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La conspiración para destruir todos los gobiernos y religiones existentes

 

William Guy Carr

La conspiración para destruir todos los gobiernos y religiones existentes - William Guy Carr

116 páginas
medidas: 14,5 x 20 cm.
Ediciones Sieghels
2017
, Argentina
tapa: blanda, color, plastificado,
 Precio para Argentina: 150 pesos
 Precio internacional: 12 euros

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

William Guy Carr fue Oficial de HMS (submarinos) durante la Primera Guerra Mundial y oficial de control naval y oficial naval superior en la Segunda Guerra Mundial. Después de trabajar para el Servicio de Inteligencia Canadiense y tras retirarse de la Armada, logra reunir una gran cantidad de información sobre el poder en las sombras y sus escritos se vuelven esencialmente conspiracionistas. Sus trabajalos lo convierten rápidamente en uno de los teóricos de la conspiración más famosos de la posguerra (con medio millón de ejemplares vendidos de Peones en el juego antes de su muerte).
La profunda experiencia en Historia y Geopolítica de Carr, junto con una mente penetrante, hizo efectivo su perseverante intento de rastrear los acontecimientos hasta sus fuentes y conceptos para llevarlos a su conclusión última. Con el desvelamiento de la conspiración que mueve los hilos del mundo intenta mostrar que existe una caída de nuestra civilización occidental bajo una variedad de influencias que actúan en concierto, más allá de lo que se podría esperar por el mero azar.
En este libro el lector es confrontado con la publicación de documentos secretos y muchas revelaciones posteriores. Es rápidamente llevado a través de la Historia siguiendo el hilo de la conspiración. Repentinamente las advertencias que el lector ha oído sobre un Gobierno Mundial se hacen comprensibles cuando se entera de que los conspiradores siempre han pretendido ver establecido sobre el mundo un gobierno cuyos poderes ellos podrían usurpar entonces.
Los conspiradores tienen una filosofía completa en cuanto a la Humanidad. Ellos han tenido mucho cuidado para asegurarse de que su existencia y sus proyectos no sean revelados, por medio de juramentos secretos, la ridiculización y el asesinato.
Lo que aquó es revelado es una conspiración temeraria y diabólica destinada a defraudar al hombre de su libertad dada por Dios, mediante el engaño, el horror y la fuerza, donde las masas deben ser aduladas con cualquier alabanza presuntuosa para que las promesas extravagantes les produzcan interés.
Los luciferinos se basan en su capacidad de mentir y engañar a aquellos a quienes planean esclavizar en cuerpo, mente y alma, para que crean todo menos la verdad. Ésa es la razón de que Cristo se refiriese a la Sinagoga de Satán, quienes dirigen la conspiración luciferina sobre esta Tierra, como “hijos del Diablo, cuyos deseos queréis cumplir".

 

ÍNDICE

Acerca de este Libro 7
La conspiración para destruir todos los gobiernos y religiones existentes 9
Los Protocolos de la Sinagoga de Satán 51
Anexos de Karl Radl
William Guy Carr y los “Protocolos de Sión” 79
William Guy Carr, el anti-judaísmo y los judíos 88
Los catorce puntos de William Guy Carr Acerca de los “Protocolos de Sión” 99

Acerca de este Libro

 

