayuda que le brinda el bolchevismo, pero está lejos de arrojarse en sus brazos, al contrario, no desea identificarse con tales doctrinas.
Vemos como un pueblo, considerado entre los espiritualmente más encumbrados, está a punto de dar un paso atrás, cosa que otro pueblo, hasta ahora no considerado igual y mirado de soslayo, reconoce como un paso claramente ruinoso que no está dispuesto a dar, rechazándolo no solamente en parte, sino totalmente.
Un proverbio turco dice: "Primero ata a tu burro y luego encomiéndalo a Dios". Occidente siempre fue de la idea de que el Islam como religión se entumeció. Nada tan equivocado como esa opinión, el Islam tiene más capacidad de subsistencia que la religión cristiana... El ha demostrado su capacidad en tal sentido. La presente investigación nos muestra claramente las causas de las fuerzas del Islam y depende de nosotros hacer que estas causas sean útiles a la religión cristiana. El agua de este manantial fue la que en edad temprana fecundó a la Iglesia, la que en la Edad Media produjo sus frutos más hermosos. En años más recientes el racionalismo y el materialismo han secado este manantial.
Yo no voy a cometer ningún sacrilegio ni profanación si descubro este manantial. Quién lea este libro con cuidado y ejecute las prácticas que en el se explican no podrá hacer uso indebido de las fuerzas adquiridas, porque solamente aquél qué acomete ésta enseñanza de manera sincera, valiente y decidida podrá llevar hasta el fin las prácticas con utilidad.
Por utilidad no me refiero al éxito exterior puesto que éste recién aparece cuando el hombre se ha tornado bueno en su esencia. Las prácticas de los masones orientales consisten solamente en trabajos interiores en uno mismo tendientes al ennoblecimiento y adquisición de conocimientos más elevados. De lo que sigue resultará que se revela aquí el secreto(4) de los Rosacruces(5) y Alquimistas(6), en cuanto a la obtención de la Piedra(7), lo que fue siempre la meta anhelada por los que buscan.
Yo me decía: nada más, ésto es lo más alto y lo único a lo que puede aspirar el que busca el Conocimiento. No exigiré credulidad a mis palabras al lector, sino que demostraré mis afirmaciones, demostraré que al día de hoy la masonería oriental es fiel a la antigua Sabiduría que la masonería moderna ha olvidado(8). Y esto deberá quedar sentado en esta introducción, en cuanto que la constitución masónica de 1717 fue una desviación de la recta vía.
Las leyes que provienen de su exterior no salvan al hombre. Estas leyes siempre son quebrantadas por otras y deben ser reemplazadas. Solamente el trabajo de adentro hacia fuera puede traer la salvación. Solamente aquél que conscientemente vive en las leyes divinas y las toma como deber y no como obligación contribuye al mejoramiento de la humanidad, lo que es a su vez lo mejor para el individuo. Las leyes divinas son totalmente claras al respecto.
La única condición que yo pongo es que el lector sea consciente de su unidad con Dios, sin esa conciencia todas las prácticas carecen de valor. Quién aún cree en el viejo monismo tal como lo propagaran Buechner y Haeckel, deberá, si es que busca ser sincero, leer sin prejuicios a un opositor, por ejemplo Surya "Verdadero y falso monismo".
Y ahora parte pequeño libro, la hora es propicia. Comencé esta introducción el 3 de febrero de 1924 a las 12.30 hs. en los 46° latitud norte y 9° longitud este(9). Que traiga redención a muchos por medio del verdadero conocimiento.

 

NOTAS

3 Se refiere a la guerra italo-turca del 29 de septiembre de 1911 al 18 de octubre de 1912 en la que el autor participó como soldado del ejército turco cuando Trípoli callo en manos italianas.
4 Rudolf Steiner, en su volumen La sabiduría de los rosacruces, relata la enseñanza oculta de la primera "fraternidad", que conocía la ley sobre la evolución natural de los seres humanos, así como la referida a la evolución espiritual de los mismos; la ley sobre la unidad material del universo; la existencia de un estado de conciencia diferente del ordinario de la vigilia y el sueño. Los rosacruces tenían y manifestaban poderes de "transmutación" y de "sublimación" de la materia todavía desconocidos. "Misterios y Doctrinas Secretas" pág. 185 y 186, Bruno Nardini. Ed. Internacionales Futuro.
5 En la segunda mitad del siglo XIV, hacen una breve aparición los extraños rosacruces. En la orden Rosacruz se descubre la herencia o influencia templaria, de los trovadores, de los Fedele d'Amore y de la iniciación cátara. Los rosacruces se esfuman repentinamente, para regresar de un modo inatendido en 1604, como brotados de las profundidades. Tras varios siglos, se vuelve a hablar de una Dirección invisible y de Superiores Desconocidos. Ahora se dice que Christian Rosen-Kreuz no fue el fundador de la Orden, sino su organizador. La Orden se remonta a Henoc y Melquisedec, este último Rey de Salem. La reaparición de los rosacruces tiene que ver con la necesidad de restaurar los atributos de Rey de reyes, y de Sacerdote de sacerdotes en una sola persona. "El Cordón Dorado" págs. 197, 213 y 214, Miguel Serrano Fernández. Editorial Solar.
6     Según Leisegang, la alquimia es una síntesis de la técnica egipcia y del misticismo medio-oriental, que se produce en Alejandría. Pero todo viene de más lejos. La simbología de la muerte y resurrección es aplicada a los metales, a la tierra. "El Cordón Dorado" pág. 173, Miguel Serrano Fernández. Editorial Solar.
7     Hace referencia a la Piedra Filosofal de los Alquimistas. Si la materia es Una, y su realidad "última" no es materia, sino energía y espíritu, la fuerza mágica puede transformarla, acelerando los procesos químico-físicos naturales, como en la transformación del carbón en diamante, o sublimando la sustancia opaca, por ejemplo el plomo, símbolo de Saturno, en oro, sustancia luminosa, símbolo del Sol. "Misterios y Doctrinas Secretas" pág. 186, Bruno Nardini. Ed. Internacionales Futuro.
Deseo añadir que, el ser humano por norma general tiende a hacer físico lo metafísico, siendo en todo momento esa sustancia opaca que llamaríamos "plomo" (según cita Bruno Nardini) el cuerpo físico y la transmutación del mismo a "oro", la transmutación y ascensión a Super-Hombre u Hombre Sol. No siendo este "cambio" una situación física ni corpórea sino astral, espiritual...
8 Llamada también masonería especulativa, instaurada a partir de 1717 con la fundación de la Gran Logia de Londres. Se caracterizaba por sustituir y subordinar la función ritualista de la masonería a la mera especulación filosófica. El hombre es exaltado aquí no en función de lo que es más que él, sino en su mera inmanencia y cotidianidad. Desde entonces la masonería irá descendiendo a una dimensión cada vez más moral y social, dejando a un lado todo el aspecto metafísico y sagrado, ingresando de mera actividad política. "Escritos sobre la Masonería" (-Introducción- Marcos Ghio) pág. 13, Julius Evola. Ediciones Heracles.
9 En la ciudad de Vallorbe, Orbe, Cantón de Vaud, Suiza.

COMENTARIOS A LA OBRA

Conocer estas versiones es bueno para poder contrastarlas con otras y sacar conclusiones. Siempre es bueno conocer las diversas vertientes.
Salvador Borrego E.
(Periodista mexicano y escritor de 33 libros sobre historia militar, política, economía, sociología, periodismo, filosofía y religión)


Sebottendorff, como es bien sabido, fue uno de los hombres más influyentes en la corriente esotérica que circulaba en los inicios del movimiento nacionalsocialista. Sin embargo su obra, para los lectores en lengua castellana, es prácticamente desconocida. Ahora gracias a la tenacidad y esfuerzo de esta editorial, tal vacío cultural ha sido colmado. Personalmente doy mis más encarecidas gracias a quienes han hecho posible esta publicación e invito a los jóvenes inquietos a que se adentren en el apasionante mundo que describe el enigmático autor de este libro.
Antonio HernándezPérez
(Accésit de la Universidad de Valladolid por su trabajo "Los Visigodos en el origen de los Reinos de Castilla y León; autor de los títulos "Las Castillas y León: Teoría de una Nación" y de "Teoría de Las Españas")

Queremos resaltar lo sumamente positivo e importante que resulta la publicación por primera vez en nuestra lengua de este texto de Rudolf von Sebottendorf, en especial en estos tiempos terminales en los cuales nos encontramos. La actitud de von Sebottendorf, de buscar los orígenes iniciáticos de la Masonería en el Islam es sumamente significativa y valorable en grado sumo. Dicha obra, escrita a fines de la Primer Guerra Mundial, tiene un carácter de gran significación.
Profesor Marcos Ghio
(Profesor de filosofía en Buenos Aires, presidente del Centro de Estudios Evolianos y director de Ediciones Heracles)

Los círculos iniciáticos siempre tienen una fuerza más allá de las estrellas, conocer el epicentro de donde surgió el nacionalsocialismo siempre será de gran valor. Felicitamos a Ediciones Camzo que de forma valiente -y en muchos casos incomprendida- ha emprendido la labor de rescate de esta obra, no importando si se admira a Thule o no, pues es imprescindible el conocimiento de la misma.
Carlos Roger
(Presidente del Centro de Investigaciones Sociales Nova Hispania – México)

El yoga secreto del barón Sebontendorf y de la Logia Thule.
Articulo de E. Milá sobre el libro y su autor, Rudolf von Sebottendoff

Infokrisis.- Dentro de la serie de artículos escritos hace años y publicados en distintas revistas, reproducimos ahora este sobre una curiosa práctica descrita por el fundador de la Logia Thule, barón Sebotendorf. Como se sabe, el partido nacionalsocialista obrero alemán nació de una organización ocultista conocida como Logia Thule, fundada por Rudolf von Sebotendorf. sus afiliados debían conocer y practicar técnicas secretas de autorrealización, con cierto parecido al yoga, técnica utilizadas por la franc-masonería turca, en la que se inició Sebotendorf durante su arga estancia en Oriente.

SEBOTENDORF, UNA AZAROSA BIOGRAFÍA

En 1916 Rudolf von Sebotendorf, un oscuro aventurero que empezaba a gozar de cierta fama en medios ocultistas alemanes, entró en contacto con la Orden de los Germanos, organizando su rama bávara, la Logia Thule. Esta Orden era una de las muchas organizaciones "ariosóficas" que proliferaban en la época, cuyo origen era el proceso de germanización que sufrieron las teorías de H.P. Blavatsky, mezcladas con delirios racistas y antisemitas. Sin embargo la Logia Thule se diferenció de otras similares en que a ella pertenecieron muchos de los altos jerarcas nazis: Rudolf Hess, Alfred rosemberg, Gotfried Feder y el mismo Hitler fue aceptado como "hermano visitante".

Sebotendorf, según relata en su novela autobiográfica "El talismán de los rosacruces", había nacido en 1875 en el seno de una familia humilde en Prusia. Su nombre auténtico era Rudolf Glauer y pronto salió de su país natal para recorrer el mundo.
Glauer‑Sebotendorf era, como Hitler, un desarraigado, alguien sin patria clara, sin oficio ni beneficio. A los veintitrés años, tras haber finalizado sus estudios técnicos, inicia sus viajes visitando diversos países, donde entra en contacto ‑en ocasiones muy profundo‑ con distintas tradiciones y escuelas iniciáticas. Llegará a Egipto en junio de 1900, y pasará los siguientes tres años entre El Cairo y Constantinopla.

Puede comprenderse así que Sebotendorf a lo largo de sus obras teóricas -"El talismán de los rosacruces" y "Prácticas operativas de la franc-masonería turca"- demuestre un conocimiento real y directo de las culturas egipcia y turca.

Pues bien, es en esta Turquía mágica de principios de siglo en donde Sebotendorf se inicia en el estudio del ocultismo y de las religiones tradicionales. Entra en contacto con los derviches giróvagos de Mevlevi cuando ya habla con fluidez el árabe. Había aprendido esta lengua en una mezquita de El Cairo, al tiempo que se iniciaba en el sufismo, una comunidad iniciática musulmana.

Pero sus contactos no se limitarán al Islam: Sebotendorf buscará la relación con kabalistas hebreos tras conocer a la familia Termudi, de origen judío y con los que visitará las pirámides de Egipto y estudiará sobre el terreno el esoterismo faraónico.

Los Termudi eran también franc‑masones afiliados al Rito de Menfis, llamado también rito Oriental fundado en 1839. Pues bien, Sebotendorf es iniciado por uno de los Termudi en este rito y con posterioridad heredará la copiosa biblioteca ocultista de esta familia. Será en el interior de uno de estos libros en donde Sebotendorf encontrará unos apuntes ‑al parecer de Hussein Pacha‑ en los que se describen series de ejercicios especiales de meditación tal como los practicaba la secta derviche de los Bakhtâshi. Tales apuntes son el material de base que utilizará Sebotendorf para componer su libro sobre "Las prácticas operativas de la franc‑masonería turca".

DE LA MASONERIA AL NAZISMO

En 1908 Sebotendorf regresa de Turquía con la convicción de que el esoterismo islámico y el germánico tienen un mismo origen. Ese año tuvo problemas legales siendo procesado por fraude en Berlín; tras este incidente, regresa a Constantinopla y trabaja para una colonia judía procedente de Kiev, perfeccionando sus conocimientos en la kábala; en esos momentos Turquía vive un período de agitación política en la que la logia a la que pertenece Sebotendorf juega un papel decisivo.

En 1910 publicará su libro sobre la "Práctica operativa de la franc‑masonería turca" tras fundar una logia en 1910 en Beyoglü (Turquía). A esta logia perteneció el auténtico barón "von Sebotendorf von der Rose", un noble alemán residente en Turquía y fallecido en este país. Este barón, cuya familia hundía sus orígenes en las marcas germanas del Báltico en las profundidades de la Edad Media, adoptó a Adam Rudolf Glauer, nacionalizado turco desde 1911 y, al morir, le cedió su título nobiliario.

En octubre de 1912, Sebotendorf, ahora barón, se enrola en el ejército turco y combate heróicamente en su filas en la guerra balcánica; cuando el 1914 estalla la primera guerra mundial se encuentra nuevamente en Alemania; para entonces ya ha forjado unas ideas místico‑políticas relativamente bien definidas: de Turquía trajo la componente mística (antimaterialismo, doctrinas pan‑otomanas que luego traducirá en su versión germánica, doctrinas rosacrucianas, prácticas masónicas, etc.), y en el curso de la guerra, contemplando la revolución bolchevique y el ascenso de los movimientos radicales de izquierda, asumirá un anticomunismo radical.

En septiembre de 1916 leerá uno de los múltiples anuncios por palabras con los que la Orden de los Germanos buscaba nuevas adhesiones. Será así como contactará en Berlín con Hermann Pohl el cual lo introducirá en su rama cismática que justo en esos momentos se está gestando, encargándole la constitución de su rama bávara, la Logia Thule, de la que nacerá el partido nazi...

LA DOCTRINA ROSACRUCIANA DE SEBOTENDORF

Resulta difícil resumir las doctrinas formuladas por Sebotendorf a la vista de las fuentes que inspiraron su pensamiento; en él se mezclan en una confusión casi inextricable doctrinas rosacrucianas clásicas, ritos masónicos orientales, kabbalismo hebreo, teosofía, sufismo islámico y finalmente, ariosofía. A especho de los inevitables sincretismos y confusiones que pueden percibirse en sus escritos, la corriente dominante es un rosacrucianismo fuertemente germanizado.

Para Sebotendorf el hombre, como el mundo, son un caos que es preciso ordenar. A este proceso le llama "la construcción del Halgadon", concepto equivalente a la "Construcción del Templo" de los rosacruces. Este proceso de construcción debe llevarse a través de la práctica de una serie de ejercicios ascéticos que le permitirán "construir las columnas del Templo Interior".

Exteriormente, en el mundo, debe construirse también este templo a través de una "orden", concebida como "élite iniciática". Sebotendorf escribe: "Este Templo del Halgadom es a la vez espiritual y material. Pertenece a la tierra y al cielo, al pasado y al porvenir. Es el equivalente del Arca de la Alianza del pueblo israelita. Es el reino terrestre donde va a renacer el espíritu de Thule. Es el imperio de todos los germanos".

El "Halgadom" era el imperio de todos los germanos, la forma política superior a la nación, regida por principios suprapolíticos que debería reflejar las tradiciones y concepciones de la vida y del mundo de los pueblos germánicos. Se construía sobre la base de la Orden Iniciática que estructuraba en torno suyo a una élite que tomaba en sus manos el destino de la nación. Este concepto tiene su equivalente en el de la "pequeña guerra santa" del Islam, la que se libra en el mundo.

Ahora bien, ésta "élite" se debería forjar en la "pequeña guerra santa", la guerra que cada uno de sus miembros mantiene contra su "enemigo interior", contra todo aquello que le desvía de su destino y de la realización de su ser. El arma para esta "pequeña guerra santa", para la "construcción de las columnas del Halgadom interior", era una técnica particular de yoga que Sebotendorf llevó a la Logia Thule y que fue practicada por los miembros de su círculo interior.

EL YOGA SECRETO DEL BARON SEBOTENDORF

En "La práctica operativa de la franc‑masonería turca", Sebotendorf da abundantes precisiones de los pasos de ésta técnica que ‑al decir de Sebotendorf‑ permite entrar en contacto con estratos más profundos de la personalidad.
Se trata de una técnica que utiliza paralelamente gestos, sílabas y ritmo respiratorio. Sebotendorf explica que la francmasonería oriental conservó fielmente técnicas sapienciales, enfocadas hacia la conquista de un alto conocimiento, mientras que las constituciones masónicas de 1717 (punto de inflexión entre la franc‑masonería operativa y la franc‑masonería especulativa) representan una "desviación de la vía justa".

En realidad los gestos y las posiciones siempre han permanecido como elementos simbólico‑rituales de la franc‑masonería occidental y se han utilizado fundamentalmente como elementos de reconocimiento de los diversos grados, junto con las joyas y distintivos propios de cada grado, las palabras de paso, los símbolos específicos y las leyendas que los acompañan. Pero dichos gestos, en la masonería occidental, han perdido su papel operativo, se han vanalizado y carecen de significado, un papel que Sebotendorf creía haber reconocido en la masonería turca alejada de lo que consideraba un proceso degenerativo de la masonería occidental.

CONCLUSION: UNA PRACTICA ANTIGUA Y OLVIDADA

A lo largo de su obra Sebotendorf demostró amplios conocimientos de yoga hindú, hermetismo, alquimia y kabbala. Su teoría es una adaptación de la doctrina de los "chakras" hindúes a la de los centros del cuerpo sutil rosacruciana, formulada por Gichtel en el siglo XVII. El simbolismo de los colores que propone Sebotendorf está evidentemente extraído de la tradición alquímica: nigredo, albedo y rubedo, obra al negro, al blanco y al rojo y otro tanto ocurre con los olores y sabores que deben reconocerse en esta prácica (azufre, mercurio, sal).
Sebotendorf magnifica esta técnica por encima de cualquier otra. Logró que fuera adoptada por los disidentes de la Orden de los Germanos, a la que perteneció y que, como el resto de organizaciones ariosóficas, adolecía de un gran déficit de prácticas esotéricas. Fue así como los hombres y mujeres que formaron la logia Thule, la mayoría futuros cuadros del régimen nazi (Hess, Hans Frank, Rosemberg, entre otros, no así Hitler, que no perteneció al "círculo interior" de la Logia Thule, ni conoció a Sebotendorf, contrariamente a lo que se ha dicho), siguieron y conocieron esta extraña enseñanza, antigua y olvidada que Sebotendorf rescató de la franc-masonería turca.

Más datos en:
"Prima che Hitler venisse", Baron von Sebotendorf, Edizioni Arché, 1991, Milán.
"Introduzione alla magia", (Vol II) Grupo di Ur, Edizioni Mediterranee. Roma, 1977.
"Prattiche operative della franc-masoneria turca", Rudolf von Sebotendorf. Editrice Il Delfino, Turín, 1980.

[RECUADRO]

LA TECNICA Y SUS FASES

Sebotendorf divide esta práctica basada en gestos y palabras en tres fases:

PRIMERA FASE: Ejercicios preparatorios

Vitalización de vocales. Duración: tres días, unos 5 minutos en cada sesión.

‑ En pie, se cierra la mano derecha alzada a la altura de los ojos con el dedo índice distendido y dirigido hacia lo alto como en el gesto de conminar al silencio. Tal es el signo I. Hay que concentrarse solamente sobre ese dedo, pensando solo en la vocal I. Al cabo de unos instantes se percibirá un cierto calor en dicho dedo; este calor es el indicativo para pasar a la vitalización del signo siguiente.

‑ En la misma posición se distiende el dedo índice, mientras el pulgar se dispone en escuadra en relación a éste, es decir, formando un ángulo de 45 grados entre ambos dedos. Este es el signo A. Hay que concentrarse sobre la vocal A. Nuevamente, al sentir calor, ahora en el pulgar, se da el paso siguiente.

‑ El signo O se hace cerrando la mano, como quien sostiene algo, es decir dejando un vacío entre los dedos, que sin embargo no deben tocar la palma, excepto el índice y el pulgar que deben formar una especie de O. Es sobre esta vocal sobre la que hay que concentrarse.

Vitalización de sílabas

Duración: siete días, el tiempo que sea preciso (habitualmente sesiones de 15/25 minutos)

‑ Se forma el signo I y se lo vivifica con la sílaba SI, es decir se repite interiormente la sílaba SI, concentrándose en él; cuando ya se haya logrado estabilizar la concentración y hacer que la sílaba SI permanezca en la mente sin esfuerzo, se pasa a la sílaba al signo A que se vivificará con las sílabas SA, SA, SA, hasta estabilizala.

- A continuación se pasa a ejecutar el "signo de la garganta". Este consiste en llevar la mano, dispuesta horizontalmente en escuadra, a la ganganta, de forma que el pulgar toque la arteria derecha. Luego se retira velozmente la mano hacia la derecha, haciendo pasar el dedo índice sobre la garganta (como para cortarla) hasta situar la mano a la altura del hombro derecho.

- Se dejará luego caer la mano. Se formará finalmente el signo O que se animará con las sílabas SO, SO, SO, y se seguirá con el llamado "gesto del Maestro": la mano pasará velozmente y horizontalmente de la parte izquierda a la parte derecha del cuerpo a la altura del plexo solar.

SEGUNDA FASE

Vitalización de olores. Tiempo: 49 días, sesiones de 5 a 10 minutos (más 5 minutos de ejercicios previos)

- Durante 7 días: Se dispondrá la mano en escuadra con la sílaba SA y se llevará el índice a la nariz; si se advierte un leve olor a azufre, se puede continuar, de lo contrario será preciso ejercitar aún otros siete días.

- Durante 14 días: Se formará el signo I animándolo con SI, hasta sentir el calor, se dejará caer la mano, se formará el signo A que se animará con la sílaba ALAM, se llevará la mano al cuello y tras un cierto tiempo se proseguirá con el "gesto del cuello", repitiendo siempre la sílaba animadora.

- Durante 14 días: Se formará el signo O como en el ejercicio precedente. Luego, si llevando el índice de la mano dispuesta en escuadra en contacto con la lengua se advierte un sabor amargo como de sublimado de mercurio, es signo de que se tiene éxito con el ejercicio.

- Durante 14 días: Se formará primeramente el signo I que se animará con SI, luego el signo A, animándolo durante dos días con ALAM, dos días con ALAMS, siete días con ALAR y tres días con ACAMAR y siguiendo correspondientemente el gesto del cuello. Despues de los primeros cuatro días, llevando como sobre el índice en contacto con la lengua debería advertir un sabor de sal. Entonces es el momento en que el discípulo percibirá una sombra negra, esta parte del trabajo se habrá consumado. Y en tal punto comienza por el discípulo una nueva vida y recibe, en el logia, un nombre secreto.

Tercera fase:

Fórmulas mágicas y colores, duración: 3 meses.

- Tras la animación de la I se realiza el "gesto del pecho": con la mano en escuadra, es decir en A, con la palma paralela al cuerpo, y se pasa de izquierda a derecha (a la altura del pecho); para la animación de la A se dan las siguientes fórmulas: ALAR, KAHA, JA, TAHA, TASAM, TAS, TASAM;

- A continuación se realiza el mismo procedimiento con las sílabas ALAM, JAS, SA, CHAM (pronunciada entre la CH alemana y la K) con el "gesto medio" (es otro paso sobre el cuerpo de izquierda a derecha, a una altura calculable, poniendo la izquierda dispuesta en escuadra verticalmente bajo la derecha dispuesta según el gesto del pecho, hasta que el pulgar de la primera toque al índice de la segunda).

- Finalmente el procedimiento se repite con las letras CHAM, CHAM, ASAK, y KA a la altura del plexo solar ("gesto del Maestro").

LAS GAMAS DE COLORES

Sebotendorf concibe estos ejercicios como dirigidos y controlados por un "maestro espiritual", o "maestre de logia". El discípulo está obligado a seguir sus indicaciones y relatar sus experiencias interior, es a través de los detalles de estos relatos como el maestro juzga los progresos del alumno y le insta al tránsito de una a otra fase.

Según Sebotendorf, se trata sobre todo de experiencias interiores dominadas por gamas de colores: del azul pasa a un rojo pálido, luego verde claro. Cuando se tiene la visión de un verde vivo, el ciclo conectado al gesto del cuello ha terminado.

En el ciclo del "gesto medio" se experimenta una fantasmagoría de colores que se resuelve al fin en un color blanco‑amarillento.

El último ciclo con el gesto del Maestro (en el plexo solar) lleva a la clarificación de este color hasta un blanco esplendoroso, que atestigua la perfección de esta parte de la obra.

La última parte, llamada también integradora, consiste en un paso de la mano en escuadra animada con la sílaba A más o menos como en el gesto del Maestro, propiamente a la altura del ombligo; se habla, en realidad, al respecto, de un "gesto del Maestro acortado".

El color blanco debe trasformarse en un gris sucio, luego en un amarillo y finalmente en un rojo vivo. Esto es el final.

© Ernesto Milà – infokrisis