Los dos últimos trabajos del comandante Carr están ahora siendo publicados póstumamente. El primero y el más pequeño de éstos es este trabajo, que trata con la Conspiración Internacional y que está basado en investigaciones y estudios que lo han llevado a casi cada país en el mundo. La profunda experiencia en Historia y Geopolítica de Carr, junto con una mente penetrante, hizo efectivo su perseverante intento de rastrear los acontecimientos hasta sus fuentes y conceptos para llevarlos a su conclusión última.
La Conspiración no es para que la aborde el políticamente ingenuo (ya sea el producto de la formación universitaria formal o no). Es para aquellos que ya están conscientes de que hay una caída de nuestra civilización occidental bajo una variedad de influencias que actúan en concierto, más allá de lo que se podría esperar por el mero azar.
En este libro el lector es confrontado con la publicación del profesor Robison (1796) de documentos secretos y muchas revelaciones posteriores. Es rápidamente llevado entonces por el autor a través de la Historia siguiendo el hilo de la conspiración. Repentinamente las advertencias que el lector ha oído sobre un Gobierno Mundial se hacen comprensibles cuando se entera de que los conspiradores siempre han pretendido ver establecido sobre el mundo un gobierno cuyos poderes ellos podrían usurpar entonces.
Los conspiradores tienen una filosofía completa en cuanto a la Humanidad. Ellos están conscientes de que Dios creó esta Tierra y nos introdujo aquí mediante un método de nacimiento que nos privó del conocimiento personal de una existencia anterior. Los conspiradores han tenido mucho cuidado para asegurarse de que su existencia y sus proyectos no sean revelados, por medio de juramentos secretos, la ridiculización y el asesinato. La doctrina verdadera debe ser revelada sólo después de que su organización haya conseguido la supremacía despótica.
Aquí es revelada una conspiración temeraria y diabólica destinada a defraudar al hombre de su libertad dada por Dios, mediante el engaño, el horror y la fuerza, donde las masas deben ser aduladas con cualquier alabanza presuntuosa para que las promesas extravagantes les produzcan interés.

La conspiración para destruir todos los gobiernos y religiones existentes

 

EEn 1796 John Robison, profesor de Filosofía Humana y secretario de la Sociedad Real, en Edimburgo, Escocia, publicó documentos que habían sido confiados a su cuidado por miembros de los Illuminati de Adam Weishaupt mientras él había estado recorriendo Europa antes del inicio de la Revolución francesa en 1789. Robison era un masón de alto rango. Fue por esa razón que a él se le confiaron documentos secretos. Él los tuvo en su posesión durante un tiempo considerable antes de que los leyera. Cuando él había terminado, comprendió que ellos eran una copia de la versión revisada de la vieja Conspiración Luciferina de Weishaupt y una explicación de cómo él pretendía usar a los miembros de la Orden y Secta de los Illuminati para conducirla hacia su objetivo final que es el control del Primer Gobierno Mundial a ser establecido y la imposición de la ideología luciferina sobre la raza humana por un despótico Satanismo.
La publicación de John Robison se titulaba “Pruebas de una Conspiración para Destruír Todas las Religiones y Gobiernos en Europa” (Proof of a Conspiracy to Destroy all Religions and Governments in Europe). La información contenida en el libro simplemente confirmaba lo que el Gobierno bávaro ya había publicado bajo el título de “Las Escrituras (Protocolos) Originales de la Orden y Secta de los Illuminati” en 1786 y que Zwack también había publicado bajo el título de “Einige Originalschriften”.
El Gobierno bávaro envió copias del plan de Weishaupt para usar a sus recientemente organizados Illuminati para destruír todos los gobiernos y religiones existentes, a todos los jefes de la Iglesia y del Estado antes del brote de la Revolución francesa en 1789. Pero la advertencia fue ignorada. El hecho de que los Illuminati hubieran tenido el poder para mantener su identidad e intención de esclavizar a la Raza Humana, en cuerpo, mente y alma, como un secreto, ha permitido a los conspiradores desarrollar la conspiración hasta su etapa semifinal. El objetivo de este artículo es contar cómo la Conspiración fue desarrollada desde 1798 hasta el presente. También exponemos los detalles del diseño preparado por el general Albert Pike, entre 1850 y 1886, para llevarla a su conclusión.
Weishaupt era profesor de Derecho Canónico en la Universidad Ingolstadt cuando revisó, y modernizó, la antiquísima conspiración Luciferina destinada a impedir a la Raza Humana establecer el plan de Dios para el Gobierno de la Creación sobre esta Tierra, de modo que al final se pudiera imponer la ideología luciferina sobre los Goyim (ganado humano) por medio del despotismo satánico. Entre 1770 y 1776 él fue financiado por la recién organizada Casa de Rothschild exactamente del mismo modo en que aquellos que dirigen hoy las actividades de los Illuminati son financiados por las Fundaciones libres de impuestos establecidas para dicho propósito por multimillonarios tales como los Rockefeller, Carnegie y Ford.
El Gobierno bávaro descubrió la conspiración de Weishaupt cuando, en 1786, Dios mató a uno de sus mensajeros mediante un golpe de relámpago cuando él cabalgaba por Ratisbona en su camino a París. La policía encontró una copia de la versión revisada de la conspiración, en tránsito hacia miembros Illuminati de Weishaupt que habían estado encargados de instigar la Gran Revolución francesa. Ese primer importante proyecto, que conducía a la destrucción final de todos los gobiernos y religiones, estaba programado para que estallase en 1789.
El plan de Weishaupt es extremadamente simple. Él organizó a los Illuminati y luego formó las Logias del Gran Oriente para infiltrar a los Illuminati en la Masonería Azul o Europea, usando las logias como su cuartel central secreto. Así, los conspiradores podrían funcionar so capa de filantropía. Weishaupt nunca contempló que cualquiera, salvo masones especialmente seleccionados, de los grados superiores, se enterara del “Secreto Completo”. Sólo aquellos que se sabía que habían desertado completamente del Dios Omnipotente eran iniciados en los grados superiores de las logias del Gran Oriente, y se les decía que los Illuminati era una organización secreta, una orden dedicada a la causa de formar un Único Gobierno Mundial —en alguna forma— los poderes del cual ellos tenían la intención de usurpar de manera que pudieran imponer su ideología, la adoración de Lucifer, sobre la Humanidad.
Weishaupt declaró que esa acción aseguraría la paz y la prosperidad permanentes. Sólo a los iniciados de los grados finales se les permitía saber que la ideología luciferina debía ser impuesta a la raza humana mediante un despotismo satánico.
Como será probado, sólo los adeptos del Grado Final son iniciados como Sumos Sacerdotes de la Sinagoga de Satán; ellos adoran a Lucifer, como opuesto a nuestro Dios, al que ellos llaman Adonai.
El plan que los Illuminati ponen en práctica es usar el soborno monetario y sexual para colocar a gente influyente bajo su control. Ellos entonces los usan para hacer progresar los planes secretos de los Illuminati. Los jóvenes que pertenecen a familias bien educadas con inclinaciones internacionales también son seleccionados y enviados a escuelas privadas donde los Iluministas los adoctrinan con ideas internacionales y luego los entrenan para que ellos califiquen para llenar posiciones en política y religión como “especialistas”, “expertos” y “consejeros”. Los Illuminati entonces usan la riqueza, el poder y la influencia de los miembros para colocar a sus agentes en posiciones claves detrás del escenario de toda la actividad financiera, industrial, educativa y religiosa. Ellos entonces moldean la política de modo que calce con el plan luciferino de promover guerras y revoluciones a una escala creciente. Weishaupt estipuló que los Illuminati deberían organizar, financiar, dirigir y controlar el comunismo y el sionismo político para facilitar la tarea de los Illuminati de dividir a la población del mundo en campos contrarios en cantidades cada vez mayores.
Esta política de auto-eliminación debía continuar hasta que sólo el comunismo y la cristiandad quedaran como potencias mundiales. Cuando esa etapa de la conspiración sea alcanzada, los Illuminati deben provocar el mayor cataclismo social que el mundo haya conocido alguna vez, y los Goyim controlados por comunistas ateos y aquellos que profesan el cristianismo deben ser mantenidos luchando hasta que ellos se hayan muerto unos a otros por decenas de millones. Es durante esas guerras mundiales que el diablo hace su cosecha más rica de almas. Esa matanza al por mayor debe continuar, mientras los Illuminati, sus amigos millonarios, científicos y agentes se relajan en seguridad y lujo en santuarios autónomos preestablecidos (Sur de Florida, las Antillas y las islas del mar Caribe), hasta que ambos lados hayan quedado literalmente desangrados y absolutamente agotados física y económicamente. Ellos entonces no tendrán más remedio que aceptar un Gobierno Mundial Único como su única esperanza, Los Illuminati usurparán entonces los poderes de aquel gobierno y coronarán a su líder, un rey-déspota del mundo entero.
Entonces, y no antes de entonces, la Sinagoga de Satán (que siempre ha controlado, y controla ahora, todas las organizaciones subversivas) mediante una manifestación universal hará conocido ante los Goyim, por primera vez, la luz verdadera de la doctrina pura de la doctrina luciferina e impondrá la ideología luciferina sobre lo que quede de la raza humana por medio del despotismo Satánico.

(continua